Muchos son los que aseguran que el blues está muerto. Pues desde aquí vamos a demostrar que no. Que está más vivo que nunca, y no solo eso, sino que ha sufrido múltiples mutaciones. Y que blues hay hasta debajo de las piedras. Blues bastardo, quizá. Pero a fin de cuentas, blues.
El de Illinois está atravesando su mejor momento, tanto en lo personal como en lo creativo. Y eso se refleja en cada una de las canciones que componen In the Blossom of Their Shade, su último trabajo. Está deseando, casi tanto como nosotros, presentarlo a nuestro país.
El bueno de Pokey, que en realidad se llama Andrew Heissler, no tiene reparo en ponerse a chapurrear algo de español o italiano en los primeros compases de nuestro encuentro. Me cuenta que ambas lenguas despertaron su curiosidad durante los años que estuvo viviendo en Los Ángeles, ya que allí solía alternar con españoles e italianos. También ha debido ayudarle a defenderse en ambos idiomas el haber devorado una cantidad ingente de música de estos países.
Ahora vive en Maine, en una preciosa casa con vistas al mar y a las montañas, pero allí le resulta imposible perfeccionar el idioma porque no hay españoles con los que practicar. Por eso, y por otras muchas razones, una de las grandes figuras del country-blues en la actualidad siempre está deseando venir a visitarnos. Buena muestra de ello es la gira que le traerá el 31 de este mes al Loco Club de Valencia, para luego continuar el 1 de noviembre en Barcelona (La 2 de Apolo), 2 de noviembre en Zaragoza (Rock and Blues Café), el 3 en Madrid (Copérnico), el 4 en Outono Códax Festival en Santiago de Compostela (Capitol) y el 5 en Bilbao (Kafe Antzokia).
Marzo de 2020. Sale Rock Bottom Rhapsody pero cuando estás a punto de salir de gira… ¡Una pandemia mundial! ¿Qué fue lo primero que pensaste?
Supongo que debí reaccionar como la mayoría de la gente porque nunca había vivido algo así antes. Creo que lo primero que pensé es que aquello no duraría demasiado, soy una persona optimista (risas). Pero un mes después, en abril, ya me hice a la idea de que todas las fechas de la gira iban a ser canceladas. Yo estaba en Austin (Texas) en ese momento y no me quedó otra que aceptar que todos mis planes para ese año habían sido arruinados. Fue entonces cuando decidí que, ya que no podía salir de gira, iba a dedicarme a descansar y a disfrutar del verano para, más tarde, empezar a trabajar en un nuevo disco.
Si no me equivoco, tu primera parada iba a ser en el festival SXSW. Justo ahora se cumplen diez años de tu primera actuación allí. Estarás deseando volver…
Sería perfecto, ha pasado un montón de tiempo desde la última vez. Además, el año que viene tendré nuevo disco para esas fechas, aunque aún no es oficial. De todos modos, me parece curioso que ahora se escuchen diferentes opiniones sobre lo que supone tocar en el South by Southwest. Están los que piensan que está más enfocado a esas bandas interesantes que están empezando y quienes creen que es un festival para artistas que ya son famosos. Así que tendré que esperar a que mi mánager o alguien de la discográfica me diga qué debería hacer (risas).
Lo que está claro es que debió ser una gran noticia para tus seguidores que, después del confinamiento, les pudieses regalar un disco tan chulo como In the Blossom of Their Shade.
Escribí aquellas canciones en plena pandemia, entre abril y junio. Para mí fue muy inspirador el estar viviendo en Texas, nunca había pasado tanto tiempo allí y para mí era algo muy diferente a lo que estaba acostumbrado. Todo estaba cerrado, así que generalmente pedía comida a domicilio y dedicaba el día entero a escuchar música y a componer desde el lugar en el que me hospedaba. También hacía cosas en las redes sociales para los fans, como tocar en directo. Pero la mayor parte del tiempo estaba puliendo las canciones.
Si lo comparamos con Rock Bottom Rhapsody se pueden apreciar diferencias. Es como si hubieras visto la luz después de una larga temporada en la sombra.
Yo diría que volví a ser el que siempre fui. Ten en cuenta que durante una temporada dejé de ser esa persona y tuve que pagar un precio alto por ello porque hice daño a mucha gente. Pero, afortunadamente, a finales de 2020 volví a encontrarme a mí mismo gracias a mi fe porque empecé a caminar con Jesús. Desde entonces he ayudado a mucha gente que se sentía deprimida, les digo que ya conocen a Dios y que solo tienen que recordar quiénes son. Yo me siento afortunado de que aquello se acabase porque estuve a punto de perder la vida.
Hay muchos artistas de swing y blues que, con mayor o menor intensidad, se dedican a grabar versiones de los grandes de los 50 y 60, pero tú nunca has parecido estar interesado en esta tendencia.
Solo lo hago a veces en directo, pero ni me planteo hacerlo en mis discos. Soy un compositor, un artista. Creo que es importante saber diferenciar entre músicos y artistas. Yo soy artista antes que músico. Aunque es comprensible que se tienda a hacer versiones cuando se está empezando, mira a los Stones o los Beatles. Luego grabarían sus propias canciones y demostrarían ser artistas. Como Fellini o Picasso, ellos jamás copiarían el trabajo de otros. Para mí, ser auténtico es mucho más emocionante que intentar recrear lo que ya ha hecho otro.
Hace unos días Jack White, a quien conoces bien, volvía a acaparar titulares después de arremeter contra Mark Wahlberg, Mel Gibson, Guy Fieri y Joe Rogan, todos ellos amigos de Donald Trump. ¿Crees música y política es una buena combinación?
