Pocas propuestas tan diferentes se pueden escuchar como la de este trío de jazz-punk madrileño, mezcla de funk, rock progresivo, metal y música clásica, todo ello instrumental en un 87,29 %. Huelga añadir que el humor es parte inalienable de esta ecuación formada por Iker García a la guitarra, Ángel Cáceres al bajo y Pablo Levin a la batería. Pero, ¿dónde empezó a tramarse este oculto plan para dominar el mundo del absurdo musical? ellos nos lo cuentan…
¿Cómo os conocisteis los integrantes y cómo surgió la idea del grupo hasta el primer ensayo? Tanto por el álbum como por vuestros directos, da la impresión de que os conocéis de largo…
Nos conocemos tiempo antes de formar la banda, y ya habíamos tocado juntos en distintas ocasiones, Iker y Pablo por ejemplo compartieron varias giras. Pero es en el Open Mic del ya desaparecido Bar Alevosía, donde íbamos todas las semanas a improvisar absurdamente y donde empezamos a compartir música con mas frecuencia. (Dato divertido: Ángel era el técnico de sonido)
Paralelamente, un día fuimos a un concierto de Munir Hossn y nos voló tanto la cabeza que al día siguiente fuimos a este bar y hablamos de ensayar un día a ver qué pasa… Y aquí estamos!
¿Cómo surgió el decantaros por ser una banda principalmente instrumental? Fue una decisión consciente desde el inicio o producto de enfrentarse a cantar (o a algún cantante “gilipojazz”), escribir letras…
Fue totalmente consciente desde el inicio, creo que hacer riffs tan invasivos también te lleva un poco a eso de forma natural (risas). Sin embargo hay un pequeño porcentaje de nuestra música que es cantada, aunque bastante inferior al instrumental, claro! Por ejemplo el tema “Aguante y Paciencia”
Relativo a la falta de cantante, ¿os planteáis hacer algún cambio respecto a esto en el futuro?
No lo hemos siquiera barajado, hemos pensado en un coro para algún tema especial que tenemos en la recámara, pero esto sería un caso muy puntual. Nuestra intención de momento no es desviar el concepto hacia una música donde todo gire en torno a la voz y la letra.
¿Cómo surgen los títulos de las canciones? A veces parecen venir de una historia personal (caso de «Iker me debe un café») pero otros parecen arbitrarios (¿«Sonic»?).
Siempre decimos que lo bueno de ser música instrumental es que le puedes poner el título que te de la gana. En el primer caso de los dos ejemplos que nos pones, realmente fue una apuesta entre Iker y Ángel: quien no se acordara perfectamente de todos los arreglos que hicimos en el anterior ensayo, tenia que pagar un café (el tema aun no tenía nombre).
En cuanto a “Sonic”, es una alusión al propio videjuego de Sega, en concreto al OST de la primera pantalla, Green Hill Zone.
Parece difícil imaginar vuestro proceso de composición… ¿Cómo funcionáis en este aspecto? ¿cómo estructuráis todas las partes generadas?
Muchas ideas surgen de la pura improvisación, otras incluso las traemos de casa y luego las desarrollamos todos juntos. Otras surgen incluso en el proceso de grabación, donde puedes darte la licencia de “orquestar” alguna sección
Lo de estructurar el material generado es muy buen punto, a decir verdad la mayoría de temas que hacemos los componemos de principio a final, todo se va puliendo, cosas que se acortan o se alargan pero la estructura queda como se fue haciendo de arriba a abajo.
¿Qué influencias tenéis como músicos? Habiéndoos visto en directo la de Les Luthiers parece clara, al menos en cuanto a puesta en escena.
Grandes referentes! Esta es la pregunta que más nos gusta, sentimos mucho si nos extendemos, los 3 tenemos una raíz punk que nos marcó en la adolescencia y esa influencia persiste (Kortatu, Nofx, Ska-p, Non Servium, TdeK, Lendakaris…). Luego nos ha marcado mucho el progresivo, la música clásica, la música italiana anterior a los 60s, la música latina…
Por decir un batiburrillo de aquellos que más nos han marcado: Magma, Gentle Giant, Zappa, Primital (Santi Ibarretxe), Cardiacs, Louis Cole, Stravinsky, Renato Carosone, Samla Mammas Manna… entre otros tantos.
Relativo a la pregunta anterior, ¿cómo surgió la idea de explotar tanto el humor alrededor de vuestra propuesta musical y puesta en escena?
Pues eso no fue nada pensado, sin embargo, desde el primer concierto ya abordábamos el hablar al público o la propia puesta en escena con humor, pero no nos dimos cuenta hasta que dimos el primer concierto (risas)… Tampoco es que pensáramos que hacíamos indie pop, que nos llamamos Gilipojazz.
Sobre el álbum Dónde está el jazz, ¿cómo surge la idea para «Afinación I, II y III»?
Estábamos empezando un ensayo y Ángel, para ver si tenía afinado el bajo, toca las 4 cuerdas al aire desde la más aguda hasta la más grave, repitiendo ésta última y repitiendo otra vez las 4, lo cual te da un riff de 2 compases perfecto. Inmediatamente le acompañamos prácticamente como está grabado y que uno gritara “afinación” y otro “440” fue una casualidad muy bonita.
Los videoclips tienen mucho peso en Gilipojazz. ¿Cómo los desarrolláis? Desde que escogéis el tema que tendrá video, la idea, rodaje…
Pues los videoclips se han convertido en una manera muy divertida de expresar la música de Gilipojazz. Al ser un grupo cuyo 87,92% del repertorio es instrumental, los videoclips son la manera en que nosotros vemos esa canción. Se podría decir que son nuestras letras.
De los videoclips se encargá de escribirlos y dirigirlos Ángel, que está cumpliendo su segundo sueño de ser director de cine. (El primero es ser cartero)
Iniciáis gira de “despedida” del álbum. ¿Qué vendrá después?
Se viene el segundo disco de Gilipojazz, y no podemos estar mas contentos. Estamos a punto de finiquitar la grabación, ya hay algunos temas en proceso de mezcla y estamos altamente deseosos de enseñar nuestra nueva criatura. Y respecto a los conciertos se avecinan muchísimos conciertos por toda España y festivales (Rio babel Mad cool, San San festival entre otros).
Texto: Borja Figuerola
