Encuentros

Nacho Para, lo esencial es vivir haciendo lo que a uno le gusta

No Parking Tickets In The Clouds es el primer disco en solitario de Nacho Para, periodista que dejó la profesión para ser músico o músico que durante un tiempo ejerció de periodista. Da igual, el caso que sus canciones, sea en los editados con la Bantastic Fand o bien en este debut, saben cómo conectar con el oyente. Composiciones que tienen alma, corazón y vida, como reza la eterna melodía escrita por el maestro Adrián Flores. Un don no tan habitual, el de poder derramar en acordes, compases y versos las vicisitudes, las agradables y las que no lo son tanto, de la existencia.

Un álbum que ha figurado en numerosas listas de lo mejor del pasado año, incluida la votada por nuestros redactores, y que continúa presentado por toda la geografía nacional. Las referencias que nos llegan de los conciertos ya celebrados son inmejorables y todavía le quedan un buen puñado de fechas por diferentes ciudades. Nacho se enfrentó al cuestionario rutero para hablarnos del pasado, el presente y el futuro de su carrera artística y, también, de cómo le van las cosas.

-La primera pregunta es prácticamente inevitable… ¿Cuándo sientes la necesidad de hacer un disco en solitario? ¿Era algo que ya te rondaba la cabeza o bien fue fruto de las circunstancias?

-Es una combinación de ambas cosas. Tenía por ahí canciones que requerían un tratamiento más intimista y por eso nunca entraban en los sucesivos discos de Bantastic Fand. Siempre pensé que debía darles acomodo en un proyecto más personal. Cuando llegó el parón de giras por la pandemia, terminé algunas que tenía por ahí sin acabar y compuse unas cuantas más, como «Hurry Up», «Only Seen My Face», «Ain’t Got No Time», «Move Around»… Y como tenía tiempo por delante, empecé a grabar en mi estudio casero. Yo solo, porque fue la época del confinamiento más duro y no podía juntarme con nadie.

-Tengo entendido que en un principio iba a ser solamente un álbum de guitarra y voz, algo muy espartano… Finalmente no ha sido así… ¿De qué manera evolucionó la idea hasta llegar al resultado final?

-Sí, la versión espartana existe, y puede que algún día vea la luz… «Rain or Shine», por ejemplo, se quedó tal cual la grabé en la primera toma… Soy yo con mi guitarra y mi voz. Cuando la pandemia empezó a remitir, pensé que a muchas de esas canciones les iría muy bien una paleta de arreglos suaves, con colores setenteros, en la línea de la foto de la portada. Carlos Campoy (piano y hammond), Iván Estefanía (dobro, mandolina) y Paco del Cerro (todos los instrumentos que puedas imaginar incluido pedal steel, violín, acordeón, ukelele, batería y bajo) hicieron un trabajo estupendo. Con Jorge Navarro, coproductor del disco, la idea fija que perseguíamos es que los arreglos no enterraran ni el sonido de mi acústica ni el tono cercano de la grabación original.

-Hay canciones nuevas junto a otras que ya tenías escritas hace tiempo y que ahora has recuperado. ¿Qué diferencia hay entre este material y el que haces habitualmente con la Bantastic Fand?

-No sé si mi manera de componer cambia mucho entre la banda y en solitario, pero quizá sí haya un denominador común en las canciones de No Parking Tickets… Todas tienen una vocación más folk, más directa, con la voz muy en primer plano. Son a la vez terrenales y espirituales, en un intento de emular eso que tan bien hacía al gran Ali Farka Touré. Y más emocionales. También hay una notable diferencia en la forma en la que está grabado, mezclado y producido. Hay mucha madera y poca electricidad. Bantastic Fand es más una banda de rock. En solitario doy más espacio a las baladas y los medios tiempos, con fragmentos instrumentales más fluidos, casi flotantes, donde apenas hay solos como tales. Y en el disco apenas hay guitarras eléctricas. 

