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Blues en la encrucijada: Elijah Wald y la analogía con el flamenco

Muchos son los que aseguran que el blues está muerto. Pues desde aquí vamos a demostrar que no. Que está más vivo que nunca, y no solo eso, sino que ha sufrido múltiples mutaciones. Y que blues hay hasta debajo de las piedras. Blues bastardo, quizá. Pero a fin de cuentas, blues.

En 2001 salió a la venta el libro Escaping the Delta: Robert Johnson and the Invention of the Blues del musicólogo Elijah Wald. Fue el libro que me abrió las puertas del blues como materia a estudiar. Empecé a explorar la historia de los Estados Unidos a través de sus sonidos y de esa manera fui a parar a una de mis grandes obsesiones: Robert Johnson.

 

¿Qué crees que aporta el libro Brother Robert: Growing Up with Robert Johnson de Annye C. Anderson (hermanastra de Robert Johnson) y Preston Lauterbach?

 

Cuando escribí mi libro, yo ya sabía que Robert Johnson era un ser humano, ya sabía que interpretaba cowboy songs, eso no fue una noticia para mi. Lo que no entendí escribiendo el libro fue cuánto tiempo de su vida transcurrió en Memphis. Yo pensaba en él como en alguien del Delta rural que escuchaba música urbana, pero después de hablar con Annye C. Anderson y leer su libro, creo que en realidad fue un tipo de ciudad que pasó algún tiempo en la Mississippi rural. Yo pensaba que eso era al revés. Podemos decir que creció con la música de Peetie Wheatstraw y Leroy Carr y después descubrió la música de Son House y Charley Patton, antes hubiera dicho que fue al revés.

 

Es interesante que digas eso, mi sensación como oyente es que era un intérprete sofisticado…

 

Siempre le he visto como a un músico sofisticado, el único experto a partes iguales en los dos mundos (el rural y el urbano). Lo que no tenía tan claro era en qué dirección se movía.

 

Escaping the Delta: Robert Johnson and the Invention of the Blues by Elijah  Wald (Paperback, 2005) | Compra online en eBayTu libro fue una gran inspiración para mí, fue el libro que me empujó a querer escribir sobre historia del blues. Pero mi primera perspectiva al respecto fue la película de los hermanos Coen, O Brother, Where Art Thou?, que no deja de ser una idealización. Leí que el Tommy Johnson que aparece en la película era un trasunto de Robert Johnson. Tardé años en descubrir que Tommy Johnson existía y todo eso era un error. Ahora siguen apareciendo trabajos que abordan la figura de Robert desde un prisma religioso, como si fuera el Jesucristo del blues. ¿Qué opinas de la cantidad de información que parece más un cuento que otra cosa, o de libros como Biography of a Phantom: A Robert Johnson Blues Odyssey, de Robert Mack McCormick, que hablan más del autor que del propio Johnson?

 

Eso es por el material que se ha dejado fuera de él [en referencia a Biography of a Phantom: A Robert Johnson Blues Odyssey]. Quiero decir que se tomaron decisiones que hicieron que acabase siendo más sobre McCormick que sobre Robert Johnson. ¿No sé si has leído el libro de Samuel Charter, The Country Blues?

 

Sí.

 

Esencialmente, ese es el libro del que brotan todos los demás. Samuel Chartres dijo que escribió ese libro a modo de viaje romántico para inspirar a otros a que hicieran lo mismo y funcionó. Después de ese libro, una generación entera de jóvenes blancos fueron al sur en busca de viejos bluesmen.

 

Es cierto. Samuel Charters o Pete Welding, en su ensayo sobre Robert Johnson, basado en los testimonios de Son House y Johnny Shines, son puertas a un mundo fantástico. El problema es que no te explican demasiado sobre la verdadera historia de los afroamericanos que vivían en la plantación Dockery, por ejemplo. Siento que es más fácil contar historias fantásticas que explicarle a la gente que Robert Johnson era un tipo con talento al que le enseñaron música en su casa y por eso es quien es.

 

Ese es el tipo de investigación que hice con el libro que escribí antes de Escaping the Delta: Robert Johnson and the Invention of the Blues, sobre los narcocorridos [Narcocorrido: A Journey into the Music of Drugs, Guns, and Guerrillas]. Para escribirlo viajé durante un año por México, visitando a todos los compositores a los que la gente tomaba por campesinos ignorantes y descubrí que algunos no sabían leer ni escribir, pero otros vivían en grandes mansiones con piscina y tenían grandes bibliotecas. Eso me hizo entender mejor la figura de Robert Johnson.

 

Sí, sería interesante tener la oportunidad de viajar al Mississippi en el que vivió Robert Johnson y comprobar qué vida llevaba. En tú opinión, de entre todos los artistas del Delta, ¿Por qué idolatrar a Robert Johnson, por qué fue el elegido?

