Encuentros

The Neuras, “la idea de tocar en un grupo surge sola, cuando ves que pasas más tiempo de la cuenta escuchando discos”

 

 

 

Después de actuar con un repertorio formado básicamente por versiones (Prisoners, Sonics, Nick Lowe, Elvis Costello, los Plimsouls o los Kinks), Wildhog cambian su nombre por el de The Neuras y estrenan sus propias canciones. Pop de guitarras rebosante de energía y marcado por impecables melodías de sabor clásico.

Ricardo (bateria), Eduardo (bajo y voces) y Vicente (voz principal y guitarra y teclados) grabaron un primer álbum, “Wicked”, en 2022. En 2023 regresan con un poderoso y enérgico “Side Show”, para el que se incorpora un cuarto miembro, el teclista José Luis.

Hablamos con Vicente, guitarrista, vocalista y principal compositor de la banda.

Para empezar ¿Cuándo Vic y Ed tuvieron la idea de formar un grupo?

Bueno, antes de nada debo decir que lo de Ed, Vic y Ric, y más recientemente JL, es una coña nuestra. Realmente nadie nos llama así, sólo lo hacemos entre nosotros cuando estamos de cachondeo, y en los mensajes de whatsapp. Una vez, en una entrevista, me dio por nombrarnos así, y ahora nos persiguen los nombrecitos a todas partes. Aclarado esto, respondo a tu pregunta.

Verás, Eduardo, Ricardo y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo. Éramos adolescentes en los 80s en plena eclosión del movimiento mod en España. En aquella época tenías que tocar en un grupo o tener un scooter. Pienso que la idea de tocar en un grupo surge sola, cuando ves que pasas más tiempo de la cuenta escuchando discos y, por otro lado, notas que tienes ciertas aptitudes para tocar la guitarra.

Con 16 o 17 años ya estábamos completamente pillados por Los Who y Los Kinks, y lo compaginábamos con bandas más contemporáneas a nosotros como Elvis Costello y los Attractions, los Pistones, los Knack, Nacha Pop y demás gente que tenía el rollo pop como denominador común.

Luego descubrimos el resto, gracias a los colegas que se traían discos de Inglaterra, o bien gracias a un amigo que vendía en su casa montañas de discos de importación de sellos como Edsel, Kent, See for Miles Records, Voxx.. Te hablo de antes de 1990.

Creo que en un periodo muy corto de tiempo, desde 1985 hasta 1989 ya habíamos descubierto todo desde el Northern Soul hasta la psicodelia. Éramos (y seguimos siendo) unos auténticos melómanos.

El haber tenido un “background” musical tan rico y completo creo que fue el principal motivo que nos empujó a participar de un modo activo en la música. Los cuatro miembros de la banda empezamos a tocar a mediados de los años 80, y lo que somos ahora ya se empezó a cocinar entonces.

Vuestra primera experiencia fue Wilhog, donde realizabais versiones. ¿Cómo fue ese primer proyecto?

Antes de Wilhog ya habíamos estado en diferentes bandas, de hecho Eduardo tocaba con los Bombones, y aparece en varios discos que editó Rock Indiana en los 90s. Wildhog era un grupo que, haciendo sólo versiones, ya tenía un sonido muy personal. Echábamos mano de los Flamin´ Groovies,  los Sonics, Chuck Berry, los Remains, los Easybeats, o los Prisoners,  pero siempre sonaba todo bastante homogéneo.

Gracias, y no puedo negarlo, a haber estado desde el principio tan de lleno metidos en la escena mod, hemos tocado en Rallies, festivales y demás eventos relacionados con esta historia.

Más tarde, ya con composiciones propias y algunas versiones, formasteis The Neuras. ¿Qué ideas teníais para dar consistencia propia al grupo?

Me imagino que nos ocurrió algo parecido que a otros músicos. En 2020 llegó el confinamiento forzoso, y tuve mucho tiempo libre.  Me puse a darle forma a ideas que tenía y a escribir canciones.

Cuando salimos del arresto domiciliario les enseñé las canciones al resto de la banda y, con lo que ellos aportaron, vimos que eran buenas canciones para meterlas en el repertorio; y, como unos meses antes habíamos grabado algunas versiones de Nick Lowe, Graham Day y otros compositores en un estudio, nos decidimos a grabarlas. La idea, pues, era seguir en nuestra línea, pero tocando nuestras canciones.

Debutasteis en el sello Family Spree, ¿Un disco que ideado durante el confinamiento?

Absolutamente. Esos meses sin pisar el local de ensayo no se desaprovecharon para nada. Yo les pasaba a Ricardo y Eduardo (José Luis aún no se había incorporado) los audios con las demos, y ellos me animaban a seguir. Aunque no todo viene de ese corto y reciente periodo, ya que nos decidimos a rescatar dos composiciones antiguas de ellos.

Se palpa que los sonidos van desde el power pop, mod hasta el garage. ¿Cómo engrasáis estas vertientes sónicas?

