Mötley Crüe
Noche para el recuerdo el pasado sábado en Rivas-Vaciamadrid. Cuando el aforo todavía no estaba lleno y ante un sol de justicia que abrasaba salieron Los Sex, una banda de Madrid de riffs efectivos que se acordó del resto de combos de la zona y agradeció al promotor la oportunidad de abrir para dos leyendas. A las 21 horas en punto y cuando todavía estaba entrando gente al auditorio Miguel Ríos suena el “Requiem de Mozart” por los altavoces del recinto, las pantallas emiten unos vídeos de presentación y con la pista hasta los topes, unos resucitados Mötley Crue que se rebelan a dar por finiquitada su carrera salen a escena y atacan ante 25.000 almas con “Wild Side”. ¿Qué ocurre aquí? Se les ve entregados, suenan muy bien, Vince canta correctamente pese a las sabidas limitaciones y desde el minuto cero John 5 (por muy pecaminoso que pueda parecer escribirlo así) nos hace olvidar a Mick Mars.
Sin pausa siguen con “Shout at the Devil” y “Too Fast for Love”. Todo Rivas puño en alto grita y canta ¡too fast, too fast for love! Nos falta el aire. Hay que ser sinceros porque, poco pensábamos a estas alturas de la película, que los Mötley Crüe del siglo XXI nos haría vibrar de tal forma. Un servidor se cascó seiscientos kilómetros en coche para verlos a ellos y una vez más ha de rendirse ante la entrega, pasión y fervor del público madrileño. Incluso las sensaciones, cuando ya entrada la noche estaban en escena los Def Leppard, no percatamos que, en realidad, creo que había más fans de los Crüe que de los Def Leppard, al menos por la reacción del respetable ante cada actuación y porque incluso algunos (pocos) abandonaron el recinto cuando los Crüe pusieron fin a su show. El concierto de los tildados como “chabacanos” por la prensa generalista (que esperaban ver… ¿a Mocedades?) prosiguió de forma contundente y con muchísimas pegadas con los temas “Don’t Go Away Mad” de nuestro querido álbum “Dr. Feelgood”; “Saints of Los Angeles” que sonó de miedo y, cómo no, con el clásico “Live Wire”.
Vince estaba comunicativo, Nikki Sixx auspiciaba a las masas y, cómo no, Tommy Lee se lo pasaba en grande. Llegamos a la octava canción de la noche y suena “The Dirt”, tema inédito de la película de Netflix que en cierta medida resucitó a la banda y auspició nuevos seguidores (muchos presentes en Rivas). Para nada desmereció este nuevo tema con los clásicos de la banda. Los Crüe se tomaron un descanso y dejaron al sobrenatural John 5 para que con su pericia a las seis cuerdas acreditara que ha venido y se ha juntado con estos pendencieros para, creo, bastante rato. Encaramos la segunda mitad del evento y nuevamente en escena con un medley muy efectivo de covers sin tregua ni pausa que a algunos le sonó a verbenero pero que sin duda fue muy divertido: “Rock and Roll, Part 2 / Smokin’ in the Boys Room / Helter Skelter / Anarchy in the U.K. / Blitzkrieg Bop”.
Antes de todo ello, Nikki se encargó de enarbolar la bandera patria, tirarla al público y cómo no, Tommy Lee como un niño que no ha crecido se encargó de solicitar (con éxito) que algunas chicas del público le enseñaran los senos. Las pantallas del recinto tampoco obviaron un culete muy feo de un “señor” que rompió algunas risas del público. Y con esas los roadies colocan un piano blanco enfrente del escenario y Tommy empieza a tocar los primeros acordes de “Home Sweet Home” para luego encararse rápidamente hacia su batería y terminar el tema (entre algunas lágrimas de nostalgia por parte de algunos). Nos faltaba aire. Además de por el calor, por la emoción de comprobar que ante unas expectativas bastante bajas por lo visto en redes y leído en determinada prensa durante la gira europea, los Angelinos se estaban dejando la piel en el escenario, eran ellos, sí, repito, eran ellos quienes tocaban y cómo no, no podía ponerse ni un solo “pero” al set list de aquella noche. Sigue la noche con “Dr. Feelgood” y “Same Old Situation”. ¡Qué bien suenan! Nos trasladamos a 1989 en pleno 2023.
No hay que olvidar que el espectáculo de los Crüe viene respaldado por dos bailarinas que con sus posturas lascivas también ayudan a Vince en algunos pasajes de algunos temas. No entraremos aquí a debatir acerca de ese soporte femenino que está para lo que está y que a tantos, en la era de la corrección política le ha servido para, más allá de la música, otra vez más, cargarse a la banda por su (vitalicio e innegable machismo que nunca han abandonado).
Pero aquí, en el Ruta, les hablamos de música y lo demás los dejamos para las tertulias patrias. Queremos más temas, más Crüe, pero sabemos que el evento encara su recta final: con “Girls Girls Girls” el público ruge y dos inflables con dos mujeres enormes con cierto aspecto galáctico dominan el escenario. Suena “Primal Scream”(ese inédito de su recopilatorio del 91) y terminan, como no, con la totémica y arrebatadora “Kickstart my Heart”. No tocamos con los pies en el suelo y sonreímos de felicidad. Queríamos más pero éramos conscientes que el show había tocado a su fin. Prometen volver. Pues ahí estaremos. Notabilísima actuación ante un público entregadísimo y fiel.