 

La respuesta corta es que viajamos al pasado desde los Rolling Stones. Al hacer eso llegas a Muddy Waters y desde ahí a Robert Johnson. Cuando la gente habla de raíces, hablan de raíces como si estuvieran ahí antes que la planta, pero eso no es así, no piensan en esta metáfora: las raíces crecen hacia abajo al mismo tiempo que la planta crece hacia arriba. Si piensas en las raíces del rock and roll, no lo haces desde la óptica de aquello que había antes del rock and roll, lo haces mirando al pasado desde el momento en el que estas. Si haces eso, Robert Johnson es una elección perfectamente razonable. Lo que quiero decir es que los Rolling Stones no suenan como Blind Lemon Jefferson, no suenan como Leroy Carr, no suenan como Blind Boy Fuller. O sea, si empiezas con los Stones es normal que llegues a Robert Johnson. Si empiezas con Beyoncé, vas a llegar a Bessie Smith.

 

¿Qué crees que hubiera cambiado si Columbia Recrods no hubiera decidido editar King Of The Delta Blues Singers en 1961 o si John Hammond no le hubiera dado el disco antes de ser publicado a Bob Dylan?

 

Ya sabes, esto es siempre así. ¿Qué opinaría la gente del flamenco sin Paco de Lucia? Cambió el futuro y el pasado. Antes de los 60 o 70, cualquier lista de grandes del flamenco hubiera sido una lista de cantantes. Ahora hablamos de flamenco y pensamos exclusivamente en guitarra. Fuera de España no encuentras prácticamente a nadie que sepa quién fue Camarón de la Isla. Así es como se escribe la historia.

 

Elmore James - Master of the Electric Slide Guitar (English Edition) eBook  : James, Elmore: Amazon.es: Tienda KindleSí, esa es una buena metáfora. Volviendo a Robert Johnson, ¿qué opinas de la relación que tuvo con Elmore James?

 

Elmore James no estuvo influenciado por Robert Johnson. Elmore James suena mucho más como Tampa Red que como Robert Johnson…

 

Sí, contrató a la sección rítmica de Tampa Red cuando llegó a Chicago

 

Sí. Elmore James era un guitarrista del estilo de Tampa Red, y si Robert Johnson hubiera grabado con una sección rítmica, también hubiera sonado como Tampa Red. Como nunca lo hizo, vemos en él algo de Son House.

 

Sí, de hecho, cuando Robert Johnson canta “I Believe I’ll Dust My Broom”, probablemente lo toma de una canción de Kokomo Arnold [“Sagefield Woman Blues”]

 

¡Exacto! Y Kokomo Arnold lo toma de Leroy Carr y Scrapper Blackwell [“I Believe I’ll Make a Change”].

 

Sí, es como un círculo. ¿Que opinas del guitarrista Robert Nighthawk? Es como si se hubiera perdido en la historia. Fue un tipo amargo, redescubierto en los 60, pero no nos ha llegado su historia completa. Sabemos que Muddy Waters fue uno de sus grandes fans, pudo ser el guitarrista que inició la tradición de slide guitar que atribuimos a Elmore James.

 

Bueno, eso es así. Robert Nighthawk fue también un gran armonicista. Pero, ya sabes, si volvemos al paralelismo con el flamenco, todos y cada uno de los grandes artistas, todos, te van a hablar de alguien de quien aprendieron, un tío o un abuelo, que era mucho mejor que ninguno de los que han hecho discos pero murió sin grabar nada. Ya sabes, ¿es eso cierto? Nunca lo sabremos.

 

Me gustaría hablar un poco de Henry Sloan, Charley Patton y su estilo. Entrevisté al Dr. David Evans al respecto y me dijo que no sabemos casi nada sobre Sloan, probablemente vivió en la plantación Dockery entre 1900 y 1902, en donde fue uno de los mentores de Patton, al que consideramos el padre del blues del Delta… crees que ese puede ser el origen de un estilo al que hoy llamamos Delta Blues.

 

En primer lugar, ¿de qué hablamos cuando hablamos del estilo de Charley Patton? Nos referimos a “Pony Blues” y algunas de las piezas que grabó en Open G. Si reduces a Charley Patton a eso, estás dejando fuera el resto de tipos de música que tocaba. Si pudieras preguntar a Patton qué era lo que más le gustaba, no tengo ninguna razón para creer que nombraría a un guitarrista. Grabó discos en los que no tocaba nada interesante, probablemente él pensaba en sí mismo como en un cantante.

 

Sí, obviamente, es una simplificación. Algo interesante sobre Patton es que era en parte nativo americano, ¿cuánto crees que la cultura nativa ha influenciado a los artistas de blues?

 

Qué quieres decir con “cultura nativa”.

 

Bueno, me refiero a la posibilidad de que hubiera mestizaje cultural en las plantaciones en las que trabajaban afroamericanos y nativos.

