Encuentros

Jason Ringenberg, un granjero feliz

Foto: Scott Willis

Ya sea en sus discos en solitario, con su proyecto infantil Farmer Jason y, sobre todo, al frente de los Scorchers, siempre ha sido un compositor muy especial. También lúcido y muy divertido. Nos visita una vez más. El legendario Scorcher paseará su cow-punk de alcurnia por la península a partir de esta semana. Apunta las citas, vaquero rutero: 25 de mayo en 16 Toneladas, Valencia; 26 Sala Zeta, Zaragoza; 27 Helldorado, Vitoria-Gasteiz; 28 Whiskey Bar, Liérganes; 30 Porta Caeli Valladolid, 31 junio Fun House, Madrid; 1 de junio, Club Paral.lel,  Barcelona.

 

El mítico líder de Jason & The Scorchers realizará una gira por nuestro país para presentar las canciones de su último disco, Rhinestoned (Folc Records). En esas fechas, quien combinó como pocos el country con el punk y el rock’n’roll, demostrará una de sus máximas: “Una canción puede ser un amante o un verdadero mejor amigo y no te abandonará cuando llegues al final…”.

Esta vez vienes sin banda…

Sí, será un espectáculo diferente y vais a poder escuchar mejor las letras [Risas]. Además cuento cosas acerca de las canciones. Pero te garantizo que no me voy a quedar sentado y que va a haber mucha energía rock. Tocaré canciones de Jason & The Scorchers, de mis discos en solitario e incluso de Farmer Jason.

Eres de esos artistas infatigables e imagino que estarás ya trabajando en un nuevo álbum.

Sí, siempre estoy trabajando en nuevas canciones, aunque todavía no sé qué será lo próximo que haga, porque sigo promocionando mi último disco, Rhinestoned.

No sé si podríamos calificarlo como “álbum pandémico”.

Creo que la pandemia le afectó de algún modo. Puede que no demasiado, pero algo sin duda, porque o grabé entonces y, por tanto, tuvimos que seguir las reglas de distanciamiento social en el estudio. Fue un desafío. A todos nos afectó, pero afortunadamente nadie murió en nuestra familia.

Nosotros no hemos vivido ninguna guerra, a diferencia de nuestros abuelos. No sé hasta qué punto eso nos convierte en una generación de blanditos.

No sé, aunque es cierto que nuestros abuelos pasaron por mucho más que nosotros. La mayoría hemos vivido en una sociedad más pudiente, rica en algunos casos. Recuerdo a mi abuela hablándonos de la “gran depresión”… La gente se moría de hambre. Y no en el tercer mundo, ¡en Estados Unidos! Afortunadamente vivían en una granja y, aunque nunca tuvieron dinero, al menos no les faltó la comida.

Vives en Tennessee…

Vivimos a una hora de Nashville, hacia Memphis. Tenemos una pequeña granja, muy bonita. Una granja divertida.

¿Sigue siendo Nashville la Music City?

Sí, yo creo que no hay ninguna otra parte del mundo donde haya más músicos. Aunque ahora, es muy diferente del Nashville al que me fui a vivir en 1981. Era una ciudad muy tranquila y amable, en la que todos nos conocíamos. Podías bajar al Tootsie’s en Broadway y encontrarte a Johnny Cash o Kris Kristofferson tomando una copa. Y nadie les molestaba, ni para pedirles un autógrafo.

¿Tanto ha cambiado?

Ahora está masificada, con enormes rascacielos; es completamente diferente, por desgracia. Os recomiendo que veáis el vídeo de mi canción «Nashville without Rhinestones»… Trata de eso, de cambiar. Pero Nashville ha ido a peor, ha perdido su alma.

Es una pena que las ciudades vayan perdiendo su esencia. ¿Das esa batalla por perdida?

Sí, ya la hemos perdido. No me gustaría parecer muy pesimista, pero creo que solo podemos conservar alguna cosita y que el dinero va a ganar.

El dinero siempre gana…

La gente con pasta gana y protegen con uñas y dientes ese mundo que van creando.

Pero eso también afecta al mundo de la música… Hank Williams III llamó a una de sus canciones «The Grand Ole Opry (Ain’t So Grand Anymore)»…

Sí, aunque ¡por fin toqué en el Grand Ole Opry hace dos años! Y he de decir que disfruté cada instante. De hecho creo que están tratando de ampliar su público. ¡Hasta los Beach Boys han tocado allí! Pero a la vez están intentando mantener sus tradiciones, es algo asombroso. Llevan haciéndolo durante mucho, mucho tiempo.

A mí me parece bien esta apertura a otros estilos, como de los Beach Boys. Lo que realmente me sorprende es la deriva pop, supongo que producto de los ochenta, que acabaron provocando la irrupción de gente como Garth Brooks.

Estoy de acuerdo al cien por cien contigo. ¡Absolutamente! Sí, el country-pop es horrible. ¡Es absolutamente terrible!

