Si caminas por cualquier calle norteamericana (elígela a tu gusto), te cruzaras con cientos de personas que se podrían confundir con Frank Meyer, es decir, individuos anónimos que lucen gorra de camionero CAT, camisa de estilo western y jeans, que igual pueden servir para trabajar en la construcción, como para subirse a un escenario. Trading Aces es el nuevo hilo conductor del californiano para demostrarnos lo que mejor sabe hacer, que son canciones directas, y de esencia claramente hardrockera, pero no olvidemos, y eso queda claro en sus shows, que es un gran comunicador, tirando de pequeños “speeches” para presentar sus temas y dotándolo de algo más de dinamismo.
Pero bien, me gustaría empezar por los puntos que no acabaron de cuadrar para que la noche fuera más completa. Uno sería la falta de potencia de la sala que este tipo de propuestas requieren y en las que debes salir de la sala con un mínimo de pitido en tus oídos, y el segundo, debemos achacarlo a la propia banda, que, si bien sonó muy bien, su concepto de estructura de show fue básico, dentro de un guion, y algo carente de punch”, solo roto en el último momento con la incursión de Frank entre el público.
“Rock And roll Homicide (2023)” representó la columna vertebral del setlist, sonaron todos los temas propios que se incluyen en el mismo, y evidenciando sus influencias, reconocibles al 100% ya sea en modo más pop “Hey Geraldine”, soleadas “California Schemin”, o de mirada australiana “Sister Dynamite”, aunque esta última quedo algo deslucida, ya que no aplicaron las guitarras slides. Por supuesto, el necesario guiño a The Streetwalkin’ Cheetahs, vino representado por “Kiss Me Twice Goodnight”, con historia y anécdota para presentárnosla, así como una muestra de sus aventuras con Eddie Spaghetti o James Williamson, cubrieron el cupo de la parte al margen de Trading Aces.
Para el bis, se guardaron el guiño a The Dictators «Faster And Louder, pero tiraron a lo seguro vía “1970” de The Stooges, y “Kick Out The Jams” de MC5, donde ésta sirvió para romper algo los esquemas y alguna cerveza entre el público. Una pena que no disfrutáramos del excelente cover de Van Halen “In A Simple Rhyme” que han grabado para la edición LP de su disco, pero el propio Frank me reconoció a posterior del show, que no la tenían preparada.
Y como buen observador, por último, me gustaría dejar constancia del detalle de la camiseta que lucía el bajista, de todo un símbolo underground como son Mötochrist, de esas bandas incomprendidas y que salieron destinadas a que todo el mundo las ignorara, y que por supuesto recomiendo acercarse a ella en cuanto acabes de leer estas líneas.
PD: Durante el show Frank Meyer anunció que The Streetwalkin’ Cheetahs estarán de visita por nuestros clubs en breve (marzo-abril), por lo que permanezcan atentos a sus medios de referencia, o a la frenética actividad en redes sociales de éste.
Texto: Oscar Fernández Sánchez
Fotos: Alvar Luis Gabalda