Podríamos decir que la escena underground de Barcelona goza de un excelente estado de salud, están surgiendo promotoras que no tienen miedo a programar bandas y giras a precio ajustado, en locales con “encanto” y mucha cercanía. Esto está generando que el abanico de público asistente sea muy amplio, donde conviven sin problemas Punks con Indies, chicas tatuadas con heavys infiltrados, camisetas de Mayhem con otras de Social Distortion o de Slaughter And The Dogs, etc… en definitiva se ha gestado una escena muy atractiva, que por poner un ejemplo se me antoja similar a la de una ciudad como Austin.
Esa noche por el escenario pasarían Les Llullies y Sick Thoughts, propuestas basadas en un mismo concepto, pero de lugares muy alejados en el planeta. Montpellier se encuentra a 348 Km de la sala Meteoro, esa es la distancia que recorrieron Les Lullies para llegar a la misma, y subirse al escenario para ofrecernos un Rock And Roll acelerado, que sonó a chatarra, pero precisamente fue eso, lo que les dio todavía un toque más canalla, afrancesado, pero de barrio.
“Mauvaise Foi (2023)” es su álbum más reciente, y un buen puñado de su contenido lo despacharon con una velocidad pasmosa en poco más de media hora. Recreando a su estilo las referencias de New York Dolls, pero cargados de High Energy vía sonido Gibson Flyng V, “Dernier Soir” o el tema que titula su último álbum, podrían servir de claros ejemplos de himno e inmediatez respectivamente, y de lo que nos ofrecieron.
Drew Owen es de New Orleans, y define su reciente mini álbum “Born To Blitzkrieg (2023)” como el resultado de vivir en un estado caótico continuo, no te dejes engañar por la foto de portada a lo Richard Clayderman de su protagonista, ya que este incluye cuatro puñetazos punk directos al estómago. Sick Thoughts es su proyecto, y Drew en escena se vacía por completo, arrancando el show en modo Punk con el tema que da nombre a la banda y que parece un homenaje a Bad Brains, pasando a recrear todas sus facetas, ya sea un himno Glam como “I Hate You” o bien otro juvenil como “Hole In The Wall”, y sobre todo no parando de beber cerveza continuamente. No accedió a interpretar como bis nuestra petición del cover “Killer On The Loose”, pero la declino con estilo, primero con un elegante “mejor ponte el disco original en casa” y a posterior con un “la bajista no se la sabe”.
Por último, y retomando el concepto underground comentado en el inicio de esta crónica, otro de los puntos fuertes de esta escena, es que cuando finalizan los shows, no se encienden las luces y te echan a patadas de la sala, todo lo contrario, habitualmente hay Disc Jockeys que pinchan muy buena música para poder alargar la noche. ¿Se estará convirtiendo Barcelona en el Austin europeo?
Texto: Óscar Fernández Sánchez
Fotos: Alvar Lluís Gavaldá