El bagaje de Ricardo Lezón (MCenroe) es manifiesto en sus canciones, en su saber estar. Se acerca a la americana music de forma personal, reflexiva, triste, bonita… Quizás resulte algo sobreactuado vocalmente en algunos momentos, pero ello no quita para que su música, como ven, se preste a la descripción generosa.
Sumando hasta tres guitarras y unos sugerentes teclados, arrancó los primeros aplausos de la velada. Su pase en el certamen estival madrileño fue de menos a más, como la afluencia de público, hasta alcanzar un bonito clímax, más que propicio para dar paso al siguiente acto.
Tras su sorpresiva e inolvidable actuación del pasado verano en tan bucólico emplazamiento, Los Estanques y Ani B Sweet repetían con, más o menos, el mismo repertorio (Burbuja Cómoda y Elefante Inesperado sigue siendo un disco fresco, apenas rebasa el año) de vida, pero arropados por una suculenta unidad de refuerzos en forma de vientos y cuerdas, llenando el escenario de músicos. Esto les permitió trasladar a las tablas los numerosos matices que visten las canciones de su único disco, de forma fidedigna, tal como se concebió en estudio, en una oportunidad única de verles brillar en todo su esplendor, que es mucho.
Huelga abundar en la destreza e imaginación que, tanto ella como ellos, por cuenta propia, destilan en su música. Por eso, la unión de estos cinco artistas encaja de forma tan natural y mágica. Su directo permite entender con mayor amplitud el talento que desprenden sus canciones. Porque son canciones de alma pop y, como tales, pegadizas, pero de marcado corte experimental, siempre en la medida que la canción lo requiere.
Sin excederse en su virtuosismo (o sin apenas hacerlo), deslumbran, porque lo suyo es talento natural, forjado en paralelo a años de formación musical. Pero su conocimiento académico no es un lastre, si no todo lo contrario, ya que se sirven del mismo para salirse de la tangente en una suerte de pop barroco, progresivo y sinfónico envuelto en textos de fantasía, altamente evocadores. «Brillabas», «Caballitos de Mar» o «Bla, Bla, Bla» son canciones excelsas, que dejan la etiqueta indie a la altura del betún. Por limitada, rígida y a estas alturas, desdibujada, en comparación con lo que nuestros amigos nos ofrecen.
Y toda vez repasado, de cabo a rabo y en riguroso orden, el contenido de su debut (disco que, tiempo al tiempo, será considerado como parte de la mejor música hecha en este país), tocaban los bises. Un tiempo extra en el que nos regalaron tres canciones de Los Estanques, dos de Ani, una explosiva versión de Magma y, me pareció a mí, una canción nueva. Auto revisiones revisitadas de forma libre y sorprendente, como no podía ser de otra manera.
Texto: Daniel González
Fotos: Víctor Moreno
