Desde Los Ángeles, como tantas otras bandas de ascendencia mexicana, llega La Santa Cecilia, uno de los platos fuertes de la edición de este año del Festival Blues i Ritmes que se celebra en Badalona cada primavera. En concreto, nuestros protagonistas lo harán el 20 de abril, en un cartel en el que también aparecen Sam Outlaw, Eli “Paperboy” Reed, Jim Lauderdale, Los Hermanos Cubero o Vieux Farka Touré. Para un amante de lo fronterizo como un servidor, la oportunidad se presentaba que ni pintada para entrevistar a la banda liderada por ese torbellino que es Marisol “Marisoul” Hernández y que en 2023 publicaban el directo Cuatro Copas Bohemia En La Finca Altozano. Cuál es mi sorpresa cuando me encuentro como interlocutor a uno de mis grandes ídolos al acordeón, el gran José “Pepe” Carlos. Y con él estuvimos un rato (virtual) inolvidable.
¿Qué tal la reacción a ese disco en directo Pepe?
Estupenda. Ha sido todo un éxito. Es muy hermoso cuando te encuentras a la gente y te dice que tu música es parte de sus vidas. Solo puedes decir gracias. Es algo chido. Como sabes el disco está lleno de versiones y muchas son las canciones que nos cantaban nuestros padres, o que escuchábamos en casa de pequeños en los equipos de música. Fue algo especial grabarlo y creo que quedó muy bonito.
Vosotros veníais de experiencias anteriores en grupos diversos y de muchos estilos. Imagino que eso ha enriquecido la propuesta de La Santa Cecilia.
Claro, la música de nuestros ancestros está en nuestro ADN. De pronto nos encontramos cuatro personas con diferentes inquietudes y diferentes maneras de ver las cosas, pero con la parte más importante totalmente en común: el alma. Alguno había estado quince años tocando boleros, otro en una banda de jazz, otro era especialista en rancheras…Esa inquietud se transformó en la necesidad de querer contar nuestras propias historias a través de nuestra propia música. Entonces es cuando, de verdad, se inicia La Santa Cecilia. Como dices, ese bagaje nos permite explorar todo lo que es la música norteamericana.
Y también trabajar con un puñado de nombres básicos de la música fronteriza.
Cierto. Tenemos un contacto muy estrecho con Max Baca de los Texmaniacs. Marisol grabó el año pasado un disco con ellos. Ella también grabó una voz para Elvis Costello y su percusionista Pete Thomas grabó una canción con nosotros. También hemos podido contar en algunos álbumes con Steve Berlin o David Hidalgo de Los Lobos.
Oh, has nombrado a la que probablemente sea mi banda favorita de todos los tiempos, Los Lobos.
Son muy grandes. Los Lobos son la mejor banda del mundo. Poder estar a su lado es todo un honor. Abrieron un camino increíble para todos nosotros y siguen siendo insuperables en directo.
¿Cómo combináis el vivir en Estados Unidos con esa vena tan enraizada en vuestro origen?
Bien, creo, vaya. Al final todo se junta. Está claro de que estamos en Estados Unidos, viendo el mundo al otro lado de la valla. Somos unos privilegiados. Pero no olvidamos a toda esa gente que intenta llegar aquí de manera desesperada porque no tiene otra opción en la vida. Nos gusta hablar de ellos, pero no siempre desde la tristeza, también desde la alegría y la esperanza.
¿Os preocupa el tema de la inmigración?
¿Cómo no? Son nuestros hermanos. Tenemos la misma sangre. A la gente se lo olvida a menudo, por ejemplo, quien levantó los cultivos de fresas de California. Fueron gente indocumentada, trabajando en condiciones deplorables y sin seguro médico.
Vuestra música, desde el principio, ha tratado esos temas.
Sí, como decía es una manera de que no lo olvidemos. Estamos muy lejos de una solución y aunque nos gusta que nuestros conciertos sean festivos, también queremos hacer crítica social. Hay que humanizar la inmigración. No son números para una estadística. Esa gente son personas. Mis padres llegaron así a este lado de la frontera y la fortuna ha hecho que yo esté en una situación privilegiada, pero nos negamos a olvidar de dónde venimos.
Y tenéis un altavoz perfecto.
Claro. Tenemos miles de personas que nos vienen a ver ya escuchar en un escenario. Algunos de ellos son gringos sin nada que ver con México y conocen esas historias gracias a nuestras canciones. Es una plataforma increíble para cantar canciones como «Ice El Hielo» que grabamos en 2013. Lo hacemos de corazón, pero es que es casi una obligación poner de manifiesto que hay gente que sufre y sigue sufriendo.
¿Es lo que más os influye a la hora de escribir?
Puede ser, aunque también nuestras situaciones personales. Hace poco tres de los miembros de la banda perdieron a sus padres en un período de cuatro meses. Ess tipod e cosas también nos influyen a la hora de componer.
Está a punto de estrenarse un documental sobre vuestros quince años de historia ¿cómo lo lleváis?
Pues muy contentos, la verdad. Cuenta nuestra historia en profundidad, y así la gente sabrá un poco más de nosotros. Creo que se entiende muy bien viéndolo porqué hemos llegado a estos quince años juntos.
Ya que venís al Blues i Ritmes, explícame como son vuestros conciertos.
Pues los conciertos de La Santa son un momento de celebrar la vida. Reír, cantar, lloar y brindar entre amigos. Creo que tenemos un show muy interactivo. La gente va pidiendo canciones y nosotros las tocamos e intentamos explicar un poquito su origen. Buscamos construir emociones.
Entradas 20 de abril. Badalona. AQUÍ
Eduardo Izquierdo