Creo que todo se basa en despojarte de las etiquetas. Es cierto que cuando escucho una canción de los Nerves soy consciente de que eso es puro power pop, y cuando escucho a los Left Banke me estoy sumergiendo en el pop barroco de mediados de los 60s; pero cuando saco algo propio no pienso en otra cosa que en que sea algo bueno. Entiendo que ahí hay muchas influencias. Quizás por eso algunas canciones puede que dejen ver cierta reminiscencia que en otras no estén tan patente.

Tenéis un nuevo disco para la discográfica Rock Indiana, “Side Show”. ¿Cómo fue desarrollándose la elaboración y grabación de este artefacto?

Todo fue mucho más pausado y reflexivo que con Wicked. De hecho, lo grabamos en tres sesiones. De modo que tuvimos tiempo de matizar todo y decidir qué instrumentos íbamos a añadir en las siguientes canciones. Así fue como incorporamos un chelo y un piano en algunas pistas; y como decidimos que Miles Away From Home tuviera un aire folk.

La idea de que sonase un órgano Hammond siempre ha estado en mi cabeza por culpa de los Small Faces y Booker T. Por eso lo toqué en muchas canciones del primer disco, y en algunas de este último; y desde hace un año tenemos la suerte de contar con José Luis como cuarto miembro, lo cual hizo posible que él lo tocara, junto al piano, en las canciones de la última sesión.

Un disco autoproducido por vosotros.

Íbamos repletos de ideas y sabíamos perfectamente cómo queríamos que sonara todo. Pasamos el mismo tiempo tocando que detrás de Domingo, el técnico que estaba a los controles y dueño de Estudio 335, bombardeándole con nuestras ideas.  No sé cómo no se cansó de nosotros.

Debo decir que ese lugar tiene cierto encanto o magia, y facilita bastante que todo vaya bien. Hay un equipo impresionante. Desde el viejo Hammond B3 con su enorme Leslie hasta esa batería Ludwig de los 60s, pasando por la variedad de micros y amplificadores; y por supuesto la amabilidad y buen hacer de Domingo.

Diez temas abarcan esas sensaciones de tener muy claro lo que queréis, y la energía que queréis dar al disco. ¿Cómo habéis trabajado esas nuevas composiciones?

Hemos ensayado las canciones sin prisas; pero procurando que se pudieran tocar en directo sonando casi como lo que se fuese a grabar. Así que no hemos recurrido a efectos que luego no pudiesen sonar en directo. Salvo en la paranoia de Outer Space Chase por motivos obvios.

También es importante que hemos grabado casi todos los instrumentos en directo, dejando lógicamente los arreglos de guitarra, piano, y alguna pista de órgano para el final. Eso es lo que transmite esa energía a la que te refieres.

Igual que en el primer disco, en este metéis otra versión de Graham Day. ¿Estáis muy influenciados por este músico a través de sus discos?

Sí. Desde que llegó a mis manos una cinta del “A Taste of Pink” de los Prisoners, cuando tenía 17 años, he sentido una total devoción por Graham Day. Y creo que a los otros les ocurre algo parecido, especialmente a Eduardo.

Es un músico injustamente poco reconocido, que no infravalorado. Digamos que es un músico, con todas las bandas que ha tenido (Prisoners, Prime Movers y sus combos desde mediados de los años 90), para minorías exquisitas, con una facilidad increíble de crear canciones realmente buenas. Digamos que se trata de trata de un Paul Weller con menos suerte, pero no por eso peor.

El hecho de que quisiéramos versionar dos canciones suyas repartidas en los dos discos fue totalmente a propósito. Fue una licencia que nos dimos sabiendo que nos podría tachar de repetitivos o de ser desconocedores de otros músicos, lo cual nos importa bien poco.

Somos fans de Graham Day, y hemos querido que dejarlo patente por los siglos de los siglos.

¿Qué sensaciones os deja “Side Show”?

Creo que el resultado ha sido bueno. Siempre te quedas con la cosa de que podría haberlo hecho mejor. Supongo que eso le ocurre a todo el mundo que crea algo. La perfección está en un plano más divino. ¿No? y en esa divinidad están el “Pet Sounds” de los Beach Boys, el “Tommy” de Los Who, el “Sargent Pepper”, de los Beatles o el “Odessey and Oracle” de los Zombies.

Actualmente seguís teniendo esa actitud compositiva tan excelente para pensar en un nuevo trabajo para un futuro venidero, ¿Qué proyectos inmediatos tenéis pensados?

Estos días estamos preparando una versión de Bronco Bullfrog que grabaremos en dos semanas para un proyecto de Rock Indiana. Es cierto que tengo canciones en el cajón para empezar a pensar en otro disco, pero ahora lo que nos apetece es salir a tocar por ahí. Así que, hasta dentro de varios meses, no creo que nos pongamos a trabajar en otro disco.

Texto: El Profe

(Gracias por la colaboración de Pablo Carrero, Rock Indiana)

 

 

 

 

 

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda