The Electric Buffalo es una banda de Oviedo que ha de lidiar con un comentario recurrente y no necesariamente negativo: No parecéis de aquí. La cosa es que son un grupo que transciende el Rock Sureño que les identifica con un sonido más propio de la tradición americana, y en el caso de su último disco hasta la fecha “Patrolman” (Boomerang, 2023), han hecho un homenaje a su bajista fundador, el tristemente desaparecido Alejandro Espina ( también miembro de Ilegales), que no sólo pellizca por lo sentido sino que les ha llevado a un nivel de composición y sonido sobresaliente. Álvaro Bárcena (voz y guitarra) y Wilón de Calle (batería) se han unido a Sergio Tutu, quien también hace las veces de productor, y Sam Rodríguez (teclados), y han partido de una ausencia presente desde el título
Este es un disco dedicado ¿a quién y por qué?
Álvaro: Este es un disco dedicado a Alejandro Blanco, que fue nuestro bajista fundador cuando éramos un trío, allá por el 2008 o 2009
Wilón: Antes, en 2006 ya empezamos a funcionar pero no grabamos hasta 2009
Álvaro: Pues así sería, el caso es que se lo dedicamos a él que desgraciadamente falleció en 2016, pero es un disco vitalista, la muerte forma parte de la vida, y es cierto que esta fue una de esas que no te esperas, alguien joven, que no fumaba que, bueno, que no te explicas y el disco está dedicado a él íntegramente, desde el título, que es como saludaba él a la gente “¿Qué pasa patrullero?” supiera tu nombre o no.
Y respecto a eso de que “no parecéis de aquí”, la cosa es que la música que nos llega de EEUU o de Inglaterra no se circunscribe a ellos, con universales ¿no?
Álvaro: Claro, claro, es que yo crecí con ello, hace unas semanas fuimos a ver a unos suecos y se movían en el rock de raíz, en principio, americana como pez en el agua…
Wilón: Es que hay que decir una cosa, nosotros, y cuando digo “nosotros” señalo especialmente a este señor (Álvaro) hacemos canciones, que es lo fundamental del asunto, quiero decir, escuchar el “Montain Jam” de Allman Brothers que son treinta y pico minutos está muy bien y me flipa yla semana pasada lo escuché tres veces, pero de lo que se trata es de hacer canciones, luego, cómo esas canciones acaban sonando, eso lógicamente tiene que ver con lo que llevas mamando toda la vida, y las influencias están ahí y se notan.
Álvaro: Una cosa que tenemos muy claro a la hora de hacer canciones es no dejarse vencer por los perjuicios, o sea, cómo se nos clasifica como Rock Sureño tenemos que hacer esto y esto y no podemos hacer esto y esto, no voy a meter un riff cuando lo que me sale es hacer algo más folkie, que de hecho en el disco es una vena que aparece en varios temas, pero si es cierto que el lenguaje que yo manejo es el del Rocanrol, el del Folk, y aunque no sea lo canónico, sale algo de ese sonido, pero desde mi perspectiva.
Es que este disco suena además muy coherente y con muchos matices, nada monolítico .
Álvaro: Sí, hay canciones muy diferentes, pero es el mismo idioma…
Uno es de Gijón y tiende a la melancolía por la bruma el tiempo y todo eso, así que os tengo que preguntar por don canciones en concreto, una es “Patrolman” y otra “Walk Behind”
-Álvaro: Bueno “Patrolman” obviamente habla de Jandro y cuenta de un modo un poco poético cómo era, y tiene esa candencia con un ternario y cierto toque Folk que le da el aire evocador, y bueno, una arreglo de cuerdas que la verdad entra cuando tiene que entrar y lo borda, es un tema que tiene tiempo, que grabó pero no se editó hasta ahora, y respecto a “Walk Behind” digamos que están relacionados en cuanto a sentimiento y a esa misma cadencia y mismo aire, ese modo nostálgico, aunque en el caso de este tema la cosa va más de cuando te gusta alguien pero no es el momento ¿sabes, no? (risas) , y no puedes evitar que te guste, pero hay cierto rollo… bueno, va por ahí.
