Aerosmith (1990)
Nunca editado de manera oficial, aunque con numerosas publicaciones piratas (en general solo de una parte del show), en cuarenta y cinco minutos Aerosmith demuestran el gran estado de forma que, al menos en lo musical, atesoraban después de la publicación de Pump (1989), una de sus obras magnas. Sentados en corro, muy a lo Elvis aunque sin cerrar el círculo, Tyler, Perry, Hamilton, Kramer y Whitford lo bordan desde su vertiente más bluesy. Especialmente inspirado se muestra el cantante. Y es que, con esa voz, has nacido para cantar blues. Se hace curioso que, a día de hoy todavía no haya sido editado oficialmente dada la calidad de las interpretaciones y, si se me permite, el nivel de lo que ahora está editando la banda. Cosas de derechos entre televisión y discográfica. (Eduardo Izquierdo)
Poison (1990)
Nadie va a negar que Poison es una banda divertida, eficaz en lo suyo. No soy su mayor fan, pero si he de cargar mi ira contra un grupo de esa era (86-89), se me ocurren decenas de ejemplos de bandas cutres, sin un solo distintivo. Pero Poison «desenchufados» es una cosa destartalada, como un coche viejo que intenta arrancar desesperadamente; una parodia de sí mismos. Su intento por ser una banda solvente, como lo serían Tesla o Aerosmith en este encuadre, es ideal para abrir una cerveza, agarrar unas palomitas y echar unas risas. Especialmente divertida es la performance del guitarrista Rikki Rockett, volando por el mástil con una guitarra más amplificada de la cuenta y mirando a la cámara de tanto en tanto para que todo el país viera lo guay que era también en esa tesitura. Hay bandas que no deben salir de su zona de confort. (Sergio Martos)
Creo que Rockett no era guitarrista. Quizá bajista o baterista