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Nombres rockeros tomados de personas reales (extended)

 

Pink Floyd

 

En el número en papel de julio-agosto publicamos este artículo extenso ya de por sí. Pero siempre se quedan nombres en la recámara que aquí hemos añadido. Si se te ocurre alguno más, no dudes en añadir tu comentario.

Puede que sea tu vecino, tu amigo, tu enemigo, un antiguo profesor, otro músico, un artista, un personaje histórico, un deportista… Que haya sido casualidad, premeditado, consecuencia de lo que aparece en los periódicos del día… El caso es que numerosos artistas del rock han tomado como base para denominarse a otras personas reales -que no eran miembros de su formación-. Y no son precisamente un par. Aquí unos cuantos ejemplos de esa extraña sintomatología por la que quien decidió en su día bautizarse artísticamente en homenaje a otro ser tuvo que convivir con ello toda su vida.

 

The Beau Brummels: George Bryan Brummell, conocido como Beau Brummell (“el bello Brummell”), fue un dandi británico, árbitro de la moda en la Inglaterra de la Regencia y amigo del futuro rey Jorge IV. Abogaba por una higiene personal intachable y se bañaba diariamente en una bañera de leche. A Brummell se le atribuye la creación del traje moderno de caballero vestido con corbata. Por eso cuando la banda de San Francisco buscaba una apodo que pareciese inglés, en plena invasión británica de los 60, lo adoptaron como su estandarte.

Cocteau Twins

Cocteau Twins: Su nombre proviene de una canción de sus colegas escoceses Johnny And The Self-Abusers, antecedente de Simple Minds, que apareció más tarde en el LP de estos Life in a Day bajo el título de “No Cure”. En ella se mencionaban a dos gemelos snobs de Glasgow con una especial fijación por el cine de Jean Cocteau. Cocteau, también escritor, había publicado el libro Los niños terribles en 1929, protagonizado por dos gemelos -que también inspiraron el nombre de The Rich Kids- llamados Paul y Elizabeth. Y la cantante de Cocteau Twins era Elizabeth Frazer. Lioso, pero con fundamento.

Cotton Mather: Robert Harrison, guitarrista y fundador de los tejanos Cotton Mather, estaba con su hermano llorando la muerte de su tío cuando se pusieron a soltar nombres a bocajarro para el grupo del primero Al sugerir su hermano Cotton Mather, un predicador y autor puritano del siglo XVII que había sido ministro de la Iglesia del Norte de Boston, Harrison, entonces estudiante de teología, aseguró que era “el nombre más divertido para una banda que he escuchado nunca”. Del llanto a la carcajada sin despeinarse.

Crazy Horse

Crazy Horse: Antes de trabajar con Neil Young, Danny Whitten, Ralph Molina y Billy Talbot se hacían llamar The Rockets. Young les comentó que su nombre sonaba anticuado y sugirió el de un líder indio americano para describir su música, algo así “como un caballo salvaje”. Optaron por Caballo Loco (Tasunka Witko en lengua siux), el jefe de los siux ogala que comandó varias victorias indígenas contras los invasores blancos y que se unió a Toro Sentado y Nube Roja en algunas de ellas, como la de Little Bighorn en 1876, en la que moriría el famoso general Custer. Casualidad o no, a Caballo Loco le había sido dado su nombre por soñar con un caballo salvaje.

Credence Clearwater Revival

Creedence Clearwater Revival: Primero fueron Tommy Fogerty and the Blue Velvets, luego The Visions y, después, The Golliwogs. En 1967 optaron por una nueva denominación con tres palabras: Creedence era el nombre de un amigo de Tommy, Credence Newball, al que le añadieron una ‘e’ para no molestarlo; Clearwater venía de un anuncio de la cerveza Olympia que Newball bebía y en el que la compañía alardeaba de utilizar un agua prístina para su elaboración; y Revival se debía a que empezaban de cero una vez más. Lo de revival fue profético con la cerveza: Olympia dejó de producirse… hasta que otra compañía volvió a comercializarla más tarde.

Dead Kennedys: Los californianos comenzaron su andadura menos de 15 años después del asesinato del presidente Kennedy y solo una década después del asesinato de su hermano Robert. East Bay Ray, guitarrista de la banda, admitió en 2017, en una entrevista con el escritor y analista político Lincoln A. Mitchell, que el nombre de la banda era de mal gusto, pero también alegó que “los asesinatos fueron de mucho más mal gusto que nuestra banda. En realidad respetamos a la familia Kennedy… Cuando JFK fue asesinado, cuando Martin Luther King fue asesinado, cuando RFK fue asesinado, el Sueño Americano fue asesinado… Nuestro nombre es en realidad un homenaje al Sueño Americano”. Por si acaso.

The Delgados: En 1994, Pedro Delgado ya había dado lo mejor de sí y estaba en el ocaso de su carrera; era su último año como profesional. Alun Woodward (Coatbridge, Escocia, 1971) es un fanático del ciclismo y seguramente tendría en mente las épicas batallas en las cimas de la Vuelta entre Pedro Delgado y su compatriota Robert Millar, el ciclista del pendiente, cuando decidió bautizar a su banda como The Delgados. “Dos de nosotros no sabíamos tocar muy bien y los otros dos no sabíamos tocar nada, pero esa sensibilidad no aprendida fue nuestra guía”, dicen en su Bandcamp. La afición al ciclismo de su líder se reflejó también en títulos de discos como Domestiques (Gregarios) (1996) o Peloton (1998).

