Porque si se trataba de ofrecer, por parte de Universal, una muestra de los artistas progresivos en su catálogo actual, lo primero era acortar el track list. De ese modo incluirías artistas y bandas tan reconocidos en el centro del estilo como orbitando a su alrededor. Ningún problema con eso. Pero una cosa son los satélites y otra los cuerpos celestes a mil puñeteros millones de años luz. Y básicamente eso, el querer meter ahí a todo cristo sin orden ni concierto, es lo que convierte lo que podría ser una rica ensalada de verano en un potaje grumoso y hasta cierto punto absurdo.
Obviamente, ningún problema con Camel, Gentle Giant, Hackett, Wakeman, Gong, Van der Graaf Generator, Aphrodite’s Child, Tangerine Dream o las versiones en vivo de «Aqualung» y «Roundabout». Aplausos incluso para la inclusión de Le Orme e Il Balletto Di Bronzo, dos nombres fundamentales tantas veces excluidos por el pérfido anglocentismo. Y la representación de tiempos más próximos con Dream Theater, Steven Wilson o The Mars Volta bien también. Se puede discutir el criterio en cuanto a los temas elegidos, pero no en cuanto a sus autores. Y poniéndonos magnánimos, decimos sí también a terceras divisiones como Klaatu o Ekseption por aquello de rascar el fondo de la olla.
Pero con lo que no se puede transigir es con Supertramp, Jon & Vangelis, 10cc, los Moody Blues de «Your Wildest Dream», el Adrian Belew de «Adidas in Heat», el «Regiment» de Eno y David Byrne y rematar con «Moonlight Shadow». Firmando el cuadro además con la inclusión de Zappa y Captain Beefheart. Básicamente porque si lo que pretendes es ofrecer -al menos por el título- una visión amplia de un género, meter con calzador artistas haciendo pop o soft rock, cuando no turras tribales y marcianadas varias, queda poco riguroso. Y no discutiremos que los chiflados de Zappa o Beefheart fueran vanguardistas como pocos, pero si los metes en una antología de rock progresivo presuntamente dirigida a principiantes, el mensaje subyacente parece decir que, si suena raro, pues rock progresivo tete.
Y no va exactamente así la cosa.
Eloy Pérez
