Un tornado, un ciclón y todos los furibundos vientos huracanados se concentraron en la menuda figura de Alba Blanco, que en nuevo formato de cuarteto, con la reciente incorporación en directo de un teclado, arrasó con un torbellino de rockabilly y blues acelerado. Sin necesidad de pedales de efectos solo con el sonido vibrante de los acordes y punteos de su preciosa guitarra.
Un festivo temporal sónico que comenzó con «Starry nNght» un breve instrumental que precisamente cierra Get it out su nueva referencia en formato largo y «Treat Me (Like A Man Should Do)» sudoroso y reivindicativo rhythmanblues con mucho roll. No llevaba cuatro canciones y su exuberante moño ya se estaba desmadejando mientras iban desfilando a toda velocidad las nuevas canciones «So Blue And So Bad», «Come Back Home» o «New Lover New Sweetheart», efectivos rockanrolazos con los que ‘la blanco’ no daba un respiro al personal, y es que como ella mismo dijo: sólo tenemos canciones rápidas, bueno una balada, un medio tipo, más bien le corrigió su contrabajista «Dream About» una bonita canción de desamor que sonó a gloria como eco de las bandas corales de chicas de los sesenta.
Sin dejar de sonar fifty en canciones más antiguas: a lo Elvis «Sweet Daddy Lips» y con algo de honky tonk «You Can Touch My Back» la gaditana se adentró en los terrenos del blues pero trotón «Down Snd Bond», a la vez que, dicharachera toda la noche, no paraba de comentar con naturalidad y desparpajo su historia sentimental, sus miserias dijo en tono divertido: “como las artistas me desnudo emocionalmente para vender entradas. Las cosas negativas las convierto en blues” y un pedazo de blues con mayúsculas -aún no publicado y sin nombre- es lo que sonó a continuación inspirado en un documental de Bessie Smith pero que, aunque sonó primitivo, recordó también a BB King.
Jesús López y Guillermo González en la batería y el contrabajo con su sencillos pero demoledores ritmos permitían a Alba, ¡puro nervio escénico! – recrearse en su guitarra ante enfebrecido público, que disfrutó de nuevo de la fiesta que se montan Alba y Guille al bajarse del escenario y tocar entre ellos. En el bis «Bop And Shake» otra de las antiguas, sonó extendidísima mientras en las presentaciones los músicos se lucían con su instrumentos y se aplaudía a la última incorporación a los directos Gerard en los teclados. El vendaval, corto pero muy intenso, no provocó daños, sólo en la uña de la protagonista que acabó lanzando a un público que rejuveneció espíritus y entusiasmado ánimo.
Texto: Cancho
Fotos: Salomé Sagüillo