The Durutti Column: El Durruti (mal escrito) del nombre de la banda mancuniana no puede ser otro que el revolucionario anarquista Buenaventura Durruti Dumange. Pero, en este caso, el personaje llega a inmortalizar a la banda de Viny Reilly de manera indirecta. Después de una reunión con Christopher Gray, miembro de Situationist International, Tony Wilson, el padre de Factory, se adhirió a finales de los 70 al movimiento Situacionista y canalizó con orgullo el espíritu de disrupción y subversión del movimiento a través de sus aventuras en la música. En una de las publicaciones que emitieron los Situacionistas de la Universidad de Estrasburgo en los años 60 aparecía una tira cómica que presentaba a dos vaqueros disertando. Esta tira se titulaba “Le Retour de la Colonne Durruti”, y Wilson la imprimió en grandes carteles y los pegó por diferentes puntos de Manchester. Note el lector que el nombre ya viene mal escrito por André Bertrand, el autor de la publicación. Wilson trasladó la errata al nombre de la banda a la que estaba dando forma en 1978, Durutti Column, una de las que desvirgaría el catálogo de Factory Records un año después.

Elvis Costello

Elvis Costello: Probablemente como Declan Patrick Aloysius MacManus no hubiera llegado muy lejos. Tras su fichaje con el sello Stiff, su capo Jake Riviera marchó con el joven músico a un pub de Fullham. Tras unas rondas con propuestas disparatadas, le propuso lo de Elvis (Presley). Costello sería un homenaje a uno de los dos humoristas del dúo Abott y (Lou) Costello, y era también el apellido de la bisabuela paterna de McManus antes de casarse. A rey muerto, rey puesto, aunque MacManus fue reticente en un principio: “Pensé que lo de Elvis era una de esas ideas locas que se les pasaría, y por supuesto que no fue así. Después se convirtió en un asunto de honor comprobar si conseguiríamos salir adelante con ello” .

Frankie Goes to Hollywood: Habla Holly Johnson, su cantante: “Había una banda en la que estaba. Necesitábamos un nombre rápido porque teníamos un concierto y había un recorte de la revista New Yorker pegado en la pared del local de ensayo que decía “Frankie se va a Hollywood” y mostraba una foto de Frank Sinatra siendo acosado por chicas adolescentes”. Esa imagen existe, pero Johnson desconocía o no quería reconocer el origen real de la misma: estaba en el libro Rock Dreams del dibujante belga Guy Peellaert con textos del periodista musical Nik Cohn, en el que también aparecían Johnny Cash como presidiario, Chubby Checker en un matadero o The Rolling Stones travestidos.

Franz Ferdinand: Después de ver en televisión a un semental del mismo nombre llevarse a casa la carrera Northumberland Plate en 2001, los escoceses decidieron que si Franz Ferdinand era bueno para un caballo, lo sería también para una banda. Tenía, asimismo, referencias históricas, ya que la muerte del Archiduque austríaco del mismo nombre fue la espita que prendió la Primera Guerra Mundial. Alex Kapranos, su líder, lo explicó así: “Fue una figura increíble. Su vida, o al menos su final, fue el catalizador de la transformación completa del mundo, y eso es lo que queremos que sea nuestra música. Pero no quiero intelectualizarlo. Básicamente, un nombre debería sonar bien… Como la música”.

Gene Loves Jezebel: En 1977, Ian Dury le dedicó una canción a uno de sus ídolos, Gene Vincent. “Sweet Gene Vincent” formó parte de su primer elepé en solitario, New Boots and Panties. Eso está bien, pero llevar el nombre de ese ídolo como parte de tu nombre artístico va mucho más allá. A comienzos de los 80, en plena descomposición del punk, los londinenses gemelos Aston (Jay y Michael) formaron Gene Loves Jezebel, para lo cual utilizaron el nombre del malogrado rockero de Norfolk y una de sus grabaciones, que no composiciones, “Jezebel”, incluida en su primer álbum junto a los Blue Caps, Bluejean Bop (Capitol, 1956). En origen, la canción la escribió Wayne Shanklin para Frankie Laine y en ella tilda a la princesa fenicia como lo que era, un alma diabólica, un ángel caído, que aun así logró gobernar Israel.

Gene Loves Jezebel

Gogol Bordello: Eugene Hütz nació en Boyarka, Ucrania, en el seno de una familia de origen romaní. A raíz del accidente nuclear de Chernobyl, el joven Hütz, con 14 años, se vio forzado a dejar su hogar y comenzar un peregrinaje con su familia por campos de refugiados hasta que se instalaron en los EE.UU. Allí formó una banda llamada Hütz & The Bela Bartoks, pero lo desechó al poco tiempo porque, según él, “nadie sabe quién cojones es Béla Bartók en los Estados Unidos”. Su siguiente nombre artístico también tomaba como referencia a una celebridad, el escritor ucraniano Nikolai Gogol. Según declaró el propio Hütz a NPR Music, “la obra de Gogol tomó la cultura ucraniana en la época en que básicamente estaba prohibida en Ucrania en el siglo XIX y la puso en el centro de atención de la literatura europea. Al igual que él, nosotros queremos introducir la música de Gogol Bordello en el seno de la música anglosajona”. Como curiosidad, la segunda parte del nombre es una palabra italiana, “Bordello”, que significa ‘luogo di perdizione’. O sea, un puticlub.