¿Y cómo ha sido el proceso de composición tras siete años desde el disco anterior?
Wilón: Bueno teníamos canciones, tampoco un montón, pero sí que hubo que hacer descartes, porque claro el soporte, el vinilo, el limitado…
Álvaro: Bueno, es que ya pasaron un primer descarte que es el mío, que soy un poco cabrón conmigo mismo, pero afortunadamente siempre tienes amigos que te echan un cable porque mira precisamente “Walkin Behind” yo lo iba a tirar pero fue Silver (técnico de sonido imprescindible) que me dijo que si estaba loco, que era buenísimo, y mira, yo pensaba que no pegaba para el Búfalo, y luego te vas dando cuenta de que sí, de que claro que pega, aunque sí, la verdad es que hubo que hacer descartes, incluso hay un par que grabamos y que no entraron en el disco pero bueno, ya saldrán, en un Epé o algún regalo para fans.
¿Y cómo es grabar con un productor que es parte de la banda? Porque suele ser un poco quien mira con cierta distancia los temas, pero en este caso era parte del grupo.
Álvaro: Bueno, es que yo creo que Sergio no nos es tan ajeno, porque generalmente los grupos que grabamos por aquí, por Asturias casi te diría que prescindimos de la figura del productor, o sea, pones “Producido por” y en realidad es el fulano que tiene el estudio en el que has grabado y el nombre del grupo, que la mayoría de las veces producimos entre todos pero hace un papel más de ingeniero de sonido, que en este caso Sergio es un máquina, el sonido y la calidez que une al disco es algo que encontró él, aunque casi se vuelve loco en el proceso (risas), para mi ya había encontrado el sonido en la primera mezcla, pero él le dio más vueltas.
El disco está pensado para vinilo pero no grabado en analógico, pero ¿hay diferentes mezclas pensando en plataformas o soporte físico?
Wilón: Sí, sí, hay dos una para redes, o YouTube, Spotify o lo que sea, y otra específicamente para el vinilo, que yo debo decir que me gusta mucho más esta, la del vinilo, vale que no está grabado en analógico pero por el tema de dinámicas y eso, yo creo que suena mucho mejor en vinilo. También te digo que es algo que decidió Sergio a la hora de masterizarlo, que lo haga Dani Sevillano que lo hace de puta madre y que haga dos mezclas diferentes.
Álvaro: Es lo suyo hacerlo así, por el tema de la compresión del sonido y que aunque no esté grabado en analógico, si pones el disco la reproducción sí es analógica, y eso sí cuenta, no es lo mismo un archivo reproducido por un procesador que una aguja que va leyendo unas ondas en un microsurco, ya cambia sólo por la mecánica, y no soy ningún experto, pero sí que el sonido se comprime menos y se nota muchísimo.
Luego os pregunto por el arte del disco pero ¿habéis hecho exactamente el disco que querías hacer?
Wilón: Sí, puede sonar muy pretencioso, pero sí, desde las canciones, al sonido, totalmente sí, lo hemos hecho a capricho… mira, comentas del arte, de la carpeta, el diseño, todo, yo no quiero desmerecer a nadie, pero cuando se lo comentamos a Héctor (Ossobüko Studio), a ver, siempre tienes un poco de miedo, o no sabes si va a captar todo lo que hay, todo lo que contiene y supone este disco, y nosotros no le dimos ninguna directriz, eso sí, nos pidió escuchar los temas, bueno, los temas y las letras, y bueno, cuando nos lo enseño fue la sensación de, bueno, ya está todo en su sitio. Matrícula de honor.
Como el disco.
Texto: Jorge Alonso
Fotos: Iris Benítez