Coque Malla entrega uno de su álbumes más directos. Aunque Estemos Muertos muestra el trabajo más reflexivo del músico madrileño, con un conjunto de canciones cohesionados a nivel sonoro y lírico y donde vuelve a lo básico, sin arreglos orquestales ni superfluos, dando lugar a un trabajo intenso alrededor del paso del tiempo y la muerte y eso que, como llegó a decir en la presentación del disco: “yo no me he muerto todavía, no sé cómo se muere uno”. Lo estará presentando dentro del GUITAR BCN el 22 de marzo en Barcelona. (Ver más fechas en https://coquemalla.es/web/gira/).
Lo primero felicitarte por el Premio Ondas, y aprovechando un poco la temática de la muerte, de lo efímero que somos por la idea que sugeriste en la escucha del disco, quería preguntarte si son necesarios los premios en una carrera.
No sé si la palabra es “necesario”, pero seguramente que sí. Hay una función que cumplen en la industria, porque esto es una industria, no nos olvidemos, asumámoslo. Los anglosajones lo tienen clarísimo y hay ciertos mecanismos que son inherentes a ella para que funcione y sea fuerte y poderosa. Y, es posible, que uno de esos mecanismos sea los premios. Estamos hartos de ver películas pequeñas, independientes, que no están funcionando en taquilla, que de repente arrasan en los Goya y vuelven a taquilla y levantan la carrera de un director. Así que imagínate si hay una relación absolutamente directa. Es una pena que eso no ocurra en la música. No hay unos premios que provoquen eso. Para empezar porque no hay un solo premio en la música, premios específicos de la música, que premie, quitando los Ondas, que premie a artistas independientes, pequeños. Los premios de la música que conocemos siempre son premios mainstream y que premian a artistas que ya están muy fuertes. Eso sí ocurre en los Goya e imagínate si hay una relación directa. Y luego, necesarios o no necesarios, sientan muy bien, la verdad. Yo sería un hipócrita si dijera que me da igual, que no me afecta y tal. Sienta muy bien y más estos premios que vienen de la profesión. Que, por lo tanto, te lo dan compañeros. Sería falso que estoy por encima de los premios, que me da igual, que no son necesarios.
Adentrándonos en el disco hay dos temas que a mí, personalmente, pese a que todo este material es nuevo, y llevando esta idea de la muerte, del tema del paso del tiempo, me resultan dos guiños al pasado, dos canciones anclas con toda tu obra anterior: una es «Místico», que me lleva a tu etapa en Los Ronaldos, quizás más rockera, más enérgica y luego «Aunque Estemos Muertos» que me enlaza más con tus trabajos más en solitario. ¿Cómo has traído todo tu bagaje al álbum?
Es algo… es decir, yo soy un músico de rock. Y por muy intelectual y arty que me ponga, soy un músico de rock. Y, entonces, esa energía sale todo el rato. En «Místico» es más evidente porque suena más setentera y es verdad que la puedes asociar más a la etapa de Los Ronaldos. Pero creo que está en todo el disco, especialmente en este disco, porque en El Último Hombre en la Tierra y ¿Revolución? casi no aparecía el rock de guitarras. Aquí el rock de guitarras está muy presente, o sea, es un disco muy guitarrero. Pero sí que es verdad que esa cosa clásica de rock está más presente en «Místico» y es verdad que «Aunque Estemos Muertos» se podría comparar perfectamente con «No Puedo Vivir Sin Ti» o con «Me Dejo Marchar». Pero no es algo premeditado, es algo que es tu manera de entender las canciones, de enfrentarte a ellas, tu voz. Van pasando los años, van pasando los discos y se hace más reconocible y el estilo se va depurando y se hacen más reconocibles algunas cosas.