Greta Van Fleet: Gretna Van Fleet tocaba el saxofón y el piano en una banda de baile con sus tres hermanos a finales de los años 50. Había nacido en la década de los 30 en el sur de Michigan y se trasladó posteriormente a Frankenmuth, la ciudad de los hermanos Kiszka (Josh, Jake y Sam). En 2012, los tres hermanos, junto con Dany Hauck a la batería, formaron su banda de rock. Fue este último quien propuso la idea del nombre, un día que su abuelo le mandó a cortar leña para su vecina Gretna Van Fleet, quitándole el obstáculo de la ene. “Creo que es un nombre interesante porque es diferente. Realmente no sabes qué tipo de música va a salir de un grupo llamado así, me gusta cómo suena ese nombre”, declaró el bajista Sam Kiszka. Por su parte, la abuela Van Fleet se mostró un poco escéptica al respecto: “Cuando me dijeron que iban a hacerlo, me reí un poco y pensé: ‘No durará mucho. Ese no es un nombre para una banda’. Pero hasta ahora ha sido divertido, y solo les deseo lo mejor a los niños y que sigan haciendo lo que están haciendo”.

The Hollies: En 1962, la banda de Manchester que hasta entonces se llamaba Deltas decidió cambiar su nombre segundos antes de tocar en el Oasis Club de su ciudad. Lo eligieron dada su admiración por Buddy Holly, quien había muerto tres años antes. Según declaró Graham Nash a Music Radar en 2012, “Buddy Holly era uno de los nuestros. No era Elvis Presley, no era James Dean. No tenía el pelo engominado hacia atrás. No movía las caderas. Era un jodido tipo raro con gafas. Recuerdo ese día en febrero del 59 cuando Holly murió, y que Allan Clarke y yo estábamos llorando”.

 

 

Hottie & The Blowfish: Obviamente, nadie se llama Hottie (Bomboncito) ni Blowfish (Pez Globo), lo que no quiere decir que el Hottie y el Blowfish del nombre de la banda de Columbia, Carolina del Sur, no sean personas de carne y hueso. Ambos eran compañeros de Darius Ruckers, cantante y guitarrista de la banda, en el Carolina Alive, el coro de la Universidad de Carolina del Sur. Uno de ellos, Donald Feaster, usaba unas gafas enormes y gruesas, por lo que Rucker lo apodó ‘Hottie’. Otro, Ervin Harris, tenía las mejillas hinchadas, por lo que quedó bautizado como ‘Blowfish’. Una noche en una reunión del coro, Feaster y Harris entraron juntos y Rucker exclamó “¡Son Hottie and the Blowfish!”. Corría el año 1986 y Rucker, que estaba montando una banda con tres compañeros de la facultad, propuso el nombre, que todos tomaron como bueno de forma provisional. Y así, hasta hoy.

James Gang: La banda de James, o sea, de Jesse James, el forajido, fue una escisión de la banda original de Younger-James, formada por los hermanos Younger y los James al finalizar la Guerra Civil estadounidense. Hacia 1872 comenzó la andadura de la banda hasta que en 1882, su líder, Jesse James, fue asesinado a traición en su casa por un miembro de su propia banda mientras descolgaba un cuadro -recuerden a Tyrone Power en Tierra de audaces)-. El guitarrista y cofundador Ron Silverman fue quien bautizó a la formación en 1966 con el nombre de la banda de forajidos. Aunque tuvieron diferentes cambios de personal, la alineación que pasó a la historia fue la formada en 1968 por Jim Fox a la batería, Tom Kris al bajo y Joe Walsh a la guitarra, un power trío de nivel. El último disco de la banda, publicado en 1976, se tituló Jesse Come Home. Enviaban al forajido a casa para morir.

Jane’s Addiction: A finales de los 80, Perry Farrell vivía con una docena de personas en una casa en Venice Beach, California, una especie de comuna con todo tipo de desenfreno creativo. Una de ellas era Jane Bainter, educada en una universidad privada del nordeste y entonces adicta a la heroína. Casey Niccoli, novia de Farrell, sugirió un nombre para la banda de este, Jane’s Heroine Experience, en la línea de Jimi Hendrix Experience. Pero Farrel no se lo compró… del todo: “Pensé que no era lo suficientemente abierto. Si quieres invitar a la gente a entrar, no debes poner heroína en tu puerta”. Se quedó simplemente en Jane’s Addiction. Bainter, quien también se convirtió en el tema de la canción “Jane Says”, fue finalmente expulsada de la casa.

The Jesus & Mary Chain: Los hermanos Reid se han dedicado al despiste durante mucho tiempo respecto al nombre de su grupo: una oferta en un paquete de copos de maíz para el desayuno, un diálogo en una película de Bing Crosby, un collar de oro anunciado en una revista, una cadena de mensajes por carta postal, una orden católica de monjas, un santuario religioso en Grecia o México, un oscuro culto satánico… Todo falso. La verdadera razón era el valor polémico de citar a Jesús y María en su nombre. De hecho, se les prohibió aparecer en varios programas de televisión en los EE.UU. Todo sumaba a la publicidad de la formación, aunque fuese negativa.

