El sello catalán Montgrí celebró su 5º aniversario el pasado sábado en la Sala Upload de Barcelona. Una familia en toda regla que ya cuenta en sus filas con algunos de los nombres más atractivos que pueblan el panorama musical nacional. Glorias veteranas, por un lado, pero también proyectos novedosos por otro.
La velada dio arranque con las madrileñas Tiburona, unos de los nuevos nombres que se han sumado al catálogo Montgrí y que desde hace meses son visibles en algunos de los mejores festivales de la península. Supusieron un plato fuerte, ya de entrada, sin mínimos indicios de bajar la guardia en ningún momento. Con ‘Almuerzo desnudo’ estrenaron el set y a lo largo de las doce canciones disfrutamos de temas como ‘Sola y feliz’ o ‘Pensando en ti’ hasta llegar a ‘Relación abierta’. Demostraron, una vez más, que saben de música y de cómo hacerla. Si en los primeros días de la banda cometimos el error de encasillarlas en sonidos de Rock surfero y de Garage 60’s, dejan constancia de haberse liberado de etiquetas y de haber abierto el paso a todo tipo de influencias, con una habilidad excelente para producir harmonías vocales.
El segundo episodio tuvo lugar con la banda Dan Peralbo i el Comboi. Estrenadísimos en el sello, y a quien muchos conocimos por haberse proclamado ganadores del concurso Sona9 del año 2021. Proporcionaron un sonido rock más fresco y acorde a las nuevas tendencias, sin por ello abandonar el estilo del festival. Fue una buena ocasión para repasar temas de su anterior primer disco, previo a la etapa Montgrí, así como para desatar su nuevo single ‘Bang, bang, bang’. Quedó claro que son una banda con futuro, gustosa de sonido más actuales y con frescura y ganas de quedarse en la escena.
Mourn fueron la banda encargada de cerrar el escenario. Hablar de ellas es referirse a una banda consolidada, pues goza de todos los elementos necesarios, que son: buenos discos, buena acogida en giras mundiales —incluyendo los USA—, y un directo sin tachas. Utilizaron la ocasión para presentar al público algunos de los temas que se incluyen en su reciente álbum, The Avoider. Could Be Friends para empezar, casi a modo de gesto de brazos abiertos para reunir a los desperdigados por la sala y que ya no abandonaron la posición hasta la retirada final.
Otros temas, también incluidos en The Avoider, fueron Truck Driver o At Midnight, éste último el que oigo en bucle desde hace días. Generaron la extraña sensación de estar viendo a una vieja banda que regresa para recoger el éxito guardado en casa, pero que —¡pongamos los pies en la tierra, por favor! — tienen un larguísimo y anchísimo camino que recorrer aún. La ejecución fue tan perfecta como visceral, destacando al batería como nueva incorporación en la banda. Ya sabemos que los baterías son personas especiales. Únicamente me distrajo de su concierto la pregunta que recibí de una desconocida y que no fue otra que: Te está gustando mucho, ¿no? Respondí: Sí, me está encantando mucho.
Texto: Mario Silvestre
Fotos: Marina Tomás Roch