La primera visita de Pölvora a Bilbao, con todos los buenos recuerdos que flotaban en el ambiente de cuando algunos de sus integrantes se acercaban por aquí en otra formación, levantó una expectativa importante en los amantes del hard rock locales. Es cierto que otros conciertos coincidían en la noche del sábado pero los que estuvimos presentes, alrededor de setenta personas, estuvimos entregados a una banda entregada.
Lo bueno y lo malo de Pölvora es que no pueden escapar del recuerdo de Uzzuhaïa. Sus dos guitarras, Izzra y Álex, eran aquellos y a los parches el tercero José, junto a Rubén, bajista de 13 Millas y a la voz Lazy Lane, el carismático cantante de Jolly Joker. Y entre los cinco, una nueva familia, han creado un artefacto llamado “Fuego y ceniza” al que le sobra clase y caña. Doce temas que sonaron todos en la noche sabatina bilbaína, en un concierto que no estuvo falto de entrega y un sonido excelente. Para ser la primera vez por estos lares Pölvora se lo hizo muy bien, con un arrollador inicio con “Mirar atrás” para mantener ese nivel en la hora y media de actuación, en la que además de servirnos todo su disco completo sonaron también cuatro versiones de Uzzuhaïa junto a dos temas más de AC/DC y The Cult.
¿Lo mejor de lo suyo propio? “Cuchilla y plomo”, la épica “Verte caer”, los riffs incendiarios (y nunca mejor dicho) de “Quémalo”, o la sólida “Sicarios”. Su primer trabajo es de una calidad superior pero en varios corrillos post concierto la idea que rondaba era la misma: menudo conjunto de canciones de nivelazo… pero no hay un single claramente que destaque sobre los demás, algo complicado en los tiempos en que vivimos pero como la parroquia es talludita, de la vieja escuela a la hora de afrontar un disco, seguimos aferrados a la idea de que hay que escucharlo en su totalidad y no esa modernidad absurda de canciones sueltas. Un punto a favor para Pölvora.
Siendo deudores de su pasado sonaron cuatro temas de Uzzuhaïa, muy coreados y esperados. “Baja California” sigue destilando polvo y problemas, acompañado por “Perdido en el huracán”, la gran “Santos y Diablos” y otra del pelo, “No quiero verte caer”. Y sí, Lazy Lane no es Pau Monteagudo pero hace suyos los temas sin problemas, vamos, que no podían haber escogido a mejor Frontman, la verdad. Y ahí no acabó la cosa, una incendiaria revisión del “Rock´n´Roll Damnation” de AC/DC enloqueció al personal, ya entregado a un grupo que está buscando un hueco dentro de un panorama rockero estatal que necesitaba a una formación así.
El bis preceptivo constó de un par de temas, el propio ”Ciudad de lobos”, con una melodía realmente adictiva, y el colofón con la versión del “Love Removal Machine” de The Cult. Y como dijo uno de los asiduos a estas ceremonias rockeras, sábado noche de Rock´n´Roll, no necesitamos más.
Texto: Michel Ramone
Fotos: Dena Flows