-Habitualmente se te habla de ti como un músico que adapta la herencia de raíces norteamericana, el folk, el blues, el country, bien con la banda o bien ahora en solitario. Pero tú no pareces estar muy de acuerdo. He leído una entrevista en que defines tu obra como parte USA, parte UK y parte requiebros del desierto… ¿Me puedes explicar que quieres decir con eso?

-A ver, sí que estoy de acuerdo, porque la parte norteamericana está ahí, es evidente y no hago ningún esfuerzo por ocultarla. Lo que no me gusta es acabar reducido a una sola etiqueta, porque las etiquetas limitan. Estoy convencido de que en mi música está también muy presente el desierto y la Alpujarra almeriense, el campo de Cartagena, el eco de los Beatles, cierta música del Sahael como Ali Farka, Tinariwen o el estilo saharaui… No es algo impostado. Son capas sonoras que representan lo que he respirado y lo que soy. No podría incorporar sonoridades japonesas porque no las he vivido.  

-La música africana, o parte de ella, también parece haberte influido tal como comentas. Has viajado por allí e incluso ahora has participado en un proyecto benéfico por la causa saharaui…

-El proyecto Canciones para la Libertad del Pueblo Saharaui, impulsado desde Donostia por el abogado Juan Soroeta, me ha llevado a componer mi primera canción en castellano. Se llama «Mi tumba no es la Hamada» y saldrá antes de finales de año en un doble o triple cedé recopilatorio, donde también aparecen artistas como Rafael Berrio, Quique González, Ruper Ordorika, Santiago Auserón, Julián Maeso, Miguel Ríos… Mi canción para este proyecto es un buen ejemplo de lo que explicaba antes, porque no tiene absolutamente nada de americana. O sí, pero del verdadero origen de la música Americana, del Norte y del Sur. Lo que hago es un intento de blues del desierto, esa forma hipnótica y envolvente de tocar que tienen ellos y que tanto me ha influido. La canción dura siete minutos y medio. Vamos, que no es un tema pop….

-No cabe duda de que No Parking In The Clouds ha gustado mucho, ha entrado en numerosas listas de lo mejor del pasado año (incluida la nuestra) y ha cosechado excelentes reseñas. ¿Contento con esa acogida?

-Muy contento y muy agradecido. Es un pequeño milagro que un disco cocinado en casa haya conseguido alzar el vuelo. Vuelo modesto, claro, pero da gusto planear con viento de cola. Eso me ha permitido tener un año muy bueno de conciertos y me anima a pensar en nuevos proyectos.

-Las canciones respiran, tienen vida, y reflejan muy bien estados de ánimo. Comunicas sentimientos y sensaciones de manera muy cercana. ¿No te has planteado nunca pasarte el castellano para potenciar esa comunicación con los oyentes?

-Siempre pensé que si me pasaba al castellano tenía que ser por un impulso creativo, no comercial. Antes ni me lo hubiera planteado, pero atreverme a componer «Mi tumba no es la Hamada», que en realidad fue un encargo al que no quise decir que no, me ha abierto una ventana a esa posibilidad. No me he sentido incómodo en ningún momento. ¿Un disco entero en castellano? Ahora ya no lo descarto. Claro que el castellano me empuja a componer y cantar de otra forma a la habitual. Eso no es malo ni bueno, pero requiere cierta reconversión. En cualquier caso, en inglés o castellano, creo que mi música tiene un fuerte componente emocional.

-¿Hay un guiño escondido a Dylan en la letra de «Great Creation»? Esa “Give me some water for the road..” remite a «One More Cup Of Coffe» del de Minnesota… Casualidad o no, Dylan es una gran inspiración para ti…

