Es una pena que a Glenn no le funcione su carrera solista del modo en que debiera. ¿Cuánta gente hubo la última vez que el hombre visitó la sala Bikini presentando su material? Algo más de la mitad del aforo. Ahora, con esta caravana Purple 1.300 personas acabaron llenando el recinto de Poble Nou.
Es lo que hay, son nombres que pesan y arrastran audiencia, aunque parte de ella se dedique a visionar el concierto a través de la pantalla de su teléfono o a hablar tal tertuliano de barra de bar. A él le va bien y está en una forma física más que encomiable para defender ese material. El problema es cuando te juntas con los músicos que, digamos, no son los correctos. El teclista no tuvo el protagonismo que debió (recordemos quién era el tipo que tocó en las canciones originales: Jon Lord) y el baterista estaba hecho para tocar canciones de Metallica, por pegada directa y tosca, pero carecía del swing necesario con el que se deben encarar esas canciones, la agilidad, la musicalidad. Para más inri se cascó un solo interminable durante «You Fool No One». Motivo por el cual, y esto son suposiciones mías, se quedó fuera del repertorio «This Time Around».
Nueve canciones, con jams largas, alabanzas a la ciudad y gorgoritos de Hughes aquí y allá. Está bien que demuestre que sigue subiendo con la voz como nadie, que es la versión hard y blanca de Stevie Wonder. Pero personalmente hubiera preferido que «cantara» las canciones. ¿Alguien distinguió lo que «cantó» en «You Keep On Moving», «Burn» o «Stormbringer»? El sonido general era descacharrado, casi llegando al caos, y entre eso y el efecto eco en la voz, se hacía difícil distinguir una sola frase. Hubo buenos momentos: «Might Just Take Your Life», «Mistreated», parte de «Gettin’ Tighter»… Pero habiendo visto este espectáculo Purple cuatro veces en cinco años, creo que va siendo hora de pasar página.
Fue un placer verte tan bien, Glenn, pero tío, no necesito exhibiciones vocales constantes y que sigas emperrado en recuperar los años perdidos por la cocaína (de nuevo volvió a hacer mención a ello en dos ocasiones). Quiero que seas tú, con eso me basta, porque eres un ser maravilloso y extremadamente talentoso.
Texto: Sergio Martos
Foto: Marina Tomás
Osti Sergio, comparto en parte tu crónica por lo que comentas del set-list, también yo soy fan de su discografía y también estuve en el concierto de Bikini que mencionas, posiblemente lo debo haber visto siempre que ha venido, pero es que como purpeliano acérrimo la objetividad es cuando menos cuestionable, porque coño! Me lo pasé genial y si, me jodió que se dejase “this time around” pero confieso que me di cuenta fuera ya.
Sobre su “exposición vocal” desmedida coincido en que no es necesario abusar….pero es probable que ya sea parte de su “rol de directo”, es decir como la moto de Halford, las llamas de Gene o que Angus enseñe el culo , pero sí, podría ahorrárselo un poco y meter algún tema más.
Dicho esto para mi siempre es un placer verlo y salí contento del bolo, que le voy a hacer♂️
Saludos.
Siempre que voy a un bolo de rock clásico, es decir, donde la nostalgia forma parte del espectáculo, llego con el temor de acabar comparándolo con un concierto de Raphael o Rocío Jurado. Y, reconozcámoslo, nuestros dinosaurios (léase Glenn, Ozzy, Bruce y demás familia) son, en mayor o menor medida y con mayor o menor excesos, nuestras divas folklóricas del rock, de una época gloriosa que no volverá. Si pufimos ver a Maiden presentando el Piece of Mind o a Rainbow con el Sttaight between the eurs o incluso a Kiss con el Lick it up, démonos por satisfechos. Y ahora, valoremos poder volver a verlos, y dejémonos olevar pir la emoción. Y, sí, sobra la rever.