Los Tigres del Norte – Guitar BCN / Auditori del Fórum (Barcelona)

Apabullante demostración de  poderío la de Los Tigres del Norte desde el minuto uno de su paso por el Auditori del Fórum de Barcelona. Importante remarcar el tema del tiempo porque la actuación se alargaría por horas. Pero fue arrancar el acordeón para dar paso a «La camioneta gris», el primero de las tres decenas de hits que caerían esa noche y todo se vino abajo…o mejor dicho arriba.

La prueba de por qué quizá son el grupo más grande de América, Estados Unidos al margen, se palpaba no solo en el crisol de nacionalidades que reventaban literalmente la sala, sino en la actitud de todos y cada uno de los y las asistentes, cantando todas las letras, sin excepción y con una actitud cercana a la locura colectiva. Daba igual que algunos de sus miembros no afinaran una nota a la voz y que, en ocasiones la banda parecía perderse entre tanto griterío (a lo Beatles, ya saben), sus temas son demasiado poderosos y demasiado importantes para muchos inmigrantes y el sentimiento patriótico de cada uno estaba a flor de piel.

«José Pérez Leon», «La Reina del Sur» basada en la novela del mismo título de Pérez Reverte, «La banda del carro rojo»…Da igual lo que tocaran. Todo se recibía con un fervor casi religioso. Además tienen más tiros pegados que nadie, y supieron intercalar su homenaje a Vicente Fernández, con actuaciones de mariachis, bailarinas y videos con las letras para que la gente pudiera cantar todos los temas. No hacía falta. Pocos había que nos e supieran de principio a fin canciones como «La Jaula de Oro», «Jefe de jefes» o esa «La Carta» con más de 127.000 millones de escuchas en las redes.

Y cuando ya llevan dos horas y media de bolo nos dicen que, literalmente que  llegan “las complacencias”. Y dejan en manos de la gente cualquier petición que tocan, a veces entera y a veces en un par de estrofas y el estribillo de cualquiera de sus más de 700 canciones ¿Resultado? Nadie salió defraudado de allí aunque, personalmente, y a pesar de ser fan, pasar de las tres horas se me hizo un pelín excesivo. Pero son Dioses, y como Dioses pueden hacer lo que quieran. Larga vida a los Tigres.

Texto: Eduardo Izquierdo 

Fotos: Marina Tomás