Encuentros

La Hora Chinaski (Eduardo Izquierdo), «mientras haya oyentes, no hay intención de parar»

El podcast La Hora Chinaski, dirigido por Raquel Sánchez y nuestro colaborador Eduardo Izquierdo ha llegado a los 100 programas, algo nada fácil hoy en día. Porque, si bien cualquiera parece tener un podcast, mantenerlo ya es otra cosa. Y más de manera regular, como hace esta pareja de Barcelona. Así que hablamos con él compañero Izquierdo para que nos desgranara algunos datos y nos explicara algunos entresijos de, como el diría emulando a sus queridos Los Lobos, “otro podcast en la ciudad de Barcelona”.

 

Vamos a empezar con esa pregunta que los entrevistados odian: 100 programas ya, ¿esperabas llegar tan lejos cuando grabaste el primero?

Preguntas odiadas pero necesarias (risas). A mí me parece una buena pregunta aunque siempre se haga. La respuesta siempre suele ser que no, pero nosotros es que ni nos lo planteamos. De hecho estamos en el mismo punto que cuando empezamos: llegaremos hasta donde la gente nos quiera llevar. Porque tampoco vamos a ir de que hacemos el podcast para nosotros y nos da igual quién nos escuche. Nos gusta que nos escuchen y cualquiera que hace algo así tiene la misma sensación, o miente. Otra cosa es que te obsesione. Siempre dijimos que mientras haya un número de personas que nos quieran seguir – y podamos -, seguiremos haciéndolo. Aunque nunca se sabe.

 

Johnny y June, John y Yoko, Edu y Raquel. ¿Facilita todo ser pareja o complica la logística, con hijos de por medio?

La facilita, creo. Porque podemos hablar del programa en cualquier momento. Además, nuestros hijos ya tienen edad suficiente como para tener cierta independencia. Así que una charla mientras comemos puede ser una nueva idea del programa, y cómo la vemos ambos. Me ha hecho gracia vernos en una lista con esas parejas famosas (risas). Yo creo que no tiene nada que ver, por eso. Entiendo la broma, pero ellos, y otros, hacían canciones, hacían algo artístico. Nosotros, al final, hacemos entretenimiento, nuestro y de los y las oyentes,

 

¿Es cada vez más fácil hacer un podcast y más difícil que llegue al público, con tanta competencia? ¿Qué futuro le ves a este medio?

Claro, por eso muchos mueren. Al final, el podcast es el heredero del blog. Todos tuvimos uno en algún momento, y todos murieron, con alguna excepción que sigue ahí al pie del cañón, como Ciudad Criolla, con un curro encomiable. Al podcast supongo que le pasará lo mismo cuando nos pasemos a hacer videos de youtube o vete a saber qué…Yo mismo no puedo abarcar con todos los que me gustaría escuchar. Me pasa como con los discos. Me gusta escuchar más de los que puedo abarcar. Curiosamente oigo pocos de música, porque si no ya no me pondría discos. Pero hay cosas muy buenas por ahí: Viva Las Vegas, Sanfreebird Experience Rockshow, Rock’n’Roll Animal, El Descampao, Río Rojo, De Vampiros y Cowboys….

 

¿Qué ha cambiado en el medio desde aquellos tiempos de Sentido Común, vuestro programa en Ona de Sants?

Yo creo que no mucho, aunque lo parezca. Nosotros cuando hacíamos Sentido Común ya teníamos más oyentes en streaming que durante el programa, que era en directo todos los martes. Incluso si algún martes no podíamos ir, grabábamos en casa y yo lo lanzaba desde allí. Así que la cosa no ha cambiado mucho, más allá de crecer exponencialmente la oferta.

 

¿Cómo surgió el programa? ¿Qué os llevó a dar el paso?

Bueno, Raquel es radiofonista. Es lo que estudió y siempre pensamos en hacer algo juntos. Y a mí la radio me tira mucho. Siempre lo ha hecho. En tiempos pre Internet, y en este país, era mi fuente para enterarme de cosas, junto con las revistas. Era la forma de poner sonido a lo que leías. Creo que los que tenemos el gusanillo de la radio metido dentro, nunca lo perdemos.

 

Otra pregunta odiosa: ¿Cuál es la diferencia con hacer periodismo escrito, a lo que también te has dedicado en medios como Ruta 66?

La exposición. Creo que, ahora mismo que lo que dices queda como hemeroteca también (antes no), estás más expuesto cuando te oyen decir algo concretamente. En el medio escrito siempre tienes la excusa de que tus palabras se han tergiversado, de que igual no se te ha entendido, de que te han cortado una parte del texto…Al poner tu voz y decir algo no hay vuelta de hoja. Pero, paradójicamente, a mí me gusta ir sin guion en el programa, simplemente con la lista de temas y con cuatro datos que busco en el momento. En cambio, al escribir algo te informas más. Supongo que es contradictorio con lo que decía al principio, pero es así. Al locutar creo que no ir tan encorsetado hace que te sientan más cercano. Incluso la equivocación tiene su punto de gracia.

