El que tuvo retuvo y se impone a todos los problemas que surgen en su camino. Con esto podemos resumir el doble cartel (extraño cuanto menos pero que acabó pegando muy bien) de Def Con Dos y Obús en el Urban Hall del Palacio Euskalduna de Bilbao, un espacio preparado para ferias, congresos y exposiciones y, en ocasiones, conciertos. Pocas ocasiones porque la acústica es cuanto menos complicada.
Y por eso surgen los problemas, rebotes acústicos, voces bajas, momentos con volumen que sube o baja… vamos, que hubo no pocas caras torcidas entre el público ante el paupérrimo sonido. Pero lo que sí queda claro es que la entrega y profesionalidad de ambos grupos son una carta de presentación bestial, ambos lo dieron todo y eso arregló la noche. Por eso y por sus canciones llevan tanto tiempo girando.
Y la cita fue de las largas. Empezó a las seis de la tarde y finalizó a las dos de la madrugada. Tanto tiempo, excesivo, fue porque antes se celebraba una batalla de bandas (cinco, en busca de tres premios económicos). Una breve introducción de la banda hispano argentina de Rock´n´Roll clásico, Los Tessee Rocking Boys, dio paso a esa batalla en la que se llevó el gato al agua Gran Perro ante una parroquia entregada. Luego el público cambió algo, se marcharon bastantes de los que apoyaban a las cinco formaciones que competían entre sí y ya empezaron a aparecer los que venían a ver a dos de los grupos madrileños más carismáticos que aún existen.
Def Con Dos sigue girando celebrando los treinta años de su enorme “Armas pal Pueblo” y con el guión esperado, todo el disco seguido sin parar y luego hits, que de esos tiene de sobra. ¿Bien? Muy bien pero por ellos, la actitud beligerante y entregada es su seña de identidad, lástima que a César Strawberry se le escuchó entre poco y nada durante buena parte del inicio. Más o menos solventado ese problema la cosa mejoró para poder disfrutar de un disco atemporalmente fabuloso (“Acción Mutante”, “Sigo siendo heterosexual”, “Magnicidio”, “Tuno bueno el tuno muerto”…), y a partir de ahí repasito a himnos esperados. Tras su último tema “Mutantes pal Pueblo” pues a disfrutar: “Pánico a una muerte ridícula”, “El coche no”, “Ultramemia”, “De cacería” y “El Día de la Bestia”, antes de despedirse con todo el público coreando el mítico “Hijos de puta” con que se abre el disco celebrado en esta gira. Def Con Dos no decepcionan en directo nunca.
Y tarde, muy tarde, media hora ya del domingo, salían a escena Obús. Con mucho mejor sonido y con Fortu cantando como nunca. El Set List basado en sus éxitos ochenteros (la canción más moderna fue la inicial “Corre mamón”, del 2010), pero eso es un acierto porque queríamos lo clásico, esos himnos de levantar el puño y que no pasan de moda. Qué decir de temas como “La raya”, “El que más” (con lanzamiento por parte de Fortu al público del pie de micro), o un tremendo “Te visitará la muerte”.
Obviamente no faltó “Dinero, dinero”, lo mejor de la noche y alargada como si fuera el “Seek and Destroy» de Metallica (cuando les da por extenderlo más allá de los quince minutos in live), con Fortu interactuando y llevando a la audiencia por donde él quiere, se le ve rejuvenecido, intenso y entregado a lo que más le gusta, rockear duro. Guiño a capela a “The Land of 1000 dances” antes de “Va a estallar el obús”, una extensa presentación de la banda (con Fortu a la batería y Carlos Mirat baqueteando sobre una valla de esas de obra) y final con el “Vamos muy bien”. Y es verdad, nos fuimos muy bien, satisfechos porque las leyendas no dejan de serlo.
Texto: Michel Ramone
Fotos: Dena Flows
