Guitarras. Y más guitarras y guitarreo y no parar de posar y tocar, y hacerlo bien. Eso es Hellsingland Underground, ante todo una banda de guitarras, un par de hachas que se complementan y compenetran perfectamente mientras un muy buen cantante y una excelente base rítmica (junto a un teclista con una cuota de protagonismo alta) hacen que seis sobre sobre el escenario inviten al jolgorio. Y da igual que la entrada no fuera lo esperado (poco más de setenta personas más o menos) en un Kafé Antzokia que suele estar mucho más lleno en citas de este tipo, pero la semana ha sido de las completas (The Vandoliers, Marah…) y parece que a todo no se puede.
Pero los que estuvimos lo pasamos bien. Un gran tema para iniciar un concierto (“Young and Dumb” con un aire a lo Cheap Trick tremendo) y actitud y ganas, dando igual cuántas almas estuvieran abajo. A ello le siguieron varios temas que olían a Rock americano por los cuatro costados y muy bien facturado. Los autodenominados reyes suecos del Northern Rock saben lo que hacen y saben que las guitarras son la base de su sonido. Y si encima tienes a dos músicos que se entienden muy bien y a los que les gusta vivirlo, pues para qué quieres más. Un no parar, arriba en el escenario, abajo entre el público, subido aquí, cuerda rota allá, tocando tumbado, incluso con el pie en el cuello del baterista (verídico). Y mientras tanto, la banda sonando muy bien. De destacar la jam que se marcaron con “Sticking you”, alargando el tema para una presentación de cada miembro de la banda y la también extensa “They all grew old while I grew young”.
Y salvo un paraje por el desierto en el que con una terna de canciones pareció que saltaba el piloto automático (no hablamos de los guitarristas, el barbudo tauado Jerry Ask, maravilloso, y Peter Henriksson, otro carismático, esos iba a su rollo…) la batidora de sonidos e influencias seguía su ritmo. “You saved me”, “Stranger Kind of Mind”, la festiva “No Regrets” o la psicodélica “The Lost River Band”, con el protagonismo para el hierático bajista en su inicio daban paso al último tema, el bello “It started with a Teardrop”.
Pero sí hubo bis y largo. De esos que ya está programado que caigan un par de canciones (la coreada “Dizzy Jonsson & The Rovers” y la aullante “Earth´s gonna shake”) pero como estaban tan a gusto pues nada, que no paran. Se marcaron de regalito el primero que grabó la banda según comentó el vocalista Charlie Granberg, un largo y desenfrenado “”Northern Country Boy”, el título de canción que mejor les define. Normal que fuera su primera grabación, estos suecos saben qué es lo que les gusta y cómo tocarlo para que nos guste también.
Texto: Michel Ramone
Fotos: Dena Flows