Es una buena pregunta, porque creo que hablar de política puede llegar a ser muy frustrante. Por desgracia, esa es la primera palabra que se me viene a la mente cuando pienso en los políticos. Ojalá no fuera así (risas). Me encantaría que en el mundo ganasen siempre la positividad y el amor. También que los partidos políticos estuviesen más preocupados por hacer prevalecer la justicia y mostrar compasión hacia los pobres. Son las cosas de esa naturaleza las que deberían preocupar a los gobiernos. Creo que hoy en día los sistemas políticos se dedican a contaminar y pervertir la justicia, además de distorsionar la verdad. En realidad, solo se limitan a defender a aquellos que necesitan para poder así conseguir votos.
¿Es posible que no te sientas cómodo hablando de política?
No, en serio, no tengo ningún problema (risas). Lo que ocurre es que no estoy muy atento a las noticias. Así que ni vi ni escuché lo que Jack dijo, y tampoco sé por qué lo dijo. Obviamente, no le gusta Trump. Si yo dijera que me gusta Trump, perdería la mitad de mis fans, pero si dijera que no me gusta perdería a la mitad de mis padres. De acuerdo. No me gusta Trump, eso es, ya lo sabes. Pero, ¿qué importa eso? Supongo que lo interesante es que la gente sepa cuál es la posición política del músico, creo que a veces es necesario. Pero también creo que es muy triste que la gente sienta la necesidad de anular a un músico porque no está de acuerdo con sus opiniones políticas. Creo que el arte es arte y no hablo mucho de política porque creo que es una distracción, igual que pienso que muchas de las esferas políticas de hoy en día todo lo que buscan es distraernos. Pero, ¿sabes qué? Para mí, por encima de todo, siempre está Jesús. Y ningún sistema político va a distorsionar mi visión de Jesús.
Veo que Dios está muy presente en tu vida, ¿también lo está en tus canciones?
Mi relación con Jesús impregna todo lo que hago como persona, y todo eso se termina reflejando en la música. Queramos o no, es así. La gente no tiene por qué saberlo, pero puede sentirlo. Si estás tocando en un concierto o grabando un disco y estás deprimido, frustrado o ansioso, todo eso se refleja en la música. En mi caso, creo que tengo un don, y ese don es la alegría. La música es una de las formas que uso para transmitir esa alegría. Es algo que me fue dado y está destinado a ser compartido. Así que tengo la responsabilidad de administrar ese don. Creo que vivimos en un mundo roto en el que hay tantas cosas fracturadas… Así que si tengo la posibilidad de proporcionar alegría y usar la música como puente para unir a la gente, cómo no voy a hacerlo.
Generalmente, se habla de ti como artista de swing y blues pero en canciones como “Get it ‘fore it’s gone” vemos que también hay guiños a músicas como el ska jamaicano.
Por supuesto, me encanta la música jamaicana a de los 60 y 70. También el mambo cubano de los años 30, bandas como Machito. Y adoro tanto la rumba gitana, como la música africana o la italiana de los años 60. Antes era más reacio a indagar en otros estilos y sonidos pero ahora me gusta usar toda la paleta de colores a la hora de ponerme a pintar.
Tampoco tienes reparo a la hora de atreverte con otros idiomas, como el español. ¿Cómo te dio por ahí?
Llevo siempre en mi corazón a toda la gente hispana. Creo que tanto la música italiana como la brasileña o la española tienen mucha pasión y es algo que he admirado desde que era niño. En cuanto al español, me gustaría hablarlo con mucha más fluidez, pero hago lo que puedo. Ten en cuenta que crecí en un pequeño pueblo de Illinois y desde pequeño siempre he leído mucha poesía española.
Han pasado unos cuantos años del lanzamiento de “Goodbye Barcelona” pero siempre he querido saber el motivo por el que decidiste dedicarle una canción a esta ciudad.
Creo que igual que te puedes enamorar de una persona, te puedes enamorar de una ciudad. Yo diría que esta canción es más una oda a la ciudad. Como cuando escribí una canción para Rotterdam, hay ciertos lugares que despiertan esa sensación en mí. Sin duda, buscaba una conexión con Barcelona y España a través de “Goodbye Barcelona”.
¿Algo que nos puedas adelantar de tus conciertos en nuestro país? ¿Qué tienes pensado para antes o después de cada show?
La banda que me acompañará es la misma que ha tocado en mis dos últimos discos, así que no tengas duda de que tocaremos un montón de canciones de esos álbumes. Aunque tampoco faltarán otras de discos anteriores, como ‘Something in the water’ o ‘Pokey Lafarge’. Lo que no creo es que toquemos ninguna canción del disco que saldrá el año que viene, ¿quizás una? (risas). En cuanto a los planes, creo que en esta gira lo vamos a tener muy complicado porque son seis conciertos seguidos y no creo que tengamos mucho tiempo. España es un país muy grande y vamos a tener que conducir un montón. Pero eso ahora no me preocupa demasiado porque pronto me caso con mi mujer y nos vamos a ir de luna de miel por Italia, donde estaremos dos semanas, y Bretaña. Luego la banda viajará hasta Francia, que es donde empezaremos la gira europea. Así que estamos llamando a esto la gira de luna de miel.
FECHAS:
31 de octubre de 2023 – Valencia – Loco Club
01 de noviembre de 2023 – Barcelona – La 2
02 de noviembre de 2023 – Zaragoza – Rock and Blues Café
03 de noviembre de 2023 – Madrid – Copérnico
04 de noviembre de 2023 – Santiago de Compostela – Capítol
05 de noviembre de 2023 – Bilbao – Kafe Antzokia
Jesús Rojas