Stone Temple Pilots (1993)
Los californianos han sido considerados como una banda de segunda división dentro de la explosión alternativa de los primeros noventa. Por lo menos por parte de la crítica y la prensa especializada, algo que no se acaba de entender demasiado bien cuanto menos por la calidad, y el éxito comercial, de sus dos primeros trabajos, Core (1992) y Purple (1994). Grabado en Nueva York este recital demuestra que sus canciones se adaptan como un guante al formato desenchufado, las gruesas texturas de los hermanos DeLeo pasan a ser estructuras musicales más versátiles y el fallecido Scott Weiland da una exhibición de carisma vocal y personal sentado en su mecedora. Fue emitido al año siguiente de su grabación y se publicó como disco extra en 2017, formando parte de la reedición de su álbum de debut. (Manel Celeiro)
Nirvana (1993)
Puede que el falso acústico de Nirvana en Nueva York (la guitarra de Cobain suena amplificada y con efectos en más de una ocasión) sea el unplugged más famoso de toda la serie. No solo por sus intrínsecos valores musicales, indiscutibles, sino por salirse del guion más o menos establecido; pocos hits propios, versiones a espuertas (Bowie, Lead Belly, The Vaselines) y la presencia de los hermanos Kirkwood de Meat Puppets para acompañar a la banda en nada menos que tres de sus propios temas. Todo ello, con el añadido de la guitarra de Pat Smear de los Germs y el chelo de Lori Goldston hizo del show de Nirvana uno de los mejores directos de aquellos años, con un Cobain pletórico. Pocos imaginaban que cuando fuera a editarse, en noviembre del 94, Kurt ya llevaría muerto medio año. (Eloy Pérez)
