Wyatt Flores es un músico de origen chicano, como indica su apellido. Nacido en Oklahoma en 2001, este jovencísimo songwriter que ya se ha abierto camino a base de buenas canciones en una difícil ciudad como Nashville, a la que se trasladó desde su Stillwater natal después de publicar en 2021 su single de debut «Travelin’Kid». Y luego llegó «Please Don’t Go», canción ha llegado a acumular más de 65 millones de reproducciones en Spotify. Concretamente, en agosto de 2023, sus canciones alcanzaron los 27 millones de escuchas en solo 31 días. Pero no todo ha sido fácil en su carrera y, a pesar de su juventud, tuvo que pasar un tiempo trabajando como soldador mientras esperaba el espaldarazo definitivo a su música.
Flores ha basado el éxito en la conexión con sus seguidores, que siempre se han visto muy identificados con sus canciones llegando a declarar en el diario The Tennesean que “mis fans creen que soy alguien de su confianza, a quien pueden explicar sus secretos. Así que yo soy ellos y ellos son yo”. Quizá eso es lo que le ha llevado en el mítico Grand Ole Opry. Wyatt, que nunca ha escondido que una de sus primeras influencias para hacerse músico fueron los discos de Garth Brooks, también ha confesado su devoción por la música de Tyler Childers, Sturgill Simpson y todo el Red Dirt Country.
Sin olvidar sus inciios como residente en el punk irlandés J.Farley’s en Claremore (Oklahoma), Wyatt Flores es ya una de las más firmes realidades del country rock, y la prueba son sus ocho nuevas canciones, reunidas bajo el título de Half Life. Todo un nuevo forastero en la ciudad.
Eduardo Izquierdo