 

Estaban mezclados, pero ¿en qué medida la cultura europea ha influido en el blues? ¿Qué significa “cultura europea”? ¿Hay alguna relación entre la música noruega y la andaluza?

 

Es cierto, necesitaríamos una definición…

 

Estados Unidos es una región enorme, llena de nativos.

 

Sí, cierto. Me refiero a los Choctaw, la tribu que estaba en Mississippi antes de la llegada de los europeos, por ejemplo. O a una cultura arraigada a las plantaciones, como Dockery…

 

Pero cuánto tiempo existió Dockery, no demasiado…

 

Sí, es cierto…

 

En cualquier caso, si vas a hablar de las raíces nativas del blues, no tenemos ninguna razón para pensar que Patton era Choctaw, no sabemos nada de sus ancestros, no podemos confirmar nada de todo eso. Puede que alguien lo sepa, pero no es algo conocido. No lo sabemos. Está es una de las cosas que entendí al escribir mi libro: La razón de que exista una cultura efervescente en el Delta es que había mucha gente joven, interesada en sonidos nuevos…

 

Sí, eran jóvenes que no querían llevar la vida de granjeros que tenían sus padres, chicos como Robert Johnson, ellos hacían música para escapar del campo…

 

Sí, además, los nativos americanos fueron echados de sus tierras durante años, muchas tribus distintas cruzaron Mississippi y Louisiana… Incluso si Patton era nativo, no sabemos a qué tribu pertenecían sus antepasados.

 

Up Jumped the Devil: The Real Life of Robert Johnson : Gayle Dean Wardlow,  Bruce Conforth: Amazon.es: LibrosQuiero que dediquemos un rato a hablar de por qué hay tantos autores interesados en hablar de Robert Johnson, de encontrar referencias a él en los artistas que llegaron después. El punto al que quiero llegar es que algunos libros, como Up Jumped the Devil: The Real Life of Robert Johnson, de Bruce Conforth y Gayle Dean Wardlow, en los que la ficción, la especulación y los hechos fácticos se presentan como una historia real. Tu eres uno de los grandes historiadores del género ¿Cómo crees que el lector debe abordar estas lecturas?

 

Todos nosotros filtramos la información y debemos llegar a una conclusión sobre lo que tiene sentido y lo que no. En tu caso particular, si me estás preguntando cómo ser honesto cuando escribes sobre historia, lo que debes hacer es dejar claro a la gente quién eres y desde que lugar explicas la historia. Siendo un autor español que escribe sobre historia del blues, es importante que expliques también quién eres. Cómo entiendes el blues desde tu cultura y cómo te afecta.

 

¿Crees que hay un interés económico en hablar de Robert Johnson todo el tiempo?

 

Seguro. Escribí un libro sobre Josh White, invertí cinco años de mi vida en hacerlo. Gané cinco mil dólares con él. Con el de Robert Johnson he ganado diez veces más. En un nivel más básico, hay libros sobre Bukka White, sobre Son House, pero es complicado. Estas investigaciones son costosas, todos tenemos recursos limitados y además la gente quiere que su libro sea leído. Es complicado.

 

Para terminar quería preguntarte sobre las mujeres en el blues y la versión femenina del nacimiento del blues a través de Ma Rainey, de Mamie Desdunes. Por ejemplo, mucha gente cree que la película de Netflix sobre Ma Rainey es mentira. Pero en los años 20, el blues era música de mujeres, de hecho, la campaña que Paramount Records hizo para promocionar a Charlie Papa Jackson rezaba “Sabe tocar y cantar el blues mejor que una  mujer”…

 

Bueno, vuelvo al paralelismo con el flamenco, es casi imposible ir a un show de flamenco en Estados Unidos con una mujer cantante. Eso es injusto, pero es por Camarón. Los jóvenes amantes del flamenco querían a sus Rolling Stones y Camarón es el icono perfecto, es una cuestión de romanticismo. Eso cambia las cosas. Todos buscamos ideas románticas. También había artistas como Lola y Manuel, pero los que buscábamos a los Rolling Stones del flamenco primero tuvimos a Camarón… él era perfecto, tenía lo mismo que Jimi Hendrix o los Rolling Stones. La analogía estaba allí, en Sevilla, cuando la gente del flamenco hacía esa música y la consideraba como su blues. Todavía hoy, Camarón es mi artista de flamenco favorito, por encima de Paco de Lucía.

 

Siempre evito establecer paralelismos entre el flamenco y el blues pero son tan evidentes que funcionan muy bien.

 

Yo vivía en Sevilla y tocaba blues allí cuando aparecieron Pata Negra, lo experimenté intensamente. Ya sabes, hay un dicho científico que dice que todos los modelos están equivocados pero algunos son útiles, la analogía entre flamenco y blues encaja en eso. Son mundos muy distintos y a la vez no tanto.

 

Dolphin Riot

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