Encuentros

Squid, las coordenadas geográficas exactas del origen del ritmo

 

Originarios de Brighton, Squid en su nuevo álbum avistan nuevos horizontes, muchos de ellos páramos sin identificar aún por una app. Sí, esos que conectan el post punk con el rock progresivo, del primero lo anguloso y del segundo sus particulares formas de intensidad armónica.

Ponderadamente centrados en la ciencia oculta tras el ritmo, presentarán O Monolith (Warp records 2023) por nuestro país en septiembre; Barcelona el 21 en La (2) de Apolo, Valencia el 22 el en Ram Club y Madrid el 23 en la sala Copérnico.

A otro lado geográfico y temporal Louis Borlase, guitarrista y vocalista de Squid. Sí, es una entrevista por mail, no somos brujos ni chamanes aquí en Ruta 66.

Es cierto que O Monolith (OM o O Monolith será usado indistintamente en la entrevista, NdR) es armónicamente más expresivo, emotivo podemos decir pero no menos aventurero por ello. Recuerdo leer una entrevista de vuestros comienzos donde decías que no os gustaría ser vistos como pretenciosos. ¿No crees que se suele otorgar legitimidad a la tristeza y al cinismo como expresión artística, mientras que las expresiones más sinceras suelen ser consideradas naif?

No estoy seguro de que alguna vez nos hayamos preocupado de ser cínicos, ni tan siquiera como sello de autenticidad. Tendemos a escribir música con un tono emocional más acorde a expresar cómo nos sentimos, mostrar lo qué nos inspira o el lugar en el que estamos escribiendo juntos. Quizás OM sea un poco más sencillo desde el punto de vista armónico, queríamos experimentar con melodías entrelazadas, partes que se entrelazan y superponen. Hacer eso, ¿requiere más consonancia que disonancia? Probablemente un poco. Pero todas estas cosas creo que están implícitas en nuestras canciones.

Realmente hay poca teoría cuando trabajamos entre nosotros y solo usamos cosas descriptivas como «espeluznante», «freaky» o «funky».

En vuestros álbumes anteriores hay un desarrollo de la distopía como tema que unifica vuestro trabajo. ¿Hay algún concepto similar tras O Monolith?

Es definitivamente otro álbum preocupado por el lugar donde se creó, y está hecho pensando en los diferentes entornos que nos rodean. Por ello, cuando hablamos de medio ambiente, lo hacemos desde la perspectiva de que es una palabra muy interesante porque tiene diferentes contextos al que aplicarla. Puede ser tu sala de estar o puede ser el universo en su totalidad. OM está inspirado en nuestras frecuentes sesiones de escritura en Real World (ndr.el estudio de Peter Gabriel) en la zona rural de Wiltshire. Y en OM hay más temas de cómo se entrecruzan el animismo y la vida futura, mientras que la ciudad es menos relevante como distopía en este álbum.

Hablemos del sonido del álbum. Se denota un uso consciente del espacio del estudio, sobre todo porque la parte percusiva tiene una cualidad casi 3D. ¿Cómo lograsteis ese efecto especial?

Esta fue la primera vez que incluimos músicos adicionales en la grabación en directo. Trabajamos con dos percusionistas; Henry Terrett y Alexander Duggan. Quienes montaron su sonido a partir de estructuras de  metal, madera e incluso ¡Huesos!. El problema con la superposición de grabaciones es que a veces corres el riesgo de que una toma extra no forme parte del directo, y eso es algo que no nos gusta. Y, con este enfoque, fue obligatorio para Alex y Henry conocer la música que iban a grabar con nosotros a un nivel bastante familiar, es decir entender nuestra forma de tocar y sonar. No eran meros arreglistas. Y creo, que eso se puede escuchar en el álbum.

¿Cómo explicarías vuestro método colaborativo de composición? ¿Qué enfoque prevalece, el técnico o es una forma “política” de enfrentarse a la composición? ¿Hay una jerarquía a la hora de decidir arreglos y demás?

¡Técnicamente no hay expectativas! Nunca. Cada uno de nosotros trae una idea que sea lo más sustancial como punto de partida, más que una idea específica: ya sea una línea de bajo, una parte de guitarra o una secuencia de acordes. Esto también significa que tenemos que ser capaces de no apegarnos a una idea particular, porque el sonido que imaginas en tu cabeza casi nunca se convertirá en realidad cuando pase por el proceso en el que cada uno añade su propio sello, y la canción se va retroalimentando creativamente. Nos hemos vuelto más pacientes como banda y somos capaces de alargar una pequeña idea por más tiempo, pero a veces tenemos que dejar que las composiciones se extingan por sí solas si no funcionan bien y, a menudo, eso es lo más difícil de lograr. Llegar a un acuerdo y consensuar entre nosotros es la parte más difícil.

O Monolith tiene algo de reacción al anterior álbum, también es algo que reconocéis como una identidad y finalidad para Squid. Aunque O Monolith es oponible a Bright Green Field (Warp 2021), este tiene unas melodías que suenan como machacadas por la actualidad y sin esperanza. ¿Contra qué queréis reaccionar en concreto?

Más que reacción, tenemos mucho cuidado a la hora de buscar fórmulas que hayan funcionado antes en nuestra música, y usarlas como una manera de avanzar en nuestro camino. Es decir, profundizar en ellas. Pero por otro lado, nunca vas a hacer el mismo álbum dos veces. Nuestro anterior álbum Bright Green Field fue producto del tiempo que pasamos lejos el uno del otro, esa desesperación está ahí, y luego, en el esfuerzo que hay detrás de un primer disco. ¡Eran dos discos en realidad! Con OM queríamos estudiar la contraposición entre la concisión en el sonido y por otra, no centrarnos en una idea que necesita tener un significado determinado en todo momento. Como por ejemplo ese protagonismo del animismo en OM. En realidad descubrimos mucho más sobre O Monolith cuando lo terminamos  y comenzamos a respondernos preguntas sobre lo que habíamos grabado.