Jethro Tull: En la primera encarnación de la banda, no conseguían que ningún club los contratase más de una vez, por lo que cambiaban de denominación cada poco. En una ocasión, su mánager había visto el libro La nueva labranza por medio de la tracción equina escrito por el agrónomo inglés del siglo XVIII Jethro Tull, inventor de una máquina sembradora de tracción animal que impulsó la revolución agraria, y vendió su siguiente concierto con ese nombre. Aunque pensaban que solo sería otro de una larga lista, el dueño del club John Gee los contrató de nuevo… y el nombre se quedó. Moraleja: cuidado con lo que adoptas provisionalmente.

Kings of Leon: El padre predicador de los hermanos Nathan, Caleb y Jared Followill, y tío del guitarrista Matthew Followill, se llama Leon. Con él, los hermanos recorrieron Sudamérica de pequeños, cambiando de iglesia cada poco. Pero es, sobre todo, un homenaje al abuelo de los cuatro, un obrero también de nombre Leon. “Era el tipo de persona que nunca conoció a alguien que no se convirtiera en su amigo al instante”, aseguró el cantante Caleb en 2014 al periódico San Diego Union-Tribune. “Es algo por lo que te esfuerzas, pero en él era natural”. Por su parte, Nathan explicó que su abuelo reconoció que no los envidiaba tras asistir a un concierto suyo en Oklahoma: “Me duele mucho el brazo de estrechar tantas manos y la cara de sonreír para las fotos. Os podéis quedar con todo eso de la fama. ¡No es para mí!”.

Lynyrd Skynyrd

Lynyrd Skynyrd: Lo habían intentado con diversos nombres. Una noche, durante un concierto, soltaron desde el escenario el nombre de Leonard Skinner, profesor de gimnasia en el instituto Robert E. Lee High de Jacksonville, que solía castigarlos tanto a ellos como a parte de su audiencia por llevar el pelo largo, expulsándolos o enviándolos al director. El nombre resultó ser un éxito y lo asumieron con ciertos cambios ortográficos para evitar una demanda. Skinner fue reticente al principio, pero había algo especial en prestar nombre a una de las bandas más grandes del rock sureño, así que lo dejó pasar. Incluso llegó a presentarlos en un concierto en su ciudad natal, previo pago de 100 dólares. Faltaría más.

Luscious Jackson: Lucious Jackson ganó una medalla de oro con el equipo olímpico de baloncesto de EE.UU. en 1964 y un campeonato de la NBA en 1967 con los Philadelphia 76ers. Cuando las amigas Jill Cunniff y Gabby Glaser formaron un híbrido de hip-hop y rock, le pusieron el nombre de la estrella de baloncesto, mal escrito adrede. No es el único jugador de la NBA que tuvo tal honor: antes de ser Pearl Jam, Eddie Vedder y compañía fueron Mookie Blaylock, quien en ese momento jugaba para los New Jersey Nets.

The Marshall Tucker Band: Marshall Tucker casi vivió 100 años, ya que murió a los 99 el 20 de enero de este año. Tucker nació ciego y desde pequeño aprendió a afinar pianos, tarea que desempeñó en Carolina del Sur durante más de 50 años. Allá por 1972, unos chicos melenudos de la región, amantes del rock sureño, alquilaron un almacén para que hiciera las veces de local de ensayo de su banda, aún sin nombre. Cuando fueron a entrar en el local, vieron que en la llave había grabado un nombre, Marshall Tucker. No sabían quién o qué era eso, pero les gustó como nombre para su banda.

The Melvins

Melvins: Ya desde pequeño, el pelo indomable de Buzz Osborne fue un reflejo de su personalidad. Establecido a los doce años con su familia en Montesano, una ciudad sin ambiciones en el estado de Washington, conoció en el instituto a Matt Lukin, un bicho raro como él, con quien formaría una banda de rock. Más tarde conocería también a otros paisanos como Kurt Cobain o Krist Novoselic. Osborne comenzó a trabajar como dependiente en Thriftway, una popular cadena de supermercados, donde tendría como supervisor a un tipo bastante desagradable llamado Melvin. Allí conoció a Mike Dillard, otro empleado de la cadena, quien sería la tercera pata que se encargaría de la batería de su banda. Corría el año 1983 y el nombre elegido para la formación fue un ‘homenaje’ a un tipo al que nadie podía ver. Y la verdad es que les quedó muy bien.

Molly Hatchet: Parece ser que se la chica se llamaba Abigail, de apellido desconocido, que vivió durante el siglo XVII en la región de Salem, Massachusetts, que se dedicaba a la prostitución y, en sus ratos libres, decapitaba a sus clientes con un hacha, por lo que recibió el apodo de Hatchet Molly (Hacha Molly, o Molly la del Hacha). Tres siglos después, en Jacksonville, cuna del rock sureño setentero, seis hombretones metieron 18 papelitos (a tres por cabeza) en una gorra de John Deere. Cada uno había escrito tres posibles nombres para la banda que estaban formando, y la idea era sacar uno y bautizar a su futuro grupo de rock sureño sin concesiones con el nombre que apareciese. No fue otro que “Molly Hatchet”, y a todos les gustó. O eso al menos fue lo que contó su guitarrista y fundador, Dave Hlubeck. Hoy no queda ningún miembro original de la banda con vida.

