Uno, que nunca ha sido especial seguidor del swing, el jazz y la música de orquestas norteamericanas de principios de siglo, anda un poco cansado de artistas de otros géneros que entran en esos terrenos ahora. Los ejemplos más paradigmáticos eran, hasta ahora, los de Bob Dylan y Willie Nelson, en mi opinión ninguno de ellos acertado. Aunque el equivocado debo ser yo, porque ahora Taj Mahal hace lo propio y se suma a esa tendencia. Y lo cierto es que esta es quizá la incursión en ese género tan particular que más me ha gustado de todas. Catorce canciones que se agrupan bajo el título del local en el que los padres del artista cenaron por primera vez. Versiones de Duke Ellington, Louis Armstrong o George Geershwin, entre otros, con el bluesman ejerciendo de crooner y olvidando por completo sus siempre destacables interpretaciones con las seis cuerdas. De hecho, Taj Mahal se dedica solo a cantar y tocar la armónica de manera puntual con Danny Caron encargándose de las guitarras. No me cambiará mi opinión de este revival del género entre las viejas glorias, pero me ha hecho pasar buenos momentos.
Eduardo Izquierdo
Taj ,al que siempre seguo 90/80,sobre todo era un grande en 2000,se perdieron, pistad W Report,Can,,B Guy, K Jarret ,grababan pero fañya informacion difusion,etc ,nos olvidamos ,um poco,bienvenido