Paradójicamente la cada vez más estricta vertebración entorno al punk-rock emprendida por esta banda valenciana ha originado una mayor asunción de registros. Aunque decididos en cada grabación a realizar esos pequeños pero esenciales pasos para colorear la vida de un proyecto, su vena impulsada por el nervio inmediato de Los Nikis, Siniestro Total o Ramones sigue germinando claro y alto en temas como «Ya No Somos Jóvenes» e incluso en esa introducción de «Esto Ya Lo Vi» en homenaje a «Pretty Vacant». Directrices que se flexibilizarán incluso cuando es el santoral de las tachuelas el invocado, dejando secuencias inéditas que reviven el Rock Radical Vasco, pero principalmente al convertir el casticismo en lengua vehicular de «Querido Dolor» o agitando bajo la batuta de Bo Diddley «He Visto Cosas que No Podrás Creer». Y es que, cuando son de extrema calidad, como es el caso, la suma de sorbitos deriva en una imponente celebración, propicia para brindar por el amor o renegar del apocalipsis cotidiano.
KEPA ARBIZU
