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Guns N’Roses – Civitas Metropolitano (Madrid)

 

 

 

Me hicieron inmensamente felices a finales de los ochenta. Y les rendí pleitesía en la gira de los Ilusion. En 2016 Axl cita de nuevo a sus compinches Slash y McKagan y con otros músicos se embarcan en una gira mundial que hasta la fecha no se ha detenido. Tocaron en Sevilla el año pasado y un año después retornan al Civitas Metropolitano de Madrid (que estadio más bonito).

Y tras el evento, me pregunto: ¿tienen realmente algún sentido los Guns N’ Roses en 2023? La respuesta, sin dudarlo, es NO (nótese las mayúsculas y la negrita). El “rock” ya no está de moda, pero muchos siguen (y algunos seguimos) viviendo en un bucle revisionista quizás para sentirnos jóvenes, o recordar cuando lo éramos o, si me apuran acompañar a nuestros cachorros para que puedan viajar al pasado y arrancar un trocito de la prehistoria de sus padres (¡no nos juzguen por favor!).

Salvo la agitada escena en salas y valientes promotores a los que les debemos la vida, en eso se ha convertido el rock de estadio a fecha de hoy: boomers (moi), oficinistas (moi) y padres con sus hijos/hijas (moi) más, personas que pasaban por ahí (demasiados). Si no de qué me casco 600 kms para rendir pleitesía a una de las bandas de mi adolescencia cuando ya los había visto en el 2018 en el Olímpic de Barcelona y me había prometido que sería la última vez.

Estuve en el Metropolitano un año antes viendo a los Stones y me sorprendió lo comedido y austero del pequeño escenario de los Guns. No hubo lleno absoluto (45.000 personas) ni tampoco hubo pirotecnia ni fuegos artificiales. Tan solo un inquieto Axl al que hay que reconocer el empeño y actitud profesional (¡a buenas horas!) pues salieron puntuales a escena (precedidos por unos The Pretenders, léase Chrissie Hynde, que calentaron el ambiente una hora antes). Si algo hay que destacar del evento como inicio de su gira europea que los llevará por varias ciudades europeas (venían de tocar en Abu Dabi y con polémica en Israel) fue el set list. Un sueño mojado para muchos fans de la banda pero con algunos (demasiados) pero.

Sonaron los clásicos del Apetite for Destruction que no podían faltar: «It’s so Easy», «Mr. Brownstone», «Welcome to the Jungle», «Rocket Queen» – innecesaria jam instrumental con Richard Fortus de protagonista – ay! como seguimos añorando a Izzy no importan los años- , «Anything Goes», una notable «Night Train» y la siempre emocionante «Sweet Child of Mine»- de lo mejor de la noche- más la perla final de «Paradise City» que siempre cierra la noche. Ahí podría haber terminado todo. Lo bueno si breve dos veces bueno. La selección de temas de los Ilusions fue acertada y una grata sorpresa («Bad Obsession» que sonó muy bien, «Pretty Tied Up», «Double Talkin’ Jive», «You could be mine», «Estranged», «Don’t Cry», una bien ejecutada «Civil War», «November Rain» y una sorprendente «Locomotive» pero que sonó atropellada por no decir que sonó fatal.

Para sorpresa de un servidor tocaron una notable «Yesterdays». Entre todo ello, los temas más recientes e innecesarios como «Hard School» o «Absurd, Slither» de Velvet Revolver y algunos temas del disco de los Guns (perdón, de Axl) Chinese Democracy que tendrían que haber caído del set list para acortar una noche de casi tres horas y media que se hizo muy pero que muy larga.

Igualmente, los Guns siguen prestando atención a versiones: claro, sonó una correcta «Live & Let Die» de los Wings, una sorprendente y emocionante «Down in the Farm» de los UK Subs (otro de los momentos de la noche) junto con Duff ejecutando de forma más que solvente ese himno de los Stooges titulado «TV Eye». También sonó una excesiva «Knockin’ on Heaven’s Door» de Dylan en la que Axl jugó con el público y una inexplicable «Whichita Lineman» de Jimmy Webb que todavía me pregunto que hace en un set list de los Guns. Del álbum Lies, cómo no, sonó «Patience» y la sorpresa de «Reckless Live» en la que sufrimos por Axl, pero de la que se salió de forma más que correcta.

Axl va corto de voz, sí, pero se le vio voluntarioso durante todo el show. Eso sí, en ocasiones desconozco si perdió la voz o falló el sonido porque en algunos temas su voz desaparecía por completo. Y por encima de todo, para acabar… SLASH. En mayúsculas. Que quieren que les diga, ÉL lo soporta todo. Me sigue pareciendo un portento de la naturaleza, en actitud y en ejecución. Quizás algún músico en la sala me dirá lo contrario. Pero no todo es técnica, sino actitud. Dicen que en 2024 podrían volver por aquí. Allá ustedes.

PD Nótese que el redactor ha omitido referirse al resto de músicos en escena. Todos sabemos cuál era la versión clásica y los auténticos Guns N’ Roses. Se ha omitido cualquier referencia a ellos por respeto al músico que no deja de ser un trabajador a sueldo… entiendan lo que quieran. Hay una palabra para ello, pero no quisiéramos faltar el respeto a nadie.

 

 

Texto: Jordi Sánchez

Fotos: Xavi Torrent

 

 

One Comment

  1. August Ferrater

    Guns and poses.

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