Paul Revere and the Raiders: El grupo, formado en 1959, se llamaba Downbeats. Predispuestos a un cambio, optaron por el nombre de su fundador, Paul Revere Dick, aunque eliminando el ‘dick’ (‘polla’). Enlazaban así también con Paul Revere (1735-1818), un patriota estadounidense que se dice que cabalgó cientos de kilómetros en 1775 para advertir a los colonos estadounidenses del acercamiento de las tropas británicas. Para dar más realismo a la relación con él y a su nueva encarnación, The Raiders se vestían con trajes del siglo XVIII.

Pink Floyd: Pinkney Anderson (1900-1974) forjó su carrera como bluesman tocando la guitarra y cantando en diferentes medicine shows, acompañando con sus lamentos a los mejores charlatanes del momento. Floyd Council comenzó a tocar blues durante los locos años 20 y llegó a grabar durante la siguiente década junto al gran Blind Bloy Fuller. Fue precisamente en las notas de un álbum de este último (la compilación Country Blues 1935-1940, publicada en el sello Philips en 1962), donde Syd Barret tuvo conocimiento de su existencia. El escritor e investigador Paul Oliver escribió: “Curley Weaver y Fred McMullen […], Pink Anderson o Floyd Council: estos fueron algunos de los muchos cantantes de blues que se escuchaban en las onduladas colinas de Piedmont, o serpenteando por los arroyos a través de los valles boscosos”. Lo que vino a continuación es Historia.

Sigur Rós: Sigurrós es un nombre femenino bastante común en Islandia, formado por la unión de ‘sigur’ (‘victoria’) y ‘rós’ (‘rosa’). Escrito por separado, ha dado nombre a la banda islandesa más exitosa recientemente. Y su origen no puede ser más cercano al grupo, al menos a su cantante Jónsi: es el nombre de su hermana menor, Sigurrós Elín Birgisdóttir, nacida el mismo día que se formó la banda.

Sloan: Los australianos de Nueva Escocia se fijaron en un amigo común, Jason Larsen, para nombrarse en 1991. El fundador del grupo Jay Ferguson lo recordaba así en una entrevista: “Jason trabajaba en un almacén. Su jefe francés siempre lo llamaba ‘slow one’ (‘el lento’), pero con el acento se convirtió en ‘Sloan’”. Larsen tuvo además la -dudosa- suerte de poner su careto en la portada de su primer EP Peppermint, en 1992.

Somebody Still Loves You Boris Yeltsin: SSLYBY se formaron en Missouri a comienzos de siglo. Acerca del nombre de la banda, decía Philip Dickey, su batería, que “es una bendición y una maldición. A veces la gente descubre nuestra banda solo por el nombre. Pero también he leído cosas como un periódico de Londres que decía que estábamos destinados a la oscuridad debido a ello”. Gracias a eso viajaron a Ekaterimburgo, conocieron al traductor de Yeltsin y fueron nombrados embajadores culturales en Rusia. Pero no todo iba a ser tan bonito: fueron invitados a una emisora rusa y obligados a aprender la canción favorita de Boris Yeltsin y tocarla en directo. Es lo que tiene hacer canciones tan bonitas como “Let It Sway” o “I Think I Wanna Die”.

Vinegar Joe: Joseph Warren Stilwell fue un general estadounidense recordado por su servicio en China y Birmania durante la Segunda Guerra Mundial. Por su personalidad agria lo llamaban “Vinegar Joe”. Cuando el capo de Island Chris Blackwell buscaba un nombre para su nueva banda con Robert Palmer, Elkie Brooks y su marido Pete Gage, se acordó del Joe Avinagrado. Gage tenía claro que los dardos se dirigían a él: “Stilwell era un nombre bastante patético y poco atractivo. Sin duda era una referencia a que soy demasiado serio, sarcástico y que me impresiona bien poco el estatus de una persona”.

ZZ Top

ZZ Top: A Billy Gibbons le gustaba cómo sonaban las iniciales de los nombres de artistas de blues como BB King y ZZ Hill. Inicialmente iba a llamar a su banda ZZ King, pero sonaba muy similar al artista original. Finalmente se decidió por ZZ Top cuando pensó que lo lógico sería que el rey -king- estuviera en la cima -top-. Además, según le contó a la revisa Goldmine en 1991, entroncaría con una revelación que tuvo al ver dos puertas de madera de un pajar abiertas con vigas colocadas en forma de Z. Sí, tal cual.

 

Homenajes patrios

 

Garzón / Grande Marlaska: No hay espacio suficiente aquí para recoger todo lo que se detalló exhaustivamente en Vanity Fair el 23-6-2018, por si alguien quiere consultarlo. El caso es que el trío Garzón había escogido el nombre del súper juez español siguiendo la estela de lo que habían hecho los británicos McCarthy con el senador que lideró la Caza de Brujas en EE.UU. en los 40-50. Un burofax de este les instó a cesar en el uso de su nombre justo tres días antes de su concierto más importante en el FIB de 2006. Ahí decidieron cambiar su nombre por el juez que lo había sustituido en la Audiencia Nacional, Grande-Marlaska. Este al menos no les impidió usarlo, y reconoció que incluso los había escuchado. “Aunque no son mucho de mi estilo”, agregó.