¿Cómo fue grabar en los estudios de Peter Gabriel? ¿Lo conocisteis? Sé que es un estudio increíble y entiendo vuestra decisión. ¿Qué hubo detrás de esa decisión?

Es difícil ignorar las diferencias obvias entre el estudio de Dan donde hemos grabado nuestro anterior material y Real World. El principal factor y atractivo para la grabación fue la sensación de cerrar un círculo. Las sesiones de escritura de las canciones nos llevaron a ir allí regularmente durante los últimos 18 meses. Escribíamos en la parte de atrás, en una especie de búnker donde en invierno hacía mucho frío, pero nos encanta cómo suena ese espacio y en pleno invierno sigue siendo acogedor e invita a quedarse durante horas. Siempre que veíamos el estudio principal de Real World desde el otro lado del río, a menudo hablábamos de lo bonito que sería grabar ahí. Una vez que descubrimos que podíamos hacerlo para este álbum, rápidamente nos sumergimos en la encantadora comunidad del personal que trabaja en el estudio. Peter Gabriel es una de las únicas personas que no conocimos, pero a algunos otros sí. Por ejemplo, un día estaba alucinando por lo surrealista de tener una pequeña charla con Tom Jones fuera del estudio bajo el sol.

Volviendo a lo del espacio y la geografía, dos conceptos presentes no solo en la estética de videos y portadas, sino también en vuestro sonido. ¿Es así? ¿Cómo lo introducís en vuestro sonido? Es cierto que vuestros videos para “Pamphlets” y “Narrator” refuerzan esa idea sobre vosotros.

Quizás eso sea justo aceptar, que quizás seamos más nerds de la geografía de lo que pensábamos. Aunque en los videos, fue Félix Geen que hizo el vídeo de “Narrator”, quien tuvo la idea de esas imágenes en 3D para el vídeo. Con él y los videos de O Monolith pretendíamos que todos tuvieran una estética más libre y más abstracta. Y sí, también un poco ¡más caóticos! Nuestra música trata a  menudo sobre el lugar donde se ha hecho, por lo que tiene sentido que lo traslademos a nuestros videos. En nuestro caso no son mera promoción, sino parte indispensable para entender nuestra música.

¿Cómo ha sido trabajar con un Fairlight, de los cuales solo se fabricaron 100 en su momento? ¿Os dio muchos dolores de cabeza? Y ¿Sigue habiendo diferencia entre el software que lo imita y el propio Fairlight?

Mientras grabábamos OM, Arthur y Dan Carey se hicieron amigos de un hombre llamado Roger Bolton, que vive cerca en el pueblo de Box, y es el programador de luces de Peter Gabriel en Real World. Roger lo sabe todo sobre el Fairlight y nos evitó muchos problemas. Creo que es el mismo Fairlight que se usó para grabar ‘Hounds of Love’. Se puede lograr una textura increíble con este instrumento en particular, y es bastante difícil lograrlo, pero  por ejemplo, es mucho más difícil con una versión de Fairlight para computadora conseguir tanta calidez y carácter con un sonido sintético. Así que sí, el software no es comparable.

La etiqueta experimental suele ser asociada a vuestro sonido. No creéis que es un poco difusa, y que no contiene per se nada positivo. Por ejemplo, en las ciencias puras, lo experimental suele ser lo que se ha desechado porque no ha llegado al objetivo propuesto.

Creo que es un estilo justo si buscas activamente una forma de escribir música que siempre vaya  fuera de una fórmula a la que crees que puedes recurrir siempre. En Squid, nos interesan formas y estructuras fuera de lo que consideramos normal. Nos interesan aquellas ideas que puedes no lograr plasmar, pero recuerdas al comienzo cuando has llegado al final de la canción. Pero ese no es un enfoque de escritura que sea aplicable a todo, a veces no funciona. Por ejemplo, si el tono de la canción es el correcto los elementos tienden a seguirse automáticamente. Y nos gusta romper ese elemento de causalidad. No tengo realmente ningún problema con el término «experimental» aunque se está usando en exceso… Y creo que es justo decir que sí a lo que dices. Y como nuestro proceso consiste en hacer/ aceptar errores o fracasos, entonces sí somos inherentemente experimentales.

¿Cómo es trabajar en Warp? ¿Erais fans del sello?

Siempre he tenido mucho respeto por el sello y me ha introducido en mucha música electrónica. También fue una de mis obsesiones cuando era adolescente. Como sello, han entendido lo que nos proponemos y hacemos musicalmente y siempre nos han brindado mucho apoyo en términos de ayudarnos a lograr plasmar nuestras ideas creativamente. Todas las personas que trabajan allí son geniales también. Es bueno verlos después de un concierto y escuchar sobre todos los otros grandes proyectos en los que trabajan en el futuro para el sello.

Finalmente, ¿cómo van las presentaciones de OM y qué podemos esperar de vuestros conciertos en España?

De hecho, nos ha encantado tocar cada vez muchas más canciones de OM en festivales de toda Europa durante este verano. Haremos nuestra primera gira propiamente dicha en España en septiembre: Barcelona 21 de septiembre en Apolo, Valencia 22 de septiembre en Ram Club, Madrid el 23 de septiembre en la Sala Copérnico. Tocaremos las canciones de OM así como algunas partes aún más nuevas también… Así que venid.

Texto: Iván López Navarro
Fotos: Alex Kurunis

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