Javier Andreu publicaba, recientemente, su último trabajo, El hombre que salía demasiado, un disco en el que combina su pasión por los sonidos rockeros más clásicos con otras músicas, cercanas incluso al cabaret, al estilo de un Tom Waits castizo. A su vez, también se acaba de estrenar el documental El peor héroe del Far West, dirigido por Juan Moya, y donde se hace una especie de retrospectiva vital del músico madrileño.
Comencemos hablando sobre el disco, El hombre que salía demasiado, un trabajo, cuyas primeras pistas ya las recibíamos allá por 2020, con la publicación del single que, finalmente, ha dado título al elepé. ¿Ha sido un proyecto tan largo como parece?
Yo tenía que estar muy seguro de tener buenas canciones para hacer este disco, y lo que ha pasado es que hay dos temas, como son «El hombre que salía demasiado» y «Sólo se vive esta vez», que datan de hace más de diez años, cuando las grabé con los músicos de Mastretta, en una sesión de la que salieron otros ocho temas más de ese estilo. Pero yo no quería que todo el disco fuera en esa onda un poco Tom Waits, sino que también quería que hubiera un toque folk, un toque de rock… diferentes sonidos; así que lo que hice fue añadir este tipo de canciones y, más o menos, en unos tres o cuatro meses, ya lo tenía hecho.
¿Necesitabas sentirte, de alguna forma, en tu zona de confort, con estos sonidos más cercanos a lo que haces habitualmente?
Eso es. Quería que el disco reflejara lo que soy hoy por hoy, que es esa mezcla de estas dos cosas: por un lado, esa zona Tom Waits, pero también, una zona Dylan, Lou Reed, Bowie, y todo lo fronterizo en temas como «Redención», por ejemplo. De hecho, yo creo que el disco ha quedado tan bien, precisamente por esa variedad de ambientes.
A pesar de esa heterogeneidad, a lo largo del disco hay una unidad, y las canciones tienen sentido como un todo…
La unidad la dan las letras, que son todas muy nostálgicas: hablan de amores perdidos, de la niñez de mi hija, de mi ex, de mi pareja actual… hay muchas mujeres en este disco. Son textos completamente autobiográficos, en los que hablo de la gente que me rodea y de lo que siento y soy ahora mismo. Al final, cuesta más hacer este tipo de canciones, porque tienes que ahondar más en tu corazón para sacarlas; ya no son cosas inventadas, sino que aquí ya hablo de mi vida, y cada frase es algo vivido y que refleja lo que soy. Por eso he puesto en el interior una foto de cuando era un niño, porque así, como un niño, es como me siento cuando escucho este disco.
¿Puedes hablarnos de los músicos que han participado en este trabajo?
Ha sido una locura, y la verdad es que han sido tantos que ni he podido ponerlos en los créditos, porque hay como dos o tres guitarristas, tres o cuatro baterías, tres pianistas, incluyéndome a mí, unos tres bajistas… ha participado tantísima gente que es imposible que me acuerde de todos, así que quiero disculparme por ello y, por supuesto, les agradezco enormemente el trabajo realizado. Ha sido muy curioso, porque empecé, como te decía antes, con los músicos de Mastretta en los dos temas mencionados, y he acabado desarrollando una maravillosa cuadrilla de grandes músicos. Para la gira de presentación, que queremos empezar en unos meses, también me he juntado con gente con mucha experiencia, y estoy muy ilusionado con ellos.
Como colaboraciones, nos encontramos con Ajo, de Mil Dolores pequeños, como coautora de dos letras, y con Manuel España, que canta junto a ti en «Beatriz» ¿Cómo entran ambos en el disco?
Ajo siempre me llamaba “el hombre que salía demasiado”, así que pensé que ahí había una canción, y, como era lógico, le dije que me ayudara en la letra de esta y de «Sólo se vive esta vez»; y Manuel España tenía que estar, porque somos muy amigos y nos vemos casi todos los fines de semana, porque La Guardia y La Frontera tocamos juntos muchas veces. Esta colaboración fue muy curiosa, porque se hizo en la época de la pandemia, de tal manera que él me mandó la voz grabada en un estudio de Granada, y allí también se rodó su parte del video clip montado por Juan Fajardo… la batería se grabó en Barcelona, y se mezcló en el estudio en Madrid, porque no nos podíamos mover. Pero es que este disco es un poco “Frankenstein”, aunque creo que, a pesar de todas esas circunstancias, creo que ha quedado muy bien para escucharlo de arriba abajo, porque está muy bien masterizado y mezclado gracias al trabajo de Felipe Guevara, Carlos Quintero, Juan Carlos Fuguet y Fran Meneses, y al oficio que ya tengo yo a la hora de trabajar la producción.
