Encuentros

Marcelo Criminal, “aspiro a una forma de expresión verdadera»

 

 

1997, Murcia. Ese fue el año en el que en la comunidad autónoma nacía un artista que iba a demostrar que no solo existe Carlitos Alcaraz, o Pérez-Reverte. Marcelo criminal lanzó el pasado viernes su cuarto trabajo, “la última casa de apuestas”. Un EP compuesto por 22 temas sin precedentes que exaltan la  imaginación sin límites del murciano. Esta cuarta entrega tiene todo para triunfar. Es el álbum más extenso y personal de Marcelo,  además del primero en el que podremos escuchar un solo de guitarra acompañado de percusiones mucho más trepidantes y profundas que en sus anteriores discos.

 

A qué se debe el título tan peculiar (La última casa de apuestas) de tu nuevo disco?

Quería hacer un disco con un tono apocalíptico pero intentando, por otro lado, no ser catastrofista. Pensé que la imagen de una última casa de apuestas en la Tierra sugería la idea de un mundo, el nuestro, que ha sido derribado, pero ese derribo incluye algunos de los peores aspectos de nuestro entorno, el fin de las macrocorporaciones y de la explotación de la ludopatía.

QuÉ músicos te han influenciado más a los largo de tu trayectoria? Y en particular en este álbum en el que vemos una tendencia más electrónica en temas como “Labiodental” ¿Y quiénes han sido los artistas que te han inspirado?

Gente como Beat Happening, Galaxie 500, Daniel Johnston, Teen Suicide, Casiotone for the Painfully Alone, Caliza, Tirana… fueron quienes me animaron a hacer música. Entre las referencias que hemos manejado para este disco están también PinkPantheress, Belle and Sebastian, Hannah Diamond o Jarfaiter.

En muchos de tus nuevos temas las letras están cargadas de reflexiones políticas y verdades aplastantes que chocan con la superficialidad de hoy en día. ¿Crees que esta forma irónica de hacer reflexionar a la sociedad puede llegar con más contundencia a los jóvenes?

Creo y aspiro a una forma de expresión que sea “verdadera” pero no necesariamente literal, de esa forma, creo, se pueden sugerir ideas más complejas que las del simple lenguaje hablado. No creo especialmente que esto las haga llegar más lejos en cuanto a popularidad, la verdad.

“En miedo a salir de noche” resalta una estrofa en la que dices “me parece que soy la pesadilla de Karl Marx». ¿A qué te refieres con esta frase?

Es un juego con la idea marxista (aunque me parece que no es original suya) de “a cada cual según sus necesidades, de cada cual según sus capacidades”. En esa canción el protagonista considera que sus necesidades (de afecto, atención, etcétera) están muy por encima de sus capacidades sociales.

Las letras de tus canciones son directas y sinceras hasta el punto de acabar con temas tabúes. ¿Crees que estas características tan poco comunes chocan con la superficialidad de hoy en día provocada por las redes sociales?

No sé si el mundo actual es más superficial que antes porque casi desde que recuerdo existe internet en mi vida. Tampoco creo que sea un ámbito superficial, mucha de la gente que me sale a mí en twitter o Instagram se quejan de sus trabajos, comentan sus problemas sentimentales o hablan de obras de arte que les apasionan y nada de eso me parece superficial, de hecho muchas veces me nutro de esas cosas para las canciones que hago. Internet y las redes, me parece, tienen otros problemas pero ese no lo considero de los principales y no está entre mis intenciones chocar con ello.

Has escrito una canción titulada El día que murió Pedro Sánchez”, ¿pensaste en algún momento que aunque sea una historia ficticia podría tener repercusiones legales, al igual que otros artistas como Valtonyc? Cuál es el mensaje y cómo surge?

La verdad que, quizás sobrevalorando la capacidad de algunas personas de manejar la ficción, no se me ocurrió que podría tener ninguna repercusión de ese tipo. Es un poco difícil para mí explicar el “mensaje” de la canción porque parte de lo que buscaba era crear una situación complicada para el oyente, quería crear una historia en un mundo distinto al nuestro que reflexionase, un poco en el contexto apocalíptico que comentaba antes, sobre lo fácil que es que las cosas que pensamos que son fijas se desvanezcan.

En algunos temas como Nueva Sinceridad o  Examen de conciencia vemos que las letras van dirigidas a una o un grupo de personas. ¿A quién le quiere cantar Marcelo criminal?

Igual que cada canción tiene un personaje narrador, también tiene un personaje al que se le narra, a veces es una pareja, un amigo, con frecuencia son un poco gritos desesperados de una persona por la calle.

¿De dónde surge la idea de dar un concierto en exclusivo a un fan? Tiene algún fin más haya de brindarle una gran sorpresa al afortunad@?

El fin es, por supuesto, publicitario, promocionar el disco, pero me parece una idea muy divertida recorrerme España para ir al salón de un, supongo, desconocido a echar un rato. Una cosa bonita de la música también es hacer amigos.

¿Cómo encuentras la escena musical española actual? Pese a la efervescencia y a la cantidad de bandas emergentes, ¿crees que existe poso? Crees que aguantarán?

Salen muchos grupos y actualmente me cuesta seguirle la pista a muchos. Me gustan muchas cosas pero siento que el valor “alternativo” va teniendo cada vez menos peso y la mayoría de grupos son “indies” a su pesar y como un estadio temporal. Los grupos ya no son “pequeños” por ejemplo, sino “emergentes”, se presupone que hay una intención de emerger y llenar estadios. Más allá de esto, creo que muchos de los grupos que hay ahora son y serán importantes y espero que algún día mis hijos escuchen con atención a gente hoy “emergente”, porque creo que el tiempo les dará la razón.

¿Estamos ante una de las escenas más enriquecedoras a nivel creativo de las últimas décadas? ¿Con qué década te sientes más identificado?

No sabría comparar esta década con cualquier otra, imagino que se están haciendo más canciones en España y en el mundo que en cualquier otro momento y tiendo a pensar que, por tanto, más canciones buenas. La música que más me gusta seguramente sea el indie de finales de los ochenta o principios de los noventa pero siempre lo leo desde el presente, solo me puedo identificar con la década que vivimos.

¿Cuáles serían las diferencias más notables de este cuarto trabajo respecto a los anteriores?

Es, aunque sea un tópico, seguramente mi disco más personal, pero también es el único en el que he cantado en tercera persona, es mucho más largo que nada que haya hecho, hay percusiones más trepidantes, instrumentos nuevos, uso ostensible del autotune y hasta toco el único solo de guitarra que quizás toque nunca.

Texto: Antonio Gallardo

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