Encuentros

Monteperdido, “para vivir hay que sufrir”

 

Monteperdido publican, de la mano de Sonido Muchacho, su nuevo disco, Daño Físico, en el que, sin perder la esencia pop, suenan más crudos que en sus anteriores trabajos. Nueve trepidantes temas, en los que la lírica se mueve entre la desesperación y la rabia de temáticas sociales –o generacionales- que les acercan a otras bandas como Biznaga o Carolina Durante, todas ellas encargadas de mantener viva la llama del rock en estos tiempos inciertos.   

 

Lo primero que apreciamos al escuchar este Daño físico es que los sonidos son más crudos que en trabajos anteriores. ¿Habéis buscado de una manera intencionada esos ritmos casi post hardcore?

Ya habíamos tocado el disco anterior muchas veces en directo, y veíamos que lo que nos hacía falta era más caña y velocidad. No queríamos que hubiera ninguna canción lenta, así que lo hicimos como más nos mola: rápido y directo.

¿Manejabais alguna referencia concreta para llevar a cabo este disco?

Sí que había unas cuantas referencias bastantes diversas, pero no ha salido tal y como lo teníamos en la cabeza; por mucho que tires de referencias, al final te sale lo que te sale, porque no puedes controlar todo el proceso creativo. Pero sí que hay muchas bandas en las que nos hemos fijado como, por ejemplo, Turnstile, Violent Soho y, por supuesto, Carolina Durante. También hemos escuchado mucho a El buen hijo y nos hemos basado en Axolotes mexicanos para hacer melodías, y en grupos punks de toda la vida para crear algunas letras. Es un poco un mix de varias cosas que nos gustan, porque yo (Bego) soy bastante punki y estos son más bien emos. Yo pongo la rabia punk y ellos lo suavizan y, como tenemos que hacer una cosa digerible y que se comercialice como pop, esto nos viene muy bien. Aunque, a veces me gustaría ponerme a pegar gritos y a escupir a la gente, no puedo hacerlo, porque igual me regañan [risas].

Las cosas salen como salen porque somos cinco personas que hemos encajado de esta manera, pero no es que pensemos mucho en el proceso creativo, sino que, como llevamos tanto tiempo siendo amigos y tocando en bandas hermanas, todo sale de una manera muy natural.

Hablando de las letras, creo que habéis dado con la clave cuando me hablabais de esa mezcla entre lo emo y lo punk: letras duras y rabiosas, pero con un punto melancólico…

Yo (Bego) vivo la vida desde el sufrimiento pero con alegría, no sé si me explico… yo lo paso muy mal físicamente y emocionalmente, pero es que creo que, realmente, hay que tocar fondo en la vida para luego poder apreciar lo bueno, hay que sufrir para vivir. Por supuesto que hablo de cosas duras, pero siempre intentando sacar algo positivo de todo eso. En realidad, la música e ir de gira es sufrimiento: cargar la furgo, estar fuera de casa… pero si seguimos aquí tocando, después de tanto tiempo es porque nos merece la pena.

¿Ha sido importante tener a un colega como Borja Pérez en la producción?

Mucho. Escribimos este disco en tres meses y lo grabamos en diez días, y él nos ayudó a pegar y a encajar todo eso que teníamos en la cabeza, para convertirlo en un disco. Lo bueno que tiene trabajar con él es que, como nos conocemos tanto, tiene la confianza suficiente para decirnos claramente las cosas, y eso ayuda mucho. Tiene buenísimas ideas y sabe perfectamente cómo tenemos que sonar, y por eso, siempre que podemos, le llevamos también de técnico de sonido.

¿Creéis que, gracias a lo que estáis haciendo vosotros mismos, o bandas como Carolina Durante o Biznaga, por ejemplo, todavía hay esperanza para el rock y la música de guitarras entre las nuevas generaciones?

Ojalá resucite y nunca se vuelva a ir. De todas formas, es algo muy relativo porque, cuando hemos estado tocando con Carolina Durante y veíamos 600 personas en la sala pensábamos: “hostias, igual esto no está tan muerto…”, y luego, vas a tocar con 30 personas y piensas lo contrario… El rock y el punk son músicas clásicas, y hay momentos en que parece que están más vivas que otros, pero ahora da gusto porque parece que la gente está escuchando mucho más rock, si lo comparamos con lo que pasaba hace 4 ó 5 años.

Pensamos que todo esto también tiene mucho que ver con la forma de hacer música actualmente, con tantos sonidos pregrabados y tantos “cacharritos”; nosotros venimos de lo de antes: cada uno con su equipo, el ampli a fuego y hacer ruido, y puede que eso sea lo que se está perdiendo un poco.  Pero por otra parte, ahí tienes bandas como La Élite, que son sólo un tío cantando y otro con los aparatos, y son la hostia… y eso también es punk. A lo mejor, lo que pasa es que nosotros seguimos con el rollo más clásico, porque también somos un poco viejos ya (risas).

¿Y todo vale para intentar mantener la esencia del punk?

Aunque nos pese un poco, suavizar el punk para que sea más digerible y comercial y que le llegue a la gente es algo que hay que hacer, sobre todo si quieres que merezca la pena todo el curro, porque nosotros hemos estado mucho tiempo de okupas, tirando de furgo por toda Europa, y pasando mucho hambre, para acabar perdiendo dinero… Claro que son experiencias muy bonitas y fue muy guay todo aquello, pero no es una vida sostenible, yo ya tengo casi 35 años… ¡ahora quiero pasta para poder comer! [risas].

Me hablabais antes de los bolos que habéis hecho con Carolina Durante. ¿Cómo entráis en contacto con ellos y con Sonido Muchacho, que han sido los encargados de publicar el disco?

Todo esto, en realidad, ha sido trabajo de Marta de Lume!, nuestra agencia de management, que es la que se puso en contacto con el sello y, de esta forma, salió la publicación del disco y los bolos con Carolina Durante, que, aparte de buenos colegas, son una banda que nos flipa. Sabíamos que era una oportunidad muy buena tocar con ellos y ha servido para que mucha gente descubriera lo que hacemos. Pero aunque sabemos que ir con ellos te llena la sala, somos totalmente conscientes de que nosotros todavía no estamos en ese punto… ojalá tengamos suerte y consigamos llenar esos sitios algún día, pero para eso hay que currar mucho.

Para terminar, vendeos un poco: ¿qué se va a encontrar la gente que vaya a ver vuestros conciertos?

Lo que intentamos es transmitir en vivo toda esa energía de los temas que escuchas en el disco, pero tocadas todavía más rápido. Son canciones muy cañeras con estribillos pegadizos, que se defienden muy fácilmente en directo. Ahora vamos a tener la oportunidad de tocar bastante y estamos super agradecidos a Lume! por habernos cerrado tantos bolos, porque a nosotros lo que más nos gusta de la música es salir y estar en la carretera. Es más, si pasáramos más tiempo en el local en vez de estar tocando, es probable que la banda ya no existiera.

Texto: Sergio Iglesias

Fotos: Sergio Albert

 

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