¿Es tan bueno el disco de Adam Hood como parece tras una primera escucha? Rotundamente sí. Y lo es porque te lo sigue pareciendo tras dos, tres o cuatro. Y porque con ellas no tienes suficiente y te lo quieres volver a poner. Él dice que sus referentes son John Prine y Warren Zevon, casi nada, aunque su música trae a colación bastantes más influencias con un aroma soul y rhythm and blues que suena de maravilla. Quizá en su debe solo estaría el exceso de temas lentos, porque en canciones como «22 Days Too Long» es prácticamente imbatible. De hecho es una canción que sonará a los más aviesos seguidores del Americana porque fue el single de este disco publicado originalmente ¡en 2020! Es más, Hood la grabó ya originalmente en 2009. Sí, no estamos chalados. Publicado en plena pandemia, Hood ha decidido regrabar el álbum para que alguien pudiera darse cuenta de que había conseguido su mejor disco, montado a base de recortes de aquí y allá. Así que podríamos interpretar este disco como una especie de grandes éxitos regrabado. Y las mejoras en algunos temas son notorias. Como el homenaje a los pioneros del country que es la espléndida «Late Night Diner» o ese medio tiempo magnífico que cierra el disco con el título de «Whole Town Talking», ejemplo de lo que es una canción de americana casi perfecta. Como el álbum.
Eduardo Izquierdo
