Muchos son los que aseguran que el blues está muerto. Pues desde aquí vamos a demostrar que no. Que está más vivo que nunca, y no solo eso, sino que ha sufrido múltiples mutaciones. Y que blues hay hasta debajo de las piedras. Blues bastardo, quizá. Pero a fin de cuentas, blues.
NdE: The Picturebooks girarán este mes por nuestro país. El 15 de febrero inician gira en Avilés para seguir el 16 en Portugalete, 17 Vitoria, 18 Donosti, 20 Madrid, 21 Valencia y cerrar el 22 Barcelona. Entradas a la venta AQUI.
No existe una formación mejor que el dúo, nada es más jodidamente real que una pareja de músicos sobre un escenario. ¿Por qué escribes “jodidamente” Dolphin, quién crees que eres, mamarracho? Cierto, no soy nadie. No tengo autoridad alguna. No obstante, nada es más jodidamente auténtico que un jodido dúo. Las posibilidades de que las imprecisiones de unos y otros mantengan un equilibrio, como cuando una hinchada de borrachos tejen melodías afinadas en las gradas de un estadio, desaparecen. Tampoco puedes centrarte tan libremente en tu instrumento, confiando en que el conjunto en el que estás, rellenó aquello que necesita ser llenado. No es fácil jugar con las dinámicas, sobre todo cuando necesitas sonar grande como un jodido —haz el favor de dejar de escribir como un cretino— transatlántico. Más aún en el caso que nos ocupa, puesto que el batera renuncia a usar platos y charles. Estar solo también es más fácil, pues no necesitas conectar con nadie. “A two-piece”, como dicen los yankees, supone el mayor de los retos para cualquier músico, pero también es la máxima expresión del blues y el rock and roll en vivo. ¿A qué viene todo esto, Dolphin, por qué no te callas la boca? Porque The Picturebooks, originalmente un trío, son oficialmente dos, Fynn Claus Grabke, guitarra y voz, Philipp Mirtschink, el batería y visitan España.
En 2021 lanzaron “The Major Minor Collective” vía Century Media. El disco es una balasera bluesy y stonerish de rock and roll. Cortes como “Corrina Corrina”, con Neil Fallon de Clutch a la voz, o “Holy Ghost”, en la que canta Jon Harvey de Monster Truck, les colocaron como uno de los combos más potentes de esto que podríamos considerar como blues moderno, ¿no? En algún momento habrá que dejar de citar a The White Stripes y The Black Keys en todas y cada una de las malditas reseñas a dúos de blues moderno, rock o incluso stoner. En el álbum también colaboran Chris Robertson (Black Stone Cherry), Dennis Lyxzen (Refused) o Ryan Sinn (The Distillers). Mención muy especial al “Too Soft to Live and Too Hard to Die” a dos voces con Elin Larsson de Blues Pills y el “Multidimensional Violence” con el noruego Erlend Hjelvik de Hjelvik y Kvelertak.
Cabe destacar que “The Major Minor Collective” es otra de esas joyas que nos ha regalado la pandemia, de la que, por lo que sea, solo se cuenta lo malo. Cuenta Fynn Claus Grabke que la crisis les “obligó a deshacer la maleta (risas). Nos costó aceptarlo, pero intentamos verlo por el lado positivo. Todo esto nos ha ayudado a ver que The Picturebooks es mucho más que una banda de directo, somos un estilo de vida. En nuestro universo, hay motos, skate, bicis, veganismo… Además, a Philipp y a mí no nos une solo la banda, ante todo somos amigos […] Lo que pasó es que como cualquier otra persona del planeta, nos vimos en la disyuntiva de quedarnos en casa sin hacer nada o aprovechar el tiempo para hacer algo productivo. La suerte es que vivimos juntos, y tenemos aquí nuestro estudio, así que decidimos empezar un nuevo disco. Normalmente, damos como unos 200 conciertos al año, y realmente nunca hemos dispuesto de mucho tiempo para grabar, así que era una oportunidad para centrarnos totalmente en componer y grabar. No teníamos un gran concepto, ni nada parecido, solo queríamos divertirnos, ser artistas y actuar con total libertad. Escribimos un montón de canciones, pero muchas de ellas sentíamos que no eran exactamente temas de The Picturebooks, o que igual nosotros dos solos no podíamos llevarlas a su máxima expresión. Eran demasiado buenas para tirarlas a la basura, y sentíamos que quizá con un poco de ayuda externa, podíamos hacer algo realmente interesante”. Esa es la historia, nunca un virus nos había dado tan buena música y tantas ganas de disfrutarla en directo, aprovechen la oportunidad de emborracharse al ritmo de The Picturebooks, el próximo confinamiento podría estar a la vuelta de la esquina.
Dolphin Riot
