Encuentros

Chico Boy, viajes melódicos por la historia del pop

 

Foto: Helena Soto

Chico Boy es el alias del nuevo proyecto de Daniel Gon, un proyecto personal que surgió durante la pandemia en el que se ve reflejado su amor por la música y tiene a la melodía como protagonista. Normal que una de las canciones se llame «Agnetha y Frida», y es que Chico Boy reivindica las melodías por encima de todo, de los Beatles a Abba o de Weezer a los Strokes, en este viaje autobiográfico.

 

La primera pregunta es un claro tópico, pero me gustaría saber ¿por qué has llamado al disco Viaje a Posidonia?

En el agua de las playas de l’Empordà, Girona, de donde soy yo, siempre flota posidonia (vegetación subacuática). Desde niño, siempre que me he bañado en ellas, he cogido hojas de posidonia de la superficie mientras flotaba en el agua, como una especie de ritual que me conecta con mis raíces. Es un momento agradable, muy personal. Como el disco tiene bastante de autobiográfico, quise aglutinar mi biografía, mi relación con la música y las ciudades en las que he vivido, como una sola cosa. Como un lugar mental, biográfico, pero también geográfico, al que he llamado Posidonia. El disco es como un viaje a ese «lugar» tan personal, si bien en todo momento busqué la universalidad en las letras, para que trascendiera mi propia historia.

«Tú me tendrás», el sencillo de presentación es una bossa con toque mediterráneo, pero también cierta influencia Kinks, ¿por qué preferiste presentar el disco con una de sus canciones más calmadas?

Es una decisión que tomé en el último momento. Creí que era más rompedor que utilizar el típico single explosivo, cosa que sí hice posteriormente con «Euforia». También lo hice porque me parece una de las mejores canciones y porque era una buena forma de mostrar lo heterogéneo del disco.

En Spotify has presentado el disco con una playlist muy recomendable. Quiero preguntarte por varias cosas de ellas, la primera es si compartiste estas canciones con Aleix Turon, el productor, a la hora de buscar el sonido del disco.

La verdad es que no, no compartimos música. Nos centramos en el enfoque de las propias canciones observando qué necesitaban, para mejorar aspectos estructurales, técnicos y de estética sonora. Fue un ejercicio muy introspectivo.

Lo segundo que me ha llamado la atención es que has metido dos canciones de Weezer y ninguna de ellas es de sus dos primeros discos (aunque en tu lista de «Favoritas ever» sí que aparece «Undone-The Sweater Song»), sabes que hay una parte de fans de la banda que reniegan de ellos a partir de Green Album, ¿estás entre los que prefieren reivindicar su segunda etapa?

Puse esas dos canciones porque veo algo de ellas en «El hombre que estuvo en la Luna…». Dicho lo cual, no hay debate, los dos primeros discos de Weezer son los mejores. Tengo el Blue Album en mi top 5 de discos de mi vida. Sin embargo, también soy fan del Green Album y de Maladroit. A partir de ahí, Rivers Cuomo entra en una espiral de medianías importante, si bien hay excepciones, caso de un puñado de buenas canciones e incluso un par de discos buenos, Everything Will Be Alright in the End y The White Album.

También he visto que el grupo que más has puesto son los Strokes, una huella que se ve clara en canciones como «Si me lo pides tú», ¿estamos ante el grupo que más ha influido en el disco?

De forma implícita, seguro. De forma explícita, creo que solamente en «Si me lo pides tú». Me identifico con varias de las características de la música de The Strokes. La forma tarareable y melódica con la que quiero que participen las guitarras, por ejemplo. Además, aunque tenemos un timbre completamente distinto, creo que la tesitura y el rango vocal de Julian Casablancas y el mío son parecidos. Son varios puntos en común que convergen de forma muy natural e implícita.

Foto: Grazia Schiraldi

Viendo todas esas influencias hay un gusto marcado por el hardcore, el indie rock y el post punk por un lado, y por el pop clásico y barroco por otro, al final del disco aparecen más claramente estas últimas con «Billete de ida», «Agnetha y Frida», «Tú me tendrás», solo falta «Yo y mi piano», ¿está hecho a propósito?

La secuenciación de las canciones tenía que acentuar esa sensación de disco-viaje. En cuanto me puse a ordenar las canciones vi claro que el disco tenía que acabar así, con esas tres canciones pop, más clásicas y reposadas. El disco empieza suave, se va animando, y al final termina como empieza. Un viaje, un círculo.

Por cierto, «Agnetha y Frida» es una gran melodía, no me extraña que se la hayas dedicado a ABBA, pero ¿quién es el «joven viejo» del que hablas en esa canción?

Gracias. El joven viejo es Neil Young, quien a sus veintipocos, en «Old Man», decía sentirse como un alma vieja a pesar de su juventud. Además, en el 73/74, con poca diferencia de tiempo, Abba ganaban Eurovisión con «Waterloo» y Neil Young editaba Harvest, el disco de «Old Man».

«Llévame contigo niña», la canción que haces con Xebi SF me ha recordado a Sr Chinarro, pero no lo he visto en la playlist y me preguntaba si también le consideras una influencia

No, pero le sigo desde hace muchos años y tiene cosas que me gustan mucho. Me consta que a Xebi también le gusta, así que todo encaja. Además, es cierto que hay algo en común en la voz grave de ambos.

¿Por qué dejaste fuera del disco «Tus formas»?

Porque conceptualmente encaja menos en el disco. También porque tenía claro que quería debutar con un single que fuera una publicación aparte del disco, como primera referencia de Chico Boy. Y claro, quería hacerlo con una buena canción, que realmente funcionara como single.

¿Vas a presentar el disco en directo? ¿Tienes ya alguna fecha cerrada?

En junio haremos presentación en Madrid (16 de junio, Siroco) y Barcelona (17 de junio, Sidecar). Pronto habrá más fechas.

Y, por último, me gustaría preguntarte ¿cuáles son tus expectativas con este disco?

Sobre todo, se trataba de pasar de un proyecto personal que nace con unas demos grabadas en mi habitación, a una realidad en forma de disco, de banda y de directo. Eso ha llevado mucho trabajo y es muy satisfactorio empezar a saborear el resultado. A partir de ahí, seguir componiendo, seguir creciendo y afianzar el trabajo como banda.

 

Texto: Sergio Ariza

 

 

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