De menos a más: Israel Nash

Retomamos una sección que teníamos abandonada hace tiempo aprovechando la visita de su protagonista, esta vez, a nuestro país. Israel Nash visitará en febrero Bilbao, Avilés, Madrid, Valencia, Zaragoza y Barcelona para presentar su último trabajo, Ozarker. Repasamos sus anteriores álbumes (solo en estudio), algunos firmados como Israel Nash Gripka, de peor a mejor. Opinión personal, claro.

 

7. Lifted (2018)

Para muchos el mejor de los siete álbumes, para servidor el menos bueno. Demasiado atmosférico y demasiado alejado de los parámetros del rock americano que apuntaban sus primeros discos. Con voces demasiado tratadas y baterías que parecen casi cajas de ritmos. Ecos al Pet Sounds de los Beach Boys y, como siempre, a Neil Young, pero en su faceta menos inspirada.

 

6. Silver Season (2015)

Excesivamente cósmico para el que escribe, no hay duda de que en Silver Season hay buenas canciones, pero creo que la producción sienta fatal a los temas. En una reseña de Uncut leí que suena como si los Fleet Foxes se hubieran desahogado en un campamento de verano de John Irion y pensé que no puedo aportar nada más. Reconozco que con este disco estuve tentado de dejar de seguir la carrera de Nash, aunque afortunadamente no lo hice y pude llevarme unas buenas alegrías posteriores.

 

5. Topaz (2021)

Con la ayuda en la producción de Adrián Quesada de Black Pumas, que este álbum esté en este puesto demuestra el nivel que mantiene Nash en toda su carrera. Primero se publicó solo una cara y luego ya se hizo completo, siendo su regreso tras la pandemia dichosa. Quizá está, otra vez, sobre producido, peor no hay duda de que canciones como «Stay» o «down In The County» son espléndidas. En estas mismas páginas escribí que “evidentemente el saborcillo a Neil Young sigue ahí – y me atrevo a decir que ahí estará toda la carrera de Nash – pero su música es mucho más que esa comparación. Blues, rock, psicodelia y hasta rhythm & blues van apareciendo con buen tino y notable acierto”.

 

4. Rain Plans (2013)

La estela de Neil Young es muy grande, y eso no tiene por qué ser malo, claro. Everybody Knows This Is Nowhere o After The Gold Rush parecen las biblias sobre las que se escribió este álbum. Todavía con el Gripka en su nombre, busca sonidos más atmosféricos, algo que marcará sus siguientes pasos y eso empeora ligeramente un disco que, a pesar de ello, está muy bien. Otro ed los que muchos seguidores situarían en lo más alto de esta lista.

 

 

3. New York Town (2009)

Algo de polémica no viene mal y muchos cuando vean el debut de Israel Nash Gripka aquí fruncirán el ceño. Pues a mí me parece un muy buen trabajo de rock americano, americana o como quieran llamarlo. Con pocos defectos de los que suelen tener los discos de debut y una personalidad muy marcada que, curiosamente, luego iba a ir moldeando hacia otro sitio. Las canciones suenan bien, incluso con una rotundidad a vece que nunca más íbamos a encontrar en la carrera del norteamericano. Curiosidad: comparen la foto de portada y su imagen actual. Parecen dos personas distintas,

 

2. Ozarker (2023)

El primero de los cuatro discos que Nash anunció para 2023 y que no han acabado de llegar. Quizá el trabajo más rock de su carrera y el que nos viene a presentar. Recordando con su producción ochentera, por momentos, y por sus grandes canciones al mejor Ryan Adams. Homenajeando sus orígenes – él es de las Ozark Mountains en Missouri- se marca un trabajo de guitarras espléndido que ha de sonar magnífico en directo. Nuestra suerte es que lo podremos comprobar en breve. Producido por Kevin Rattermann (Ray Lamontagne, My Morning Jacket), no encontraréis crítica mala a este disco. Por algo será.

 

1. Barn Doors and Concrete Floors (2011)

Siento debilidad por este trabajo, lo reconozco. Algo que debería pasarle a cualquier fan del folk rock y el country-folk. Grabado en un granero de las montañas de Catskill, tiene el encanto de los discos hechos sin pretensiones. Con él se acercó a nuestro país, haciendo parada en Barcelona (Rocksound), Madrid (Wurlitzer) y Bilbao (Azkena), y todo el que lo vio en directo supo darse cuenta de que estábamos ante un artista de largo recorrido. Talento a raudales en «Baltimore», «Goodbye Ghost» o «Fool’s Good».

 

 

 

Eduardo Izquierdo