Encuentros

Furious Monkey House, ni de rock, ni de niños

 

 

 

Cuando publicaron su álbum debut Run (2015), la mayoría de los integrantes de Furious Monkey House rozaba la adolescencia. 8 años después ve la luz Oneiric, el tercer largo de esta banda pontevedresa, un trabajo en el que dejan claro que las cosas han cambiado aunque la esencia siga ahí. El sexteto formado por Mariña (voz), Carlota (batería), Amaya (teclados), Diego e Irene (guitarras), junto al que fuera su profesor de música Gonzalo (bajista), se aleja de la etiqueta de “grupo de rock formado por niños” para cantar sobre la angustia y la necesidad de evasión de su generación.

Desde una nueva perspectiva que aúna ese sonido alternativo de influencias noventeras con el synth pop oscuro, Furious Monkey House alcanzan la madurez a través de la experimentación.

Lo primero que llama la atención de Oneiric es esa portada tan oscura, ¿qué os mira desde ese ataúd?

Mariña: En el ataúd está el mono, un símbolo de nuestras etapas pasadas. No renegamos de ellas, las recordamos con cariño y sin ellas no estaríamos aquí. El funeral es un símbolo de nuestra metamorfosis como banda y como amigos, queremos darle un nuevo enfoque al proyecto y a cómo se nos percibe.

Hay cambio de sonido entre vuestros discos anteriores y este, ¿en qué habéis tenido la mirada puesta en estos casi 4 años hasta el nuevo álbum?

Gonzalo: El encierro obligatorio y la separación por la pandemia nos han hecho reflexionar sobre lo que queríamos hacer y ser. Nos hemos encontrado haciendo música a distancia, usando nuevas formas de composición, a la vez que teníamos la necesidad de incluir la electrónica dentro de nuestra forma de trabajar para poder crecer. Sentíamos que el formato punk-rock-pop de guitarras ya lo habíamos explotado, sobre todo después de un Love Scum & Dust. Oneiric es un resurgir y un soplo de aire fresco con texturas nuevas.

Empezasteis a lo grande grabando parte de vuestro primer trabajo en Abbey Road, ¿en quién habéis confiado para grabar esta vez?

G.: Cuando estaba estudiando magisterio musical tuve la suerte de coincidir en clase con Iago Lorenzo y desde ese momento comenzamos a realizar una proyectos juntos. FMH nació con la ayuda de Iago y siempre contaremos con él para realizar todas las tareas de producción. Esta vez hemos grabado entre Planta Sónica (Vigo) y nuestro Estudo Bonobo, la escuela donde hemos crecido, ensayamos y algunos de nosotros casi vivimos. Abbey Road es un lugar mágico, bastante insuperable, pero crecer desde nuestra casa también es reconfortante.

Muchos se han referido a vosotros como “la nueva esperanza del rock de guitarras”, ¿estáis cómodos con esa definición?

Irene: Cuando era más pequeña, el rock era la música que consumía. A día de hoy, apenas lo escucho y Oneiric dice bastante de cómo han cambiado nuestras referencias musicales. En esa época tenían sentido esos comentarios, pero creemos que ya no lo tienen. No nos gusta que se nos defina como “la esperanza del rock” ni “los pequeños rockeros”. Adía de hoy, ni somos rockeros, ni somos una banda de niños.

Empezasteis este proyecto musical cuando apenas entrabais en la adolescencia, ¿cómo os ha acompañado el grupo mientras crecíais?

I.: Para la mayoría de la banda, FMH ha sido muchas veces una vía de escape cuando las cosas no iban bien, ha sido una familia que nos ha visto crecer y nos hemos apoyado siempre los unos los otros. Ha habido épocas peores o con más altibajos, pero generalmente siempre ha ido bien. Actualmente, cada uno somos un mundo y ahí está lo guay de la banda, que cada uno tiene su esencia y sus peculiaridades.

Dado que este grupo comenzó como un taller de música, ¿mantenéis aún costumbres de esos comienzos?

M.: Claro que sí, aunque desde los comienzos hasta ahora hemos dejado atrás costumbres que no nos funcionaron. Es un proceso muy orgánico y a lo largo de los años nos hemos ido conociendo mejor y entendiendo las necesidades de los otros. Nuestro proceso compositivo es el mismo de siempre: primero base, luego melodías y letra, y luego estructurar y añadir todo lo demás. Lo seguimos haciendo así porque funciona.

Al respecto de ese proceso compositivo, ¿cómo funciona, siendo seis integrantes en la banda?

I.: Al principio componíamos a base de tocar fragmentos de cosas que se nos ocurrían y Gonzalo nos daba consejos e ideas para guiarnos. Con el tiempo, la composición se volvió más individual: alguien traía una idea, le dábamos forma y veíamos si nos encajaba. Para Oneiric, alguno de nosotros creaba una base y le iba añadiendo cositas, todos intentábamos aportar, Mariña le buscaba una melodía y una letra… Si el tema realmente nos gustaba y se ajustaba al concepto de Oneiric, seguíamos currando en el tema, modificándolo y sumando sonidos hasta dar con la “canción perfecta”. Si no, lo descartábamos y volvíamos a empezar.

En estas canciones hay angustia e inconformismo. En “Staying in the sun” habláis de la necesidad de escapar hacia un sitio más cálido y luminoso, ¿es una temática muy personal?

M.: La escribí en la cuarentena. Al tener tanto tiempo libre, pude reflexionar sobre muchas cosas en mi vida que me preocupaban o me intrigaban. Quise hablar sobre la evasión porque fue un sentimiento bastante constante en mi adolescencia, creo que en general para cualquier persona de mi edad. Seguro que muchos se pueden sentir identificados.

Pronto comenzáis una gira de la mano de GPS, ¿qué tenéis preparado para este estreno de Oneiric en directo? ¿Tenéis ganas?

M.: ¡Claro que sí! En los últimos años no hemos tenido mucha oportunidad de tocar y este es un momento ideal para presentar nuestro nuevo trabajo. Ese