Pasemos a hablar sobre el documental El peor héroe del Far West, dirigido por Juan Moya. ¿Cómo surge la idea de hacer esta película?
Fue algo muy sencillo. Simplemente, Juan se me acercó un día que estaba en La trastienda, un bar de Las Vistillas, aquí en Madrid, y se me acercó y me dijo que era muy fan mío, me contaron que era director de cine, y al día siguiente me propuso hacer un documental sobre mí y le dije que por supuesto. Así que, empezamos a salir por Madrid con dos cámaras a grabar planos y planos, hasta que llegó la segunda pandemia y tuvimos que recluirnos. Aun así, nos seguimos viendo de vez en cuando con las calles vacías, luego llegó el temporal Filomena y también quiso filmarlo… en el disco se ve, en la funda interior, una imagen de aquello. Nos ha pasado de todo, y ha sido un proceso muy largo, porque en la película hay imágenes que tienen tres años. Pero de todas formas, creo que ha quedado muy bien.
El documental se presentó en la sala Berlanga el pasado 1 de junio, ¿cómo fue el estreno?
Fue todo de 10. Parece que gustó muchísimo y que la gente salió muy contenta, a pesar de que estábamos todos muy nerviosos, yo especialmente, porque además, también toqué unos temas con la banda, que te comentaba antes, que he montado para presentar en directo el disco, y quedó muy bien porque me he rodeado de gente muy buena, son unos maestros.
En este film hablas de tu carrera de casi 40 años, en los que, prácticamente has visto de todo, tanto la parte buena, como la parte mala de la industria ¿no?
Sí, primero he visto la gloria, que suponía vender discos y que te pagaran por ello, y cobrar mucho en derechos de autor por la venta y por las emisiones en radio. Después, vimos como las compañías no estuvieron al loro, y se dejaron tangar con lo de bajarse la música gratis, algo que se tenía que haber evitado; también llegó la música indie, que a nosotros no nos vino demasiado bien, porque nos miraban como si fuéramos auténtica mierda, aunque luego se ha demostrado que, a lo mejor, no lo éramos tanto, porque somos los que seguimos aquí. Y finalmente, ahora he sido testigo de la mala sombra de hacer un disco, y no saber ni cómo publicarlo porque ves que ya nadie se gasta el dinero en música.
¿Crees, por tanto, que es imposible que volvamos, en algún momento, a aquellos tiempos de bonanza?
¡Olvídate! Al final, me imagino que también lo veréis con la venta de revistas, en una sociedad digital, en la que todos los contenidos son gratis. Hoy en día, es muy complicado sobrevivir siendo artistas, como vosotros o como yo. Además, tampoco hay apoyo de las radios… menos mal que todavía queda alguna cosilla en Radio 3 o en Melodía FM y radios así, porque el resto de cadenas están todas vendidas a la industria.
En un momento de la película, afirmas que te encuentras en tu mejor momento, ¿en qué sentido?
Yo pienso que sí que es mi mejor momento, porque desde hace 10 años, La Frontera estamos haciendo bolos prácticamente cada fin de semana. Aparte, he hecho este disco, que voy a poner en marcha en directo, y tengo otra banda, Javier Andreu & Madrid Grass Band, con los que hago música bluegrass, y que próximamente sacaremos una serie de temas y vídeos que ya estamos grabando. Así que, ahí andamos, pluriempleados con estos tres proyectos…
Por lo que veo, en España, da igual que seas el cantante de La Frontera, y que hayas vendido cientos de miles de discos, que siempre vas a tener que estar en varios proyectos, y prácticamente, empezando de cero, para poder vivir de la música ¿no?
Es que, como te decía antes, como ya no se venden discos, ya casi no cobramos derechos de autor. Pero bueno, lo que tenemos que hacer es reinventarnos de nuevo, haciendo muchas cosas. De todas formas, por suerte, La Frontera funciona muy bien y la banda va como un tiro, tocamos mucho más rápido y creo que somos mucho más punks que nunca y hacemos conciertos muy divertidos. El año que viene celebramos nuestro 40 aniversario, y ya tenemos pensado hacer alguna cosa especial.
Texto: Sergio Iglesias
Fotos: Juan Pérez Fajardo