Leone: Imagínense un grupo tocando de fondo mientras tiene lugar la fantástica primera escena de Hasta que llegó su hora, bajo el porche de esa polvorienta estación de tren. Ese grupo podría ser Leone, perfectamente. A medio camino entre Almería y la capital, la banda liderada por Jesús Canet, que debutó en 2016 con el single “Tus huesos”, homenajeó en su nombre y, de paso, en su música, al romano Sergio Leone, gran valedor del desierto almeriense. El propio Canel explicaba en atonal.net el porqué del nombre de su banda: “El cine de Sergio Leone tiene esa mezcla del western y lo mediterráneo que creo que tiene nuestra música. […] Además, dos miembros de la banda somos de Almería, así que todo tiene más sentido”. Entre las playas de Almería, el polvo flotante del desierto de Tabernas y lo castizo de Madrid podrán encontrar sus señas de identidad.

Mari Cruz Soriano

Mari Cruz Soriano y Los Que Afinan Su Piano: Una tarde de agosto de 1981 en el Café Bar Skol de Vigo, Germán Coppini, Julián Hernández, Alberto Torrado, Miguel Costas y algunos amigos bebían incansablemente mientras buscaban un nombre para su grupo. En TVE se emitía el programa musical Blanco y Negro, presentado por la polifacética pianista vasca Mari Cruz Soriano, en donde pasaban actuaciones de artistas de la época y ella ofrecía recitales de piano. Uno de los presentes: “Pues ya está, ¡Mari Cruz Soriano y Los Que Afinan Su Piano!”. Era tanta su presencia en los medios que la guasa hasta parecía lógica.

Francisco Nixon

Francisco Nixon: En esta ocasión se mezcla la ficción (cómic) y la realidad (política). Fran Fernández se desdobló en 2006 para compatibilizar su trabajo en el ocaso de La Costa Brava con su proyecto personal, más íntimo y bajo su control. El nombre de su encarnación fue, y es, Francisco Nixon. El Nixon de su apellido apela, principalmente, al que fuera presidente de los EEUU, Richard Nixon, aunque la decisión de usar el nombre de una figura que no se caracteriza precisamente por la huella que dejó durante su mandato, le vino tras ver la banda de atracadores llamada los Nixons en Batman: El regreso del caballero oscuro. Estos, un grupo disidente de la Armada Mutante, iban ataviados con caretas con el rostro del político, y, según el propio Fran, “me hizo gracia usar un nombre de una figura histórica con connotaciones negativas, y que fuese fácilmente localizable en las búsquedas”. También, según el propio intérprete, su propio apodo le recuerda al desenfadado Mojo Nixon y al Nixon de Lambchop, con los que también comulgamos.

 

El tenista McEnroe

McEnroe: 7 títulos de Grand Slam, 77 títulos individuales y 78 en dobles son el resumen de la carrera de John Patrick McEnroe, un tenista con mucho carácter que hizo historia dentro y fuera de las pistas de tenis. De los ecos de su leyenda nace, en 2002, la banda española que honra su apellido. Su líder, Ricardo Lezón, lo contó a Hoyesarte en 2019: “He jugado al tenis toda la vida. Jugaba con mi hermano que lo hacía muy bien y cuando me reprendía le decía: ‘Joder, que no soy McEnroe’”.

 

Tachenko: La idea surgió de Andrés Perruca, primer batería de los zaragozanos, muy aficionado a todo lo relacionado con la U.R.S.S. Según cuenta su guitarrista Fermín de la Calle, “nos parecía un nombre peculiar y nos evocaba esa imagen gigante y torpona del jugador. Nosotros también pensábamos a lo grande, pero éramos un poco chapuceros todavía. Recuerdo que nos gustó enseguida… Ya teníamos conciertos a la vista y no teníamos nombre todavía, así que nos lo quedamos a la primera. De todos modos, para facilitar el asunto en el nombre del grupo decidimos suprimir la primera k”. Vladimir Tkachenko no sólo no se molestó por la amputación de su apellido sino que se hizo una foto con el CD de Las jugadas imposibles y les firmó el EP El tiempo en los Urales.

La verdadera Carolina Durante

 

 

Carolina Durante: “Fui al colegio con algunos de ellos, pero nunca tuve mucha relación. Un día me escribió Diego [el cantante] y me dijo que él y unos amigos querían ponerle mi nombre a un grupo que estaban montando. Yo pensaba que me estaba vacilando, porque había hablado con él en contadas ocasiones. Les dije que vale, pero ni le di importancia. En el colegio me acuerdo sobre todo de Diego, pero con doce años me fui a otro instituto”. Carolina Durante, la real, es vegetariana, habla chino, estudió periodismo en la Complutense y vive y trabaja actualmente como Social Media Manager en Sídney, Australia.

