El autor, reconocido periodista musical de larga trayectoria, ya destapó ciertas interioridades de los eventos multitudinarios con una serie de artículos sobre la punta de lanza de los festivales patrios, artículos publicados el pasado 2016 que levantaron ampollas y generaron no poca polémica durante unas semanas. Pero el inexorable peso de la actualidad diaria acabó por dejarlo todo en una mera anécdota que el monstruo Primavera Sound, sobre él iban los textos, devoró sin apenas despeinarse. Y es que eso son ahora los grandes eventos, máquinas implacables de generar dinero para las que el aspecto artístico es tan solo una parte más, y en ocasiones la menos importante, de su mastodóntico engranaje. Nando vuelve a la carga con este volumen, en el que desmenuza la evolución de los certámenes masivos y todos los aspectos que los rodean. Nada nuevo para los que sabemos de qué va esto, pero material de primera para que el público potencial de los citados eventos esté al corriente de a quien vende su alma. Quizás no les importe demasiado, sumidos en la vorágine del selfie, Instagram, y la (supuesta) felicidad vital de unos días de desenfreno, pero estaría bien que supieran de las exigencias de los patrocinadores, de las condiciones laborales de los currantes, del ninguneo a ciertas bandas nacionales, del dinero público invertido, del monopolio empresarial y de algo que nos afecta directamente a la mayoría de aficionados a la música, el enorme efecto negativo que han tenido sobre las giras de clubes y salas. Obviamente, los hay que tratan de hacer las cosas bien, respetando a su público y manteniendo un perfil coherente. Un libro que certifica que no hay nada peor que morir de éxito.
MANEL CELEIRO