Def Leppard
A las 11 en punto de la noche los ingleses salen a escena. Todo es distinto. Su look, el escenario, el set list, todo es diferente a lo vivido antes. Ni mejor ni peor. Para gustos colores pero, ciertamente, los ingleses no son tan sucios como los Crüe aunque también es cierto que ejecutan un AOR efectivo y pulcro y, al menos para un servidor, no tan divertido como lo que habíamos vivido unos minutos antes. Nuestra sensación es que no hay espacio para la improvisación. No se palpa el peligro.
En un show de los Crüe puede pasar cualquier cosas (si por ejemplo Tommy Lee se saca la chorra). En unos de los Def Leppard nadie se despeina y todo parece milimétricamente diseñado. A modo de resumen, más allá de los hits indiscutibles de Def Leppard (cuando sólo entonces rugió comedidamente el público) la segunda parte de la noche se me antojó más tediosa y ñoña (que no hay que leerlo ni entenderlo de forma peyorativa). Era una propuesta totalmente distinta.
Que no se me mal interprete. Los temas sonaron de forma tan perfecta que me atrevo a escribir que quizás a un servidor le asaltó la duda de si eran realmente ellos quienes tocaban y si era Joe Elliot quien cantaba (no le recordaba esa calidad en la voz, unos años antes de la pandemia cuando la misma banda tocó en el RockFest de Can Zam en Santa Coloma de Gramanet -Barcelona-). No se puede poner ningún pero a la actuación de los ingleses que se inició con un efectivo tema del reciente álbum de estudio “Diamond Star Halos”: suena “Tell what you want” y siguen dos hitazos como “Let’s Get Roked” y “Animal”. Continúan con “Foolin” del millonario “Pyromania” para continuar con “Armagedon it” y la disfrutable “Kick”; ésta última también tema de su reciente álbum de estudio antes citado. Joe Elliot está comunicativo y habla al respetable durante todo el evento lanzando más de un par de guiños al baterista Rick Allen.
Suena “Love bites” que despierta emociones y suena pulcra y perfecta. Continúan con “Promises” y encaran los dos siguientes temas de forma acústica y distinta acercándose todos los músicos a las primeras filas. Es turno para “This Guitar” (por momento creo que escucho a los Eagles) y “When love and hate collide”. Con “Rocket” se anima levemente la noche y Phil Collen luce pericia y músculo. Es turno para repasar su álbum “High n’Dry” y suena la melosa “Bringing on the Heartbreak”. Todo deviene de forma impecable pero demasiado lento, sin punch, demasiados tiempos lentos o popularmente llamado “baladas”. Siguen con “Switch 625” y, cómo no, “Hysteria” cuando se encienden móviles como si fueran mecheros. Suena limpia y la empalman y alargan con un loable pasaje instrumental. Terminan de cara a barraca con las imbatibles “Pour Some Sugar on Me”; “Rock of Ages” y “Photograph”.
Fantástica noche, impecable organización y sólo nos quedarán dos cuestiones para resolver o sobre las qué reflexionar: 1.- ¿Cuándo volveremos a disfrutar de Mötley Crüe en España y dónde? (más que nada, para sincronizar relojes) y 2.- Lo increíble que habría sido ver ese show en su formato estadounidense si se hubieran añadido a la velada nuestra querida Joan Jett y reivindicables Poison.
Texto: Jordi Sánchez
Fotos: Salomé Sagüillo
Para mí def leppard estuvo genial, para mí gusto y los que tenía alrededor ☺️☺️se oían mucho mejor que motley crue. Pero de igual manera, estuvo muy bien el concierto, había ambientazo y sobre todo a la noche se está súper bien sin tanto calor. Ojalá vuelvan pronto para volver a verlos❣️
Por fin alguien q comenta un concierto de Hard Rock con un poco de sentido común! Bravo! Gracias por la sencillez y la veracidad
Muy bien, Artículo realista, y muy bien contado. Mucho mejor que la «prensa generalista».
Se nota que el que escribe sabe de lo que habla.
Muy buena crítica. Se nota que tu fuiste a disfrutar del rock de los 80 como yo (también paliza de coche), y no a sacar punta. Y si hay dos bailarinas guapas, pues mejor. Esos críticos generalistas que se vayan a ver regeton y analicen las letras. Igual con sus críticas consiguen llevarse compañía para la cama, pero si no recuerdan aquello de: sexo, drogas y rock a d roll para que se meten!!
Excelente concierto, lo digo por las dos bandas. Me devolví a los 90s, fui con mi hija de 13 años qué ahora es fiel fan de Motley Crue,yo iba más por Def Leppard pero por todo lo alto! Excepto por el calor durante la filas ,en eso sí debieron prever unos toldos ,chorros, algo porque fue excesivo el .