-Pues mira, no lo había pensado, pero mola. Seguramente esa línea entró ahí de forma inconsciente, seguida de la frase: “Light me a cigarettte to melt the snow”. «Great Creation» es la canción más antigua del lote y ya la hacíamos en directo los 90 en Barcelona cuando funcionábamos como The Rivertones. Nunca llegamos a grabarla, mucho menos a editarla. Para este poyecto, fue mi amigo Joserra Rodrigo de Bilbao quien me insistió en que esa canción tenía que estar sí o sí. Él fue clave en la selección y secuencia de las canciones del disco. A «Great Creation» le retocamos un poco la vieja letra, pero la idea es muy fiel a la original. Pero aparte de ese guiño dylaniano inconsciente, a mí la música y el fraseo me llevan más a Van Morrison. Pero claro, Dylan es una gran inspiración, como para cualquiera que haya cogido alguna vez una guitarra y una armónica. No puedes escapar de su influjo, por mucho que quieras. Y yo, desde luego, no quiero.

-Otra son los Beatles. Incluso has escrito un libro sobre Harrison. ¿Es tu Beatle preferido?

-Soy muy de Lennon y muy de Harrison. Y estoy hablando de su personalidad… Conecto más con la gente contradictoria que lucha contra sus contradicciones. Los prefiero a los muy seguros o muy pagados de sí mismos, como McCartney (Riasa). Claro que Paul tiene motivos para tenerselo creído, ¡qué talento tan descomunal! Tengo toda su discografía y me la he bebido, igual que la de los demás. Así que bueno, soy de los Beatles, de todos. Pero en su función de hermanos mayores, que era como los veía cuando yo era adolescente y de verdad te atraviesan las cosas, siempre conecté más con los más inestables. Sobre el libro, que presentaré en Bacelona el 30 de septiembre por la mañana en Discos Revolver de la calle Tallers, es un intento de reconstruir las distintas facetas de Harrrison a través del testimonio de sus amigos músicos, como Eric Clapton, Paul McCartney, Tom Petty, Ravi Shankar, Billy Preston y muchos más, todos recabados directamente en el Royal Albert Hall el 2 de noviembre de 2022. El libro se llama Concierto para George. Crónica íntima del último milagro beatle y rememora el homenaje a Harrison un año después de su muerte, al que tuve el provilegio de asistir. Del 26 al 29 de octubre participaré en un gran sarao beatlemano que están montado en Sevilla llamado Beatlefeast. Recomiendo a quien pueda interesarle que eche un vistazo a la web, porque menuda locura están preparando…

-Bueno, volviendo al disco… ha sido muy comentada la foto de la portada. Una imagen de camaradería adolescente, tiempos que no volverán… ¿Es una alegoría sobre el espíritu del álbum?

-Totalmente. Es más, esa foto, captada en 1979, fue el detonante del concepto entero del disco. Se trata de una excursión con mis amigos de la infancia. Teníamos 16 años, hicimos unas migas que no cuajaron, pasaron muchas cosas y nos reímos mucho. Se quedó como algo mítico entre nosotros. No sabía que existían fotos de aquella excursión. Cuarenta años después me las mandó un amigo y enseguida dije: “Esa va a ser la portada de mi primer disco en solitario”. Está eso que dices de la camaradería y la inconsciencia adolescente, están los colores de los años 70, pero además esa foto tiene una dualidad: somos chavales de Almería en la Alpujarra, pero igualmente, con esas camisas de cuadros y esas montañas nevadas, podríamos ser los The Band de niños en Canadá. Es perfecta para lo que quería contar.

-Ya has empezado la gira. ¿Cómo lo presentas en directo? ¿Qué músicos te acompañan?

-La gira lleva ya un buen recorrido y se presenta como Nacho Para & Friends. Hemos tocado en Madrid, Bilbao, Donostia, Frías, Badajoz, Cartagena, Almería… La base del directo son los músicos que hemos grabado el disco (Paco del Cerro, Carlos Campoy, Iván Estefanía y Paloma del Cerro), pero en los distintos tramos de la gira incorporamos amigos músicos de cada zona. En Madrid, Guadalajara y el festival Suberock de San Vicente de Alcántara vino con nosotros el bajista Ignacio Orive. En el tramo andaluz que haremos en noviembre en Granada, Huelva, Sevilla y Antequera, se incorporará Jacinto Martos, bajo y guitarrra de los Pepsi and the Clits. Acostumbramos a hacer un set acústico de cuatro o cinco canciones en medio de dos partes eléctricas. Pero nos gusta cambiar. No hay dos conciertos iguales, si no nos aburrimos.

