Musical Box fue una de las primeras bandas notables en el arte de recrear algo que no es de su propiedad y hacer de ello un arte, algo creíble. Nosotros sabemos lo que vamos a ver y ellos entienden lo que representan, así que todos contentos. Es como ver el musical de Cats o la enésima interpretación de la ópera Porgy And Bess; sabes que del primer elenco no queda ni el telonero, pero lo disfrutas porque hay un mimo y un respeto hacia la obra original fuera de toda duda.
Además, si quieres escuchar esas canciones en el entorno del directo, las de Genesis época Gabriel en este caso, no se me ocurre mejor forma. Genesis no existen en la actualidad y jamás volvieron a tocar con Peter Gabriel de forma regular una vez se marchó el cantante a mediados de los setenta.
El año pasado vinieron interpretando el sublime The Lamb Lies Down On Broadway en su totalidad, coreografía y atrezo imitando a la época incluido. En esta ocasión tocaba celebrar los cincuenta años de Selling England By The Pound (aunque siendo justos sería el quincuagesimoprimer cumpleaños, ya que el álbum es de agosto del 73) y lo hicieron rescatando, canción arriba, canción abajo, uno de los recitales de la época.
Así que al contrario del espectáculo centrado en Broadway, esta vez no sonó el álbum homenajeado en su totalidad. Sea como fuere, rayaron la perfección en la ejecución, pues no son canciones fáciles precisamente. Lo bueno de estos tipos es que interpretan las canciones (desde «Dancing With The Moonlit Knight» a «Supper’s Ready», pasando por «Watcher Of The Skies» o «The Cinema Show») con un respeto alucinante, pero hay que tener la musicalidad y la destreza para no quedar como un paria y van sobrados de ambas aptitudes.
Viendo el espectáculo uno reafirma lo obvio: qué buenos eran Genesis hace más de cincuenta años. La misión de los canadienses Musical Box es traer esa grandeza a nuestros días. Si además interpretan la coreografía del 73 con un pletórico Denis Gagné en el papel de Peter Gabriel, el viaje al túnel del tiempo es total. Vivir esta experiencia es un placebo: sabes que no es la banda original, pero el resultado es igualmente placentero.
Texto: Sergio Martos.
Fotos: Alberto Belmonte.