Encuentros

Turn Turn Turn, el mito de Laurel Canyon y mucho más

 

 

La lista de grupos que aman y a los que han rendido tributo son incontables. De hecho, el trío de Minnesota Turn Turn Turn nació con la siguiente misión: hacer versiones de algunos de sus temas favoritos de siempre. Las mágicas décadas de 1960 y 1970 están en su punto de mira, desde las bandas que alimentaron el mito de Laurel Canyon, pasando por los grupos de la British Invasion, country, soul, americana…

En uno de sus conciertos, a Adam Levy (guitarra, voces), Savannah Smith (guitarra, voces) y Barb Brynstad (bajo, voces) se les acabó el repertorio y decidieron salirse del guion preestablecido mostrando sus propias composiciones. Funcionó. Y ahí cambió todo.

Su atrevimiento ha llevado al grupo a publicar dos discos tan disfrutables como Cant’ Go Back (2020) y el más reciente New Rays From and Old Sun (2023), que en abril se editarán en España bajo el paraguas del sello Rock Indiana. A finales del próximo mes, el grupo de Minnesota con soleado corazón californiano (la referencia a los Byrds en su nombre no es casual) tocará por primera vez en nuestro país. Estas son las fechas y las localidades de la gira: miércoles 24 (Sevilla), jueves 25 (Huelva), viernes 26 (El Puerto de Santa María), sábado 27 (Jerez), lunes 29 (Madrid) y martes 30 (Barcelona). Adam Levy, que algunos conocerán por haber formado The Honeydogs a mediados de los 90, responde a las preguntas de RUTA 66.

 

Déjame que empiece por los años 60, por favor. Entre The Beatles o The Rolling Stones… ¿elegirías a The Byrds?

Me encantan todas esas bandas y llevo escuchándolas casi cincuenta años. Todas son geniales y su influencia se puede encontrar en todo nuestro material. Eso sí, no nos pidas que toquemos la canción «Turn Turn Turn». La destrozamos.

¿Sin todo el mito de Laurel Canyon, el grupo no habría existido?

Solía haber ciertos periodos en la historia de la música en los que el lugar y la geografía moldeaban los sonidos. Estoy pensando en el Triángulo del sur formado por Nashville/Memphis/Muscle Shoals, que probablemente tenga la misma influencia en nuestro sonido… Pero aquel Triángulo del sur no ha tenido el mismo eco y reconocimiento que una canción como ‘Turn Turn Turn’. Nuestra música es una síntesis de muchas cepas de la música americana y esa música tenía que ver con el paisaje, la comida y la historia de ciertos lugares. Al mismo tiempo, la música de Los Ángeles de los años 60 y 70 estaba hecha por un montón de gente trasplantada de otros lugares de Estados Unidos: para mí, la música es esperanzadora, como un sonido en permanente movimiento que se nutre de influencias ricas y cosas alegres.

En aquella época Los Ángeles era el sueño de cualquier músico. Vuestro sonido evoca a la Costa Oeste, así que, al menos desde Europa, es difícil situaros en Minnesota, en el norte de Estados Unidos….

Sí, le debemos mucho a California. También nos encantan las reinterpretaciones británicas de la música americana, como las que hicieron los Yardbirds, los Kinks, los Beatles y los Stones. Y también hay algo de Minnesota en nuestra música, ya sea por la perspectiva de las letras, la huella sonora de Dylan o la riqueza de los compositores del norte. Mi otra banda, The Honeydogs, se consideraba a menudo como un grupo de Minnesota. En Turn Turn Turn todos escuchamos esa música de Los Ángeles de los años sesenta y setenta que contaba con músicos increíbles como Hal Blaine, Carol Kaye y Larry Knechtel.

El grupo empezó haciendo versiones de temas country y folk rock, pero luego os pusisteis a escribir canciones propias. ¿En qué momento cambiasteis de opinión y decidisteis mostrar al mundo vuestra música original?

Una noche, durante una residencia que hacíamos en un club, se nos acabaron las versiones y el público quería más. Barb sugirió que Savannah tocara una canción original. Me cabreé porque yo pensaba que solo íbamos a hacer versiones: «Hago temas originales en otras bandas». A la gente le encantó y entonces se me encendió la bombilla: ¿por qué no hacer un álbum de canciones originales, dentro de nuestros parámetros, combinando los estilos de cantautor, armonías a tres voces, country, soul y psicodelia?

«Cold hard truth» es, de largo, la canción de Turn Turn Turn más reproducida en Spotify. Es el single con el que os disteis a conocer en 2020. ¿Fue entonces cuando dijisteis: «Vale, esto es lo que queremos hacer»?

Iba a ser una canción para mi otra banda, The Honeydogs. Cuando Turn Turn Turn decidió hacer un álbum, pensé que podríamos intentarlo con el trío. No ensayamos ni aprendimos ninguna canción antes de grabar. Simplemente grabamos las canciones y nos las aprendimos mientras grabábamos. Fue algo mágico. Le doy el mérito al productor Jason Shannon por crear la vibra y el feeling de «Cold hard truth». Como unos viejos jeans.

¿Cómo se puede hacer una música tan bella con todo lo que has pasado en tu vida? O, tal vez, es precisamente por eso por lo que las canciones surgen como una vía de escape…

Hay mucho sufrimiento en nuestra música. Y se abordan temas que no son los típicos de la música pop, rock o country. La canción de Barb ‘Stranger in a Strange Land’ es conmovedora y habla de la pérdida de un hermano y de sentirse completamente desarraigado. Si puedes enganchar a la gente con algo bello, a veces escucharán las distintas capas de su significado. Tiene que haber algo de esperanza. No creo que ninguno de nosotros pueda escribir música que se revuelque en el dolor.

«Dopamine Blues» es mi canción favorita del nuevo disco. Muy cálida, inmediata y absorbente. Es un gran single. Por fin: el final de una relación trae algo bueno.

Me recuerda un poco al álbum All Things Must Pass de George Harrison cantado por Fleetwood Mac. A veces la pérdida puede tener una dulzura, y las cosas que deberíamos evitar nos magnetizan. Nuestras canciones exploran los lugares de la vida que son confusos y paradójicos.

La sensación que transmiten vuestras canciones es de ARMONÍA. Los tres cantáis y componéis, parece una forma de trabajar muy democrática. ¡No me digas ahora que no os lleváis bien entre vosotros!

Cada uno de nosotros aporta sus ideas. Todos sabemos componer. El tiempo que pasas tocando, grabando y viajando da forma a tu sonido y a tu estilo visual. Savannah y Barb son dos de mis mejores amigas. Nos hace mucha ilusión viajar juntos a España. Y nuestro tercer disco va a ser el mejor hasta la fecha porque esa química y respeto mutuo crece y se palpa en nuestra música.

Texto: Jon Pagola

Fotos: Maximiian Menacher

 

 

 

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