The Harlem Gospel Travelers, el poder infinito de la voz

Apadrinados por Eli Paperboy Red, estos entregados a la causa del góspel están viviendo un sueño. Precoces y desbordando talento, buscan unir tradición e innovación. Y vaya si lo consiguen… Su historia parece extraída de un reallity, pero es real como la vida misma. Eli ejerció de profesor de música de estos elementos cuando eran unos chavales, y ahora les produce su segundo disco largo, que presentarán ya mismo en una apetitosa gira española, debutando en ese paraíso llamado Festival Blues i Ritmes de Badalona el 26 de marzo para, a continuación, recalar en Madrid (Sala El Sol, 28/3), León (Teatro Albeitar, 29/3), Zaragoza (Rock and Blues, 30/3), Vitoria (Helldorado, 31/3) y Valencia (Loco Club, 1 de abril).  Ifedayo Thomas Gatling, uno de ellos, va soltando prenda…

El gospel está íntimamente ligado a los inicios de toda la música popular, y vosotros lo conocéis en profundidad desde que erais niños. ¿Realmente existe un movimiento que busca actualizarlo y modernizarlo formado por jóvenes?

La música gospel es la raíz de toda la música, pero como otros muchos géneros se mueve en búsqueda de nuevos sonidos. En los años 90, a principios del 2000, todo giraba en torno a los coros. Ahora la música gospel se dirige hacia un sonido que puede ser recibido y disfrutado por creyentes y no creyentes. Y sí, todavía hay muchos jóvenes con ganas de crear música gospel.

Desde un estilo diferente, músicos como Robert Randolph también buscaron darle un aire nuevo al gospel tradicional. ¿En qué grupos o artistas os habéis inspirado a la hora de construir vuestro sonido?

Nos inspiramos en todos los tipos de música, desde el R&B hasta la ópera. A mí me han influido cantantes como Brandy y Patti Labelle, a Dennis Prince, todos compartimos el amor por grupos como The Temptations, New Edition o los O’Jays.

Es curioso, que Eli Paperboy Reed fuera vuestro profesor de música y que finalmente se haya convertido en vuestro productor. Sin duda, un apoyo muy importante en vuestra carrera.

Nada de esto sería posible sin Eli. Teníamos el talento, pero él tuvo la visión para construir y hacer de este un grupo real. Ahora estamos aprovechando lo que nos dio y avanzando con ello.

Sabido es, el gospel contiene básicamente un mensaje religioso, pero vosotros lo lleváis a la actualidad, hablando de temas sociales y raciales. ¿Cómo lo combináis?

Pese a que creo que somos innovadores en el modo en que presentamos nuestra música, lo que estamos haciendo no es nada nuevo. El movimiento por los derechos civiles encontró sus raíces y su apoyo en la Iglesia. Y los intérpretes gospel y seculares crearon música para hablar sobre las melodías. El gospel transmite mensajes positivos y habla de libertad y superación. Hablar de injusticia social, por tanto, está en consonancia con ello.

¿Qué podéis contar de la grabación de vuestro segundo álbum, un Look Up! que nos va a permitir veros en directo en España?

Look Up! es realmente el resultado del amor que han puesto de todos los que han trabajado en él. Es nuestro primer álbum como trío y nuestro primer disco compuesto por canciones originales. Todos los temas se compusieron con la idea de animar a la gente. Y al grabarlos pudimos transmitirnos alegría a nosotros mismos. Después de estar encerrados durante Covid, volver a cantar en el estudio fue como respirar de nuevo.

¿Cómo son vuestros conciertos? Supongo que se centran en las canciones de vuestros dos discos…

Nuestros shows están llenos de energía, desde el principio hasta el final. Voces llenas de poder, baile, música increíble tocada por nuestra banda, incluso hemos añadido rap escrito e interpretado por Dennis. Por no hablar de nuestro vestuario. Nos centramos en nuestro nuevo álbum, correcto, pero también interpretamos algunas versiones. Algunas posiblemente no son muy conocidas, pero es imposible olvidarlas después. Nos entregamos al máximo y tras nuestro show no queda nada en pie. Cuando vengas a vernos ¡nos aseguraremos de que pienses que has gastado tu dinero en algo que realmente vale la pena!

Texto: Alfred Crespo