-Pronto tienes una fecha en Barcelona, ciudad en la que trabajaste, viviste y en la que conservas un buen número de amigos. ¿Será especial esa noche para ti?

-Muchas ganas de que llegue ese día. Desde que me fui de allí he vuelto pocas veces y siempre para tocar. El concierto de Rocksound fue inolvidable. El del festival de Blues de Cerdanyola, aunque fue en plena pandemia, también. Siempre es especial tocar en Catalunya y reencontrarme con tantos viejos amigos. A la sala Upload vamos muy ilusionados y con idea de mostrar las canciones de No Parking… y unas cuantas de Bantastic Fand. Aparte de amigos, tenemos en Barcelona una buena legión de fans, así que espero que la fiesta sea completa.

-Precisamente en BCN ejercías el periodismo, estabas en una buena cabecera y parecía ser la profesión estable que marcaría tu trayectoria. Lo dejas y te dedicas a la música en cuerpo y alma. Sabiendo, además, como están las cosas para poder vivir de la música en nuestro país. Y más con tu propuesta musical. Con la perspectiva que da el tiempo… ¿Te arrepientes de la decisión? ¿Ha valido la pena?

-No me arrepiento en absoluto. Cada mañana que me despiertan los pájaros y salgo al porche con la guitarra soy consciente de lo afortunado que soy, aunque económicamente haya temporadas malas. Vivir de la música no es fácil, pero vivir del periodismo hoy en día también es un ejercicio de riesgo. Para mí, lo esencial es vivir haciendo lo que a uno le gusta. Solo hay una vida y yo necesito emocionarme con lo que hago. El periodismo lo viví con pasión y dedicación durante tres décadas. Llegó un momento en que cambiaron las reglas y dejó de seducirme. Si hubiera seguido, estaría amargado. En la música he encontrado un refugio para seguir expresándome en libertad. También en los libros. Mi libro sobre Harrison no deja de ser un reportaje largo, un ejercicio de periodismo sin servir a intereses raros…

-Para finalizar, ¿hay noticias de la Bantastic Fand? ¿Tenéis planes para grabar en breve?

-En 2024 se cumplen 10 años de la publicación de ‘Strong Enough to Refuse’, el primero de los tres discos de estudio de Bantastic Fand. Sería bonito hacer algo conmemorativo, tocar en algunos festivales, hacer algún concierto especial… Grabar material nuevo dependerá de la disponibilidad de los músicos y del espacio que me deje a mí la gira de Nacho Para & Friends y a Fernando Rubio la suya con los Inner Demons. Quizá sí lancemos pronto un disco con una selección de las mejores grabaciones en directo de la banda. Hace poco estuve haciendo inventario y habría material para varios volúmenes. ‘Live at El Intruso’ (2017) es un disco que me gusta mucho por su frescura e inmediatez, pero fue de los primeros que hicimos con la formación clásica y quizá no representa del todo los grandes momentos de Bantastic Fand en vivo, su punto álgido de madurez.

MC

Foto 1: José Miguel Cerezo

Foto 2: Ana Hortelano

PRÓXIMAS FECHAS

6 de septiembre. Festival Lemon Pop.

9 de septiembre. Teatro Victoria. Hellín.

16 de septiembre. Fillmore Huertano. Elda/Petrer

30 de septiembre. Barcelona. Sala Upload (entradas solo a la venta en Discos Revolver Verde, C/Tallers, 11)

1 de noviembre. Granada. Lemon Rock

2 de noviembre. Huelva. La Yerkería

3 de noviembre. Sevilla. Assejazz

4 de noviembre. Antequera. Cambayá Club

11 de noviembre. Guadalajara. Sala Monkey Man. Festival Panorámico

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