Llega incluso al museo de la Country Music… ¡Taylor Swift tiene una exposición permanente!

Bueno, Taylor Swift donó una gran cantidad de dinero para hacer un programa de educación musical para niños.

Eso está muy bien, pero también lo hace Dolly Parton, que sí es una verdadera estrella del country y no tiene exposición propia.

Sigo estando de acuerdo en todo lo que dices. Taylor Swift hace mucho que es una cantante de pop al cien por cien.

No sé si llegaste a ver ese culebrón de la CMT llamado Nashville, en el que cada personaje estaba inspirado en artistas reales: Taylor Swift, Bonnie Raitt, Billy Ray Cyrus, Jeff Buckley…

¡Oh, sí! Mi esposa y mi hija estaban muy enganchadas y lo ponían siempre. Yo no podía verlo porque me recordaba a mi negocio. Me estresaba y me hacía preocuparme por mis propios asuntos [Risas].

Recuerdo el día que murió Johnny Cash: actuabais en el Azkena y le dedicaste unas bonitas palabras antes de tocar una de sus canciones.

Supongo que sería «Big River», pero recuerdo ese día, fue muy triste. Al menos tuvo una gran vida, hay que quedarse con eso.

Y ya tiene un museo en Nashville.

No he ido todavía. Tengo que hacerlo.

¡No me digas! No me atrevo a preguntarte si has ido al Country Music Hall Of Fame & Museum.

¡Claro! Y los Scorchers hemos tenido allí una exposición. Es muy chula y, en cierto modo, valida mi carrera, mi música. Además era muy divertido ir y pasear entre la gente sin que me reconocieran [Risas].

 

El salón de la fama del country a mí me tiene enfadado… No entiendo cómo es posible que formen parte de él gente como Alabama y que Gram Parsons todavía esté fuera.

Sé que han hecho exposiciones de él y está incluido en una que hay ahora del country californiano, aunque no tiene sentido que no esté en el salón de la fama todavía. Pero a Jerry Lee Lewis no lo ingresaron hasta el año pasado y para mí fue uno de los mejores artistas de country.

Tengo la impresión de que los Scorchers erais demasiado punks para la gente de Nashville y demasiado country para los roqueros.

Totalmente, nunca nos aceptó la gente del country, aunque teníamos amigos como Emmylou Harris, que cantó en uno de nuestros discos. Bill Golden de los Oak Ridge Boys solía venir y cantar con nosotros; y gente que era fan de nuestra música, como Billy Ray Cyrus, The Kentucky Headhunters, Bill Anderson, Eddy Arnold e incluso Johnny Cash. Pero nunca conseguimos nada allí. Nuestros contratos los firmábamos en California y nuestros agentes eran de Nueva York. Nuestros productores eran de la industria del rock.

 

Hablando de California… Obviamente no pertenecíais al Paisley Underground, pero vuestra música tenía ciertos puntos en común con Green On Red, The Dream Syndicate, Uncle Tupelo y demás.

Bueno, curiosamente, en esos días Estados Unidos era mucho más regional, por decirlo de algún modo. Y no teníamos demasiado contacto con esas bandas de California que mencionas, pero tampoco con los Blasters y Long Ryders entre otros. No es que no tocáramos con ellos, es que tampoco los conocíamos demasiado. Teníamos mucho más contacto con gente del Medio Oeste, como Love Tractor, R.E.M., Pylon y, por supuesto, los Georgia Satellites. Éramos dos escenas muy diferentes.

Es sorprendente, porque casi todos hacíais una mezcla de de música de raíces, punk y rock, aunque cada uno con diferentes dosis de cada ingrediente y su propia personalidad.

La verdad es que no sé el porqué, pero las cosas eran así. Y me encantan todas esas bandas, pero tampoco recuerdo verles en nuestros conciertos cuando íbamos en California. Solo Dwight Yohan tocó en uno de nuestros primeros conciertos en San Diego y una vez coincidimos con los Blasters en Londres.

Quizá vosotros erais más cow-punk, aunque no sé si es una etiqueta con la que os sintáis identificados.

Creo que todas las bandas odiamos las etiquetas, incluso aunque las usemos nosotros [Risas]. Es inevitable que te definan como cow-punk si tocas una canción de Hank Williams sonando como los Ramones. Pero, sinceramente, los Scorchers éramos algo más que eso. Teníamos buenas canciones, profundas, casi de rollo cantautor, y las mezclábamos con rockabilly e incluso rock clásico, como los Stones.

Gracias por esta charla, Jason. ¿Algo que añadir?

Sí… Tengo muchas ganas de ir a España y quiero daros las gracias, a Ruta 66, por apoyar a la buena música durante tantos años.

Fuiste portada…

Lo sé, la tengo enmarcada en mi pared.

 

Texto: J.F. León

Fotos: Scott Willis

 

 

 

+++

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda