Muchos son los que aseguran que el blues está muerto. Pues desde aquí vamos a demostrar que no. Que está más vivo que nunca, y no solo eso, sino que ha sufrido múltiples mutaciones. Y que blues hay hasta debajo de las piedras. Blues bastardo, quizá. Pero a fin de cuentas, blues.
Haarlem es un municipio y una ciudad de los Países Bajos, así como un pólder – palabra que designa las superficies terrestres ganadas al Mar del Norte-. En 1658 los neerlandeses dieron en honor a este municipio el nombre de Nieuw Haarlem a Manhattan, antes de que llegaran los ingleses a rebautizarla, dejando el nombre de Harlem para el barrio negro por antonomasia de Nueva York.
Puestos a buscar peregrinas conexiones, esta sería la más directa entre la música de aquel distrito y la que perpetra este quinteto holandés. Un quinteto nacido como trío en 2017 de la mano de Dave Warmerham, un jovencísimo teclista de tan solo dieciséis años quien, uniendo fuerzas junto al guitarrista Sonny Ray Van Den Berg y la vocalista Janne Timmer, llegaría a las semifinales del International Blues Challenge 2017. Con la adición de un bajista y un batería, la efímera Dave Warmerham Band se convertía definitivamente en Harlem Lake. De ahí pasaron a debutar teloneando a Walter Trout, nada menos, para acto seguido empezar a forjarse una reputación en salas y festivales de media Europa antes de que la pandemia les hiciera la zancadilla.
Con la sección rítmica remozada, emplearon el tiempo de parón para grabar A Fool’s Paradise vol.1. Publicado a finales de 2021, se trataba de un debut bastante apreciable, cargado de blues rock y soul potenciados por una voz, la de Janne, erigida en elemento diferencial más allá de una instrumentación en su punto justo, aunque tal vez un tanto retraída en algunos momentos. Un hándicap que han superado con creces ahora, con una segunda entrega en directo mucho más desmelenada y expansiva. Con buen criterio, la banda grabó dos de sus shows más relevantes del año pasado: la actuación en el escenario principal del festival Culemborg Blues Festival en agosto y un concierto en sala al mes siguiente en el marco del Better Get Hit Festival.
Seis temas de su debut, seis versiones y un inédito interpretados con una banda ampliada con sección de vientos y coristas es lo que ofrece este Volition Live, sin duda uno de los directos más vibrantes y embravecidos de los últimos tiempos en lo que a blues y blues rock se refiere. Los temas más que correctos de su debut – «Deaf & Blind», «Guide Me Home», «The River»- ganan muchos, muchísimos enteros en estas interpretaciones chorreantes de hammond y metales, mientras que las versiones fluctúan entre lo funcional -esa innecesaria «That’s How Strong My Love Is», punto bajo- hasta brillantes relecturas: lo que hacen con el «Got To Get Better In A Little While» de Clapton y muy especialmente con el «The Letter» de los Box Tops es de quitarse el sombrero.
Veremos por dónde siguen en su siguiente trabajo de estudio. Si consiguen recrear mínimamente la energía que desprende este artefacto, el triunfo está asegurado.
Eloy Pérez