 

 

 

EXTRA BONUS (no publicados en papel)

Dali’s Car: Captain Beefheart había incluido una canción de este mismo título en su disco Trout Mask Replica (1969), inspirada por la obra Taxi lluvioso de Dalí, con el maniquí de un chofer con cabeza de tiburón y el de una mujer vestida de noche sentada sobre un montón de verduras, mientras centenares de caracoles se paseaban por sus cuerpos empapados. Sin embargo, según Peter Murphy (Bauhaus) en el libro Dark Entries: Bauhaus and Beyond (1994), el dúo que formó con Mick Karn (Japan) no tomó su nombre de esa canción, sino de un sueño de un amigo de Murphy en el que fantaseaba con comprar un automóvil que había pertenecido a Salvador Dalí.

Engelbert

 

Engelbert Humperdinck: George Dorsey ya triunfaba cantando baladas en 1965. Aquel año, mientras estaba de gira en Inglaterra, Dorsey tuvo que lidiar con un grave ataque de tuberculosis y estuvo fuera del escenario durante seis meses. Cuando se recuperó, quiso adoptar una nueva imagen para mostrar su salud y vitalidad. Su manager y ex compañero de piso Gordon Mills sugirió el nombre del compositor de ópera alemán del siglo XIX Engelbert Humperdinck, el hombre detrás de Hansel y Gretel (1893) y asistente de Richard Wagner. No era tan conocido entonces, pero crecería en popularidad a medida que el cantante romántico iba alcanzando la fama mundial.

 

 

 

 

Gnarls Barkley: ‘Gnarl’ en inglés significa gruñir, refunfuñar. Pues ahí estaban los dos componentes del dúo, Danger Mouse y Cee-Lo Green, haciendo juegos de palabras con el Príncipe Carlos (Prince Gnarls), Bob Marley (Bob Gnarley) o el jugador de baloncesto estadounidense Charles Barkley (Gnarls Barkley). Se quedaron con este último, aunque a Mouse le faltó tiempo para desmentirlo: “No hay ninguna historia detrás. el nombre no tiene nada que ver con nada. Es todo lo contrario, no fue una decisión consciente”. Ya, claro.

Henry Cow: En estas pocas líneas no hay espacio para una mínima semblanza del creador experimental Henry Cowell. Podríamos decir que sobrevivió al terremoto de San Francisco (1906) y que estuvo más de cuatro años interno en San Quintín acusado de pedofilia, al ser sorprendido en un parque con un menor, o que murió de cáncer de colon en 1965. Lo más lógico, y la creencia generalizada es que la banda de Canterbury -nacida a finales de los sesenta y etiquetada como rock progresivo o experimental, o más fácil aún, dentro de la escena Canterbury-, se hubiese bautizado usando el nombre del excéntrico músico y divulgador, amputando un trozo de su apellido; pero lo cierto es que sus miembros han negado siempre esta asociación, apelando a que usaron ese nombre porque les parecía un nombre bastante ridículo. “¿Qué puede ser más ridículo que Henry Cow?”, declaró el baterista David Cutler en 1974. Como cabe una duda razonable, lo incluimos aquí.

Jimmy Eat World: Cuando yo era chico [Juan Carlos] peleaba mucho con Martín, mi hermano mayor, que siempre ganaba, claro. El motivo para enfurecerlo solía ser interrumpirle cuando tocaba o cantaba en casa anunciando a toda voz: “¡Canta Martina!” (para luego salir corriendo infructuosamente por el pasillo). Con los años, él tomó el nombre artístico de Maleso. Si hubiera actuado como los Jimmy Eat World, su nombre artístico hubiese sido ¡Canta Martina! (maravilloso, ahora que lo pienso). Por tanto, el Jimmy del nombre de la banda de rock alternativo de Arizona no es otro que el del hermano menor del guitarrista Tom Linton, quien peleaba con su otro hermano Ed a menudo, y ganaba siempre. En una de esas refriegas infantiles, la venganza de Ed, artística más que violenta, consistió en hacer un dibujo de Jim con una bola del mundo en la boca y un lema, “Jimmy se come el mundo”.

Kasabian: En 1969, los miembros de la ‘Familia’ de Charles Manson asesinaron en Tate y LaBianca a la estrella de Hollywood Sharon Tate, embarazada, y a otras seis personas. Para huir contaron con la conductora Linda Kasabian. Tras ser detenidos, esta consiguió la inmunidad por su testimonio en el juicio contra Manson y sus acólitos.  El exguitarrista de la banda, Chris Karloff, encontró el apellido de Linda mientras leía sobre aquellos hechos. Curiosamente, la traducción del turco de la palabra significa “carnicero”. ¿Seguro que no lo sabían los componentes de la banda?

Klaus & Kinski: Si hay dos personas a las que no les interese lo más mínimo comprobar qué tipo de música hacían los murcianos Klaus & Kinski, seguramente sean Pola Kinski, hija mayor del actor Klaus Kinski, y su hermanastra, la guapa Nastassja Kinski. La primera declaró en su autobiografía haber sufrido abusos de su padre desde los 5 a los 19 años y la segunda reconoció el mismo año que se alegraba enormemente de que su padre estuviera muerto, calificándolo de todo menos bonito. Sin embargo, en Murcia Marina Gómez y Alejandro Martínez se acordaron del actor al tomar su nombre en 2005, explicando el origen en la publicación Optiks en 2012: “Al principio simplemente nos gustaba su cara de mala hostia. Nos hacía gracia pensar en su cara y en temas así cantados dulcemente. Luego le puedes ver más chicha, pues desde luego este hombre tan extremo parece un iconoclasta y descreído del copón. Hay artistas de los que mola más su vida que su obra. No es que no hiciera grandes cosas (lo mejor con Herzog, claro, pues también hizo mucha basura), pero su vida loca ya es arte puro. Aunque mejor que te lo cuenten que vivirlo de cerca. Tampoco, por otra parte, es que seamos especialistas en este tipo. Es solo un nombre tonto de grupo”.