 

 

Tienes distintas secciones en tu programa con veteranos como Eloy Pérez o Manel Celeiro, muchos de ellos procedentes o de la órbita Ruta 66. ¿Qué ha significado la revista en el universo Chinaski?

Mucho, claro. Ahora la revista tiene, por fin, su propio podcast, dirigido por JF Leon y Sanfreebird, pero durante mucho tiempo creo que esa función la hacíamos humildemente entre varios podcasts. Dábamos sonido a la revista, o a una parte de ella. Siempre defendí que en estos tiempos el Ruta debía tener sonido, y es cojonudo que por fin sea así. Además es la revista a la que soy más afín, y es mi casa, a fin de cuentas. Así que es esencial. Y, por supuesto, los colaboradores surgen la mayoría de ahí, aunque esencialmente es que son nuestros amigos.

 

Dedicas gran parte del programa a las rancheras. ¿Alguna recomendación para el neófito?

Menos de lo que quisiera. Porque Raquel no me deja (risas). Tengo la sección Viva México donde intento concentrarlas. Yo soy muy de rock fronterizo, incluso llevo tiempo intentando convencer a Raquel de que tengo antepasados mexicanos, y hacemos mucha coña en casa (te juro que lo creo). El caso es que haría un programa solo de eso, pero entiendo que es un género difícil y a veces denostado ¿Recomendaciones? Pues para no empezar duro las rancheras de Los Lobos o los Mavericks, pero el siguiente paso ya es Flaco Jiménez y de ahí a José Alfredo Jiménez o Miguel Aceves Mejías.

 

Nos criamos en el boom de la americana hace unos 20 años. Sin embargo, es un género que a medida que ha pasado el tiempo se ha visto cada vez con más sospecha, incluso con desprecio. ¿Qué le dirías a esos críticos que se burlan del americana?

Que se dejen de tonterías. Si es que existe como género, cosa de la que se podría hablar largo y tendido, es diría que junto al blues rock y al power pop el que se mantiene en mejor estado. Es cierto que hay millones de bandas – la saturación, de nuevo – y a veces cuesta extraer el grano de la paja, pero la música americana está en un momento fantástico. Para no entrar en los nombres de siempre, les diría que escuchen los discos que han sacado este año gente como Zach Bryan, Jason Eady, Molly Tuttle, Margo Cilker, Whitney Rose, Turnpike Troubadours… En el sentido más amplio del término, incluso el último de Grace Potter, que para mí es uno de los discos del año, puede ser considerado americana. Y si quieren ir a gente más clásica que se cojan el último de John Mellencamp o de Buddy & Julie Miller. Hay muchísimo nivel.

 

Los artistas que más han sonado son, según tus cálculos, Elvis, Dylan y Jack White. ¿Será algún día White un clásico a la altura de los otros dos?

No lo sé. Es probable que no, porque ya no existe ese nivel de ensalzamiento a una sola figura. Los tiempos han cambiado, y esos grandes dinosaurios, como diría Mick Wall, se extinguieron, pero creo firmemente que White es uno de los grandes genios del S XXI, si no el más grande.

 

Si hubiese un artista moderno que algún día pudiese sonar tanto en el programa como White ¿Quién sería?

Si lo podemos considerar moderno, Daniel Romano, sin duda. Me parece otro genio, capaz de sacar un número incontable de discos de diferentes géneros manteniendo el nivel. Pero mira, un poco es respuesta a lo que te decía antes, lo conocen cuatro.

 

Sigues rastreando muchos discos modernos. ¿Crees que demasiados críticos y especialistas han dado la espalda a la actualidad y han dejado de explorar cosas nuevas?

Rotundamente sí, y lo entiendo, aunque creo que entonces no puedes seguir siendo crítico de rock. Creo que para eso has de estar informado. No puedes escribir de Americana, que hablábamos antes, y no saber quién son Band of Heathens. Entiendo que cuando llegas a cierta edad, como la mía, y miras tu colección de discos pienses “no necesito nada más, con esto puedo vivir 300 vidas”, y que decidas encerrarte en esos discos, pero para mí es incompatible con el oficio de crítico. Cuando vas a ver a Pokey LaFarge a un concierto o a Larkin Poe, tienes que saber con quién comparar más allá de los clásicos, si otra gente está haciendo cosas similares actualmente, si hay gente joven que va por esa línea o no…Yo lo concibo así.

 

¿Piensas llegar a otras cien entregas más? ¿Qué tendría que ocurrir para que fuese así?

Lo que te decía en la primera pregunta. Si no pasa nada raro, y la gente sigue respondiendo como hasta ahora, ahí seguiremos. Además, ahora tenemos hasta logo nuevo. Del primero se encargó mi hija June, y ahora tenemos una imagen de El Ciento que me encanta. El mundo da muchas vueltas, pero no hay intención de parar hasta ahora.

 

Héctor G. Barnes

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda