Muchos son los que aseguran que el blues está muerto. Pues desde aquí vamos a demostrar que no. Que está más vivo que nunca, y no solo eso, sino que ha sufrido múltiples mutaciones. Y que blues hay hasta debajo de las piedras. Blues bastardo, quizá. Pero a fin de cuentas, blues.
Hablar de Ghalia Volt es hablar de calidad a raudales. De hecho, su nombre y su música ya se ha paseado por esta encrucijada pero es que tener disco nuevo es la excusa perfecta para volver a traerla a la sección más bluesera del Ruta. Poca gente lo sabe, pero esta mujer, convertida en one woman band para poder sobrevivir a la pandemia tocando ella sola, tiene origen hispano. Sus abuelos son de Cádiz, y su madre es de Motril, aunque Ghalia Vauthier, su verdadero nombre, nació en Bruselas (Bélgica) y vive desde hace tiempo en pleno Mississippi. Si en su anterior visita la trajimos con el pretexto de la publicación e su cuarto disco, One Woman Band, ahora lo hacemos porque Shout Sister Shout ya está en el mercado.
Mucho, y todo aparentemente bueno le ha pasado a Ghalia desde que en 2017 dejara las calles de Bruselas para trasladarse a la de Nueva Orleans. Entre ellas, sesiones con Cody Dickinson, Watermelon Slim o Cedric Burnside, la nominación a distintos premios o un top 3 en el Billboard Blues hasta en tres ocasiones diferentes.
Y en esas llega Shout Sister Shout donde la artista vuelve a estar arropada por una banda en toda regla. Ella misma asegura que está preparada para dar el paso inverso al de convertirse en una one woman band y que tiene ganas de liderar un grupo. Y es lo que hace en estas canciones grabadas en Rancho de Luna, los estudios que tiene David Catching (Queens Of The Stone Age) en el desiertode Joshua Tree. De la batería se ha encargado Danny Frankel (Joan Jett, Lou Reed, Social Distortion), de las teclas Ben Alleman (Dr. John) y de algunas guitarras el propio Catching. Con ellos arremete con doce canciones espléndidas, una de ellas escrita junto a Eddie 9V («Hop On A Ride») que van del góspel histriónico («Shout Sister Shout»), al blues ¿tradicional? («Can’t Have It All»), al rockabilly («Can’t Afford To Die») o el folk blues («Insomina»). Aunque todo tiene un cierto aroma bastardo que la hace imprescindible en esta sección.
Eduardo Izquierdo