La vieja serie de detectives británica The Sweeney escarbaba en el ambiente criminal y callejero del Londres de la segunda mitad de los setenta. Era oscura y trepidante. Tuvo una adaptación a principios de la década pasada, pero ya no era lo mismo.
Allí dirigen su mirada los miembros de Purple Hearts, una de las bandas más relevantes de la escena revival mod, cuando se les pregunta cómo vivieron su juventud en la ajetreada Inglaterra de 1979. “Había veces en las que se desataba la violencia entre tribus urbanas, pero no siempre. Tienes que ver la serie para hacerte a la idea. En muchos de nuestros primeros conciertos había una mezcla de mods, punks y skins disfrutando juntos de la música”, cuentan.
Aquel fue el año de su gran himno, la eufórica ‘Millions Like Us’, que más de 40 años después despunta en su repertorio y pone los pelos de punta a los seguidores de las guitarras afiladas. Una perfecta combinación de elegancia modernista, urgencia power pop y actitud punk; tal vez las tres características principales que definen a una formación histórica, aún en activo, y que encabeza el festival Ebroclub que se celebra los próximos días 12 y 13 de abril en Miranda de Ebro (Burgos). Junto al grupo surgido en pleno estallido punk en Romford, Essex, el cartel se completa con una variada ración de música soul y espíritu sixties (Tito Ramírez, The Mocks y Eli Paperboy Reed, entre otros), además de una larga nómina de pinchadiscos.
Purple Hearts podían haber sido tan grandes como cualquiera de sus compañeros de viaje (The Chords, Secret Affair, The Jam, The Buzzcocks) y fueron comparados en reiteradas ocasiones con The Creation, el grupo que coloreó con mucho estilo y pegada mod la segunda mitad de los sesenta. De hecho, ‘Jimmy’, otro de sus brillantes singles de los inicios, se abre con un riff de guitarra que recuerda al clásico tema ‘Making Time’. Los medios ingleses no tardaron demasiado en ponerlos en un pedestal. La revista NME dijo de ellos: “Es uno de los pocos grupos mod que lo bordan en términos de rock and roll”. ¿Continúa siendo una afirmación válida 45 años después? El grupo responde afirmativamente: “Sigue siendo más o menos así”.
No fueron tan famosos como ninguna de las bandas con las que se les suele asociar. Y eso que entre sus miembros latía una verdadera devoción mod con el ímpetu juvenil del momento. Tenían los hits, la ropa, la actitud. Todo estaba en su sitio. Miran atrás y no hay una pizca de resentimiento o lástima por no haber alcanzado cotas más altas. ¿Se ha hecho justicia con la carrera de Purple Hearts? “Depende de lo que entiendas por justicia”, matizan. “La prensa musical nos apoyó bastante al principio, especialmente Gary Bushell [de la revista Sounds], pero después llegó el sello Two Tone y ahí se acabó todo. Creo que tuvimos suerte de llegar hasta donde llegamos y si nos dieran la oportunidad de volver al pasado no cambiaríamos nada”, explican desde la formación actual, compuesta por dos miembros originales (Bob Manton, voz; Jeff Shadbolt, bajo) acompañados del guitarrista John Wratten y el batería Andy Orr.
Su nombre provenía de una anfetamina muy popular entre los mods de la primera época. En 1980 publicaron su LP de debut Beat That! (Fiction Records), en el que aparecían los cuatro músicos en portada retratados al estilo de Andy Warhol. Las composiciones tenían garra y chispa; una colección de temas para poner a todo volumen, bailar y saltar, y entre las que se encontraban ‘Frustration’ o la mencionada ‘Jimmy’, un claro homenaje al antihéroe de la película Quadrophenia: “Jimmy was born under a bad sign / You know he never really had a chance. / Jimmy has had such a bad time / He’s just another victim of circumstance”.
El disco no tuvo la repercusión comercial esperada, y los singles que publicaron justo después tampoco alcanzaron las listas de éxito. La pegadiza ‘My life’s a Jigsaw’, que mostraba una cara más pop y amable, cercana a los sonidos de la new wave de la época, tampoco llegó al gran público.
En 1981 Purple Hearts teloneó a The Jam en algunas fechas, ya en el ocaso de la carrera de los autores de ‘In the City’. Shadbolt se había puesto en contacto con Paul Weller y le propuso una colaboración. Se metieron todos en el estudio de grabación, y en la misma sesión Weller tocó el piano en ‘Concrete Mixer’ y les produjo la canción ‘Plane Crash’. Desde entonces, el grupo se ha disuelto y se ha vuelto a reunir en varias ocasiones, la última de ellas en 2009. En 2012 pasaron por Madrid, participando en un evento mod llamado Time for action y en el que compartieron cartel con los asturianos Stanley Road en la desaparecida sala Ritmo y Compás.
Pasa el tiempo, pero su música y algunas de las letras siguen vigentes. Es el caso de ‘Millions Like Us’, que en esta estrofa traducida al castellano proclama: «Todo el mundo vive en su infierno particular. / Esa sensación de hundimiento que conoces tan bien. / Y la gente muere un poco más cada día. / Y sabes que es culpa suya de que continúen así». Según Bob Manton, quiso componer un himno que estuviese a la altura del ‘Making Time’ de los Creation.
Texto: Jon Pagola