The Kleejoss Band regresan con Porvenir, su segundo trabajo con letras en castellano. Un disco en el que la banda maña ha contado con la producción de Hendrik Röver, y en el que siguen experimentando dentro del abanico sonoro del rock americano.
Nada más y nada menos que siete discos en nueve años y, curiosamente, los que más se han demorado han sido los dos últimos. ¿Ha tenido que ver algo el cambio de idioma?
No creo. Lo que ha pasado es que, en los últimos años, nuestras vidas personales han sufrido cambios, y las circunstancias han hecho que tengamos menos tiempo, y por eso tardamos más en terminar las cosas. Sí que es verdad que nuestro trabajo anterior, Maleza, que fue el primero en castellano, fue más complicado, también porque coincidió con la época de pandemia. Pero este lo hemos hecho bastante rápido. De todas formas, también queríamos sacar las cosas más espaciadas en el tiempo.
Sí, porque el ritmo que llevabais antes de Maleza no era normal, ¿no?
Llevábamos un ritmo de banda de los 60, de un disco por año… Pero es que en nuestros inicios teníamos mucha energía, queríamos darnos a conocer y que la gente tuviera cosas nuestras para escuchar; ahora que ya tenemos un bagaje importante, vimos que ya podíamos tomarnos tiempos de descanso más largos, e incluso aburguesarnos un poco [risas].
Siguiendo con el tema del idioma, parece evidente que con Porvenir ya habéis superado todos los miedos que podía haber, al empezar a hacer letras en castellano; es más, yo ya no os imagino haciendo temas nuevos en inglés…
Pues me alegra escuchar eso, porque el inglés, además, estaba muy arraigado en el grupo. Nos dimos cuenta de que teníamos que empezar a jugar en nuestra liga, porque hay grupos ingleses o americanos que lo hacen muy bien, y en los conciertos, siempre acababan reemplazándonos por uno de ellos… al final si tratas de hacer lo mismo, lo lógico es que elijan al auténtico. Así que decidimos hacer ese cambio importante, y la personalidad de la banda ha crecido muchísimo. Además, es más fácil y divertido, y todas las dudas e inseguridades que podíamos tener ya están completamente superadas. Pero necesitábamos dar el paso, y creo que la gente también lo ha agradecido, porque ahora puede entender y cantar las letras.
¿Es importante también, para que el público sea más participativo en los directos?
Claro, ese feed back del público es fundamental. Es cierto que sin banda no hay bolo, pero la manera en que el público afronta el concierto también determina mucho lo que pase en la sala. Si la gente está por la labor, todo sale, y para eso, tienes que ganarte su confianza, y es más fácil que entren en tu juego si lo haces en su idioma.
¿Y hay un punto extra de responsabilidad sobre lo que dices, al cantar en un idioma que van a entender todos vuestros fans?
Sí, ya no te vale el “I love you, yeah yeah yeah” (risas)… algo que, por otra parte nunca hemos hecho, porque siempre hemos cuidado mucho las letras; pero en inglés te sientes más protegido, ahora estás más expuesto, y se mide mucho más lo que se dice, pero se hace con mucho mimo y cuidado.
En el aspecto musical, parece que no os cansáis de seguir experimentando dentro del amplio espectro sonoro del rock americano…
Siempre que hacemos los discos, procuramos que las canciones sean distintas unas de otras, para que haya un recorrido, y la gente pueda enganchar con unas o con otras; en ese sentido, me gusta que, cuando preguntas a la gente sobre sus canciones favoritas, es raro encontrarte cuatro personas que coincidan en las mismas… eso me mola, porque supone que conecta con mucha gente de forma diferente. Para nosotros también es más divertido hacerlo así, porque necesitamos esa parte de desafío de hacer siempre cosas distintas. A otras bandas parece que les funciona, pero creo que a nosotros nos aburriría hacer siempre la misma canción.
Además, siempre pensamos que el disco lo vamos a mostrar íntegro en directo, y por eso, tienes que tener en cuenta que haya variedad para que, cuando estés preparando el setlist, puedas hacer algo que te vaya llevando por diferentes caminos a lo largo del concierto.
Guitar Town Sessions. Vol. 2 es el subtítulo del disco, porque repetís con Hendrik Röver en la producción, ¿os tiene ya cogido el punto?
Es una maravilla grabar con Hendrik, porque es un tipo que siempre suma, yo creo que es lo mejor que me he encontrado en el mundo de la música, por honestidad, por forma de trabajar, por el humor, y por el espíritu de colaboración constante que pone en todo lo que hace. Es el mejor. Además, mola que siempre colabore en nuestros discos, y la mayoría de veces no lo hace por iniciativa propia, sino que se lo proponemos nosotros. Al final, yo no entiendo demasiado de fútbol, pero creo que es como tener a Messi en el equipo, y dejarlo en el banquillo… pues eso, si es el mejor, déjale que aporte a la música todo ese talento que tiene. Se implica mucho en su trabajo, y lo mejor es que entre nosotros ya hay mucho cariño, y eso se agradece a la hora de currar.
¿Tenéis ganas de empezar ya a presentar estos nuevos temas en directo?
Muchísimas. Empezamos el 3 de noviembre en Bilbao, y siempre está bien tener material nuevo que enseñar en las ciudades donde ya has estado tantas veces tocando; el disco nuevo es una buena excusa para seguir funcionando, que se hace por la necesidad creativa de hacer nuevas canciones, pero también por el placer de poder mostrarlas por ahí.
El año que viene cumpliréis diez años de vida como banda. ¿Habéis notado muchos cambios desde que empezasteis?
Sí, ¡diez añazos! Que una banda dure diez años, y pueda sacar tantos discos y seguir tocando, creo que es un motivo de celebración, y habrá que hacer algo especial, porque también pienso que nos lo merecemos. Y en cuanto a lo que me preguntabas, todo ha cambiado y se ha profesionalizado mucho, antes era más sencillo hacer las cosas, y ahora todo lleva un proceso más largo… por ponerte un ejemplo, cuando nosotros empezamos, casi nadie vendía tickets on line, y ahora tienes que montarte una plataforma para poder vender las entradas de tus conciertos. Son cosas a las que te tienes que ir adaptando; pero, al final, sigue siendo rock and roll, cambia el envoltorio, pero el corazón y la filosofía siguen siendo lo mismo: salir y tocar… y en eso no hay mucha diferencia.
En estos años también ha habido momentos duros no previstos, como la pandemia o los cambios de formación, que no son plato de buen gusto, pero lo que hay que hacer es reponerse siempre a la adversidad, tirar para adelante y seguir creyendo en lo que haces.
texto: Sergio Iglesias
Fotos: Jaime Oriz
PRÓXIMAS FECHAS
Viernes 3 noviembre – Sala Rocket – Bilbao
Sábado 18 noviembre – Sala Rock & Blues Café – Zaragoza.
Sábado 25 noviembre – Sala La Panera- Montemayor de Pililla, Valladolid
Domingo 26 noviembre – Torrecaballeros – Cruce de caminos
Sábado 16 diciembre – Razzmatazz 3- Barcelona
Viernes 26 enero – Babylon – León
Sábado 27 enero – A Casa de Arriba – Vigo
Domingo 28 enero – Café Cultural Auriense – Ourense
Domingo 18 febrero – Aiguaviva (Black Music Festival, Girona)
Sábado 16 marzo – La Gramola- Orihuela