Marilyn Manson

Marilyn Manson: Brian Hugh Warner compuso el nombre de su alter ego Marilyn Manson a partir de dos iconos de la cultura pop estadounidense, de signo totalmente diferentes, y antes incluso de dedicarse a la música. El joven Brian se matriculó en la facultad de Periodismo en Fort Lauderdale, Florida. “El primer artículo que escribí, como Brian Warner, era sobre Marilyn Manson”, declaró a The Guardian en 2015, “y en parte por eso tuve que tener un seudónimo, un nombre artístico. Me vi en una situación en la que de repente me quedé atrapado… Había creado un monstruo de Frankenstein. Existía Marilyn Manson, pero todavía no había música. Creé un mundo falso tal vez porque no me gustaba el mundo en el que vivía. Pero eso es lo que me hizo componer música. Tuve que llenar los vacíos que había creado”. Como hemos dicho al principio, Brian Warner formó su nombre artístico, según sus propias palabras, con “dos figuras que podrían estar en el mismo plano, uno en la portada del Life Magazine, y el otro en la portada del Life Magazine”.

Pearl Jam: Si nos atenemos a las explicaciones del frontman de Pearl Jam, la banda podría aparecer en este artículo por partida doble: el primer nombre que adoptaron los de Seattle después de reclutar a Edward Louis Severson III (a.k.a. Eddie Vedder) fue Mookie Blaylock, en referencia a uno de los mejores defensores de la NBA de la década de los 90 (jugaba por entonces en los New Jersey Nets con el número 10, que le dio título a su primer álbum). Una vez que firmaron con Epic Records en 1991, decidieron rebautizarse bajo el nombre con el cual han pasado a la historia, Pearl Jam. Según contó Eddie Vedder ese año a Rolling Stone, “Pearl” era el nombre de su bisabuela, y “Jam” hacía referencia a una mermelada alucinógena que ella manufacturaba. En 2006 reconoció que lo de la mermelada era una trola, pero que su bisabuela se llamaba Pearl. Aunque Jeff Ament y Mike McCready, bajista y guitarrista, tienen su propia versión: “Pearl” salió de una tormenta de ideas viajando a Nueva York para firmar con Epic, y “Jam” surgió tras asistir a un concierto de Neil Young en el cual alargó cada canción 15 o 20 minutos. Nosotros nos quedamos con la versión familiar de Vedder.

Tesla: En 1986, los chicos de City Kidd estaban en el estudio dando forma a su primer elepé, Mechanical Resonance, cuando la discográfica les dijo que se buscaran otro nombre antes de finalizar la grabación. El bajista, Brian Wheat, recuerda que acabaron el disco e hicieron una parrillada para celebrarlo: “Se presentó el productor, Cliff Bernstein, diciendo: ​​’Mirad, tengo una idea para el nombre de la banda’, y nosotros dijimos: ‘Genial. ¿Cuál es?’. Él dijo: ‘Tesla’. Y creo que dijimos: ‘¿Qué diablos es Tesla?’ No hubiésemos elegido ese nombre en 1000 años. Ninguno de nosotros éramos fanáticos de la ciencia ni nada por el estilo. No sé si alguien sabía de Tesla en la banda. Lo dudo porque no nos lo enseñaron en la escuela. Entonces, no sabíamos nada de él”. El apellido del célebre inventor serbio-estadounidense Nikola Tesla les resolvió el problema, y hasta el día de hoy.

Van Der Graaf Generator: En 1967 se formaba un grupo pionero del rock progresivo en Inglaterra. Su fundador, Chris Judge Smith, había recopilado una lista de posibles nombres de bandas en un cuaderno, como Zeiss Manifold o Shrieking Plasma. Pero él y Peter Hammill optaron por llamarse Van Der Graaf Generator, un acelerador de partículas utilizado en la investigación atómica que lleva el nombre de su creador, Robert Jemison Van de Graaff. Y todo porque el científico había fallecido en enero de 1967 y su nombre estaba en todos los medios de comunicación.

Whitehouse: Su nombre es un homenaje nada velado a la activista moral británica contra la obscenidad Mary Whitehouse, que saltó a la fama en 1964 y creó la “Asociación Nacional de Televidentes y Oyentes”, pero es también una referencia a una revista pornográfica británica del mismo nombre. No deja de ser una ironía porque al fundador y único miembro constante del grupo, William Bennett, le gusta tratar justo aquellos temas que horrorizarían a Mary Whitehouse. Más que nada, parece una venganza en toda regla por el estandarte del ruidismo.

 

Texto: Xavier Valiño y Juan Carlos León

One Comment

  1. Es HOOTIE (no Hottie) and the Blowfish.

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