Los Neerlandeses Dewolff se han convertido en unos habituales de las salas en España, y eso también nos está permitiendo verles crecer, como de combo con influencias hard, prog y psicodélicas han pasado a ser un ente que va mutando y en la actualidad se ha reinventado como una propuesta soul blues rock en su última obra Love, Death and In Between.
Obviamente la traslación al escenario de toda la exuberancia de arreglos y voces que se escucha en ese disco, es muy poco viable económicamente, y nos enfrentamos a unos Dewolff en formato trío, que por supuesto no es moco de pavo. En este aspecto y reduciéndolo todo al tuétano nos encontramos a un trío a tope de pureza, y saliendo a darlo todo desde el momento en que pisan las tablas. Y con la inicial «Night Train» ya se palpó que su lado más rock iba a ser el que iba a ser la columna vertebral de la velada, centrándose en su potencial como músicos y como animales de escenario.
El guitarrista Pablo Van De Poel cogió el papel de referencia visual escénica y se dejó el alma y el físico en el escenario, cantando, haciendo extensos solos, interactuando con el público y hasta bajando del escenario para mezclarse con los asistentes en alguna ocasión si hacía falta. Fueron interpretando diversos temas de su discografía como la marchosa «Yes You Do», la hardrockera «Double Crossing Man» o la de riff muy stoniano «R U My Saviour». Y en esta guisa de ir al hueso se palparon y cataron influencias como la de Jon Lord (más que Deep Purple) en el teclista Robin Piso por la manera de hacer sonar sus teclados, o la de Led Zeppelin en la extensa, deliciosa y muy blues «Tired Of Loving You», todo un tour de force de sobrado buen gusto por las seis cuerdas, y con una compenetración absoluta entre los tres músicos.
Una velada de gama alta que finalizó como se había iniciado, con tres músicos entregándose físicamente y musicalmente a un público que supo también estar a la altura de las circunstancias. Una estirada «Freeway Flight» dejó a todo el mundo satisfecho para finalizar. Y es que no siempre se puede ver a una banda en su mejor momento, en esta velada lo tuvimos delante de nuestros ojos. Dewolff saben lo que se llevan entre manos y saben adaptarse a cualquier circunstancia. Y por eso están donde están. En las distancias cortas pocos les pueden toser.
Texto: Xavi Martínez
Fotos: Marga Pacheco