En esto que hablas de ser reconocible me parece que es tu disco más noventero en el sonido, quizá por la falta de ornamentaciones orquestales o de arreglos, porque es un disco muy directo. Y percibo dos influencias para mí. Hay una parte del LP que tiene una influencia muy estadounidense, «Volverá» me parece muy Tom Petty o «Como Los Gatos Salvajes» me lleva a la época de Mavis Staples con Jeff Tweedy. Pero luego hay otra parte, y hay un gran número de canciones, en el que revolotea para mí un grupo español que es (Los) Piratas.
De eso que has dicho, lo de (Los) Piratas, que me ha llamado la atención, yo intuyo por dónde va y es que ahora Fon Román, artífice de ese sonido que hablas, y yo somos muy amigos, estamos muy cercanos el uno al otro, nos vemos mucho, hablamos mucho de música y claro… los Stones de Fon son Radiohead. Y, es verdad que yo llevo un tiempo, sobre todo en el último año, dos años, con una influencia muy fuerte de Radiohead. Entonces yo creo que ahí es donde encuentras la conexión. Y es interesante que lo hagas. Yo creo que hay una influencia muy fuerte, por eso yo creo que también hablas de disco noventero, de Radiohead, especialmente de The Smile, el grupo paralelo de Thom Yorke y Jonny Greenwood, que se ha dejado ver en el disco. Y posiblemente por eso un grupo influenciado por o una música influenciada por Radiohead con una voz en español te lleva a (Los) Piratas.
Retomando el tema de la muerte, que es el tema vertebral del disco, sin ser una muerte angustiosa o a la que temer; en «Bailo Con Los Muertos» dices: ya no me importa nada / pronto dejaré mi cuerpo. ¿Crees que la muerte sigue siendo un tema tabú? ¿Crees que seguimos sin asumir que estamos de paso, que somos efímeros? ¿O crees que sí existe esa eternidad de alguna otra manera?
No, yo en eso soy bastante cáustico. Yo creo que se apaga la luz y se acabó. De hecho, la siguiente canción lo dice, «Místico», no creo en los milagros y cuando esto se acaba se acabó. Por eso lo de la continuidad, por eso el disco tiene una continuidad tan cinematográfica y tan narrativa, porque la primera canción es una toma de conciencia con la muerte y la segunda es, bueno, ahora que tomo conciencia de la muerte debería creer en algo, pero no creo en algo.
Tema tabú, bueno, depende, si vamos a los museos, si analizamos profundamente miles y miles y miles de libros, canciones, películas, obras de teatro, etcétera; como digo, en los museos, hostias, la muerte está presente en las obsesiones de los artistas de todos los tiempos y del ser humano. Nos obsesiona la muerte, la tememos y, eso sí le da cierto carácter de tabú y por lo tanto la negamos, no nos gusta hablar de ella. Pero yo creo que en el arte la muerte ha estado presente, más directa o más indirectamente, pero ha estado totalmente presente.
Para cerrar quería preguntarte, ¿qué contiene el saco de los sueños hoy de Coque Malla?
Virgencita quedarme como estoy. Es decir, soy bastante poco ambicioso, los sueños de grandeza pertenecen un poco más a la juventud. Uno se va haciendo mayor y va tocando tierra y, bueno, yo estoy ahora en una etapa de mi vida, hostia, muy afortunada en lo personal y en lo musical, joder, me va muy bien y más si lo comparo con otras etapas anteriores. Entonces, yo ahora no tengo grandes sueños, mis sueños son estar relajado y que esto se mantenga sin sobresaltos el mayor tiempo posible. No fantaseo con un futuro mucho mejor al que tengo, porque la verdad es que el presente está de puta madre. Si no tomara conciencia de que me va de la hostia en todos los sentidos, joder, sería una pena. De hecho, de eso va el disco también, de la fragilidad, de que de repente la vida te pega un zarpazo. Y por eso creo que es un disco con tanta energía y que a pesar de que está la muerte presente, es un disco muy luminoso.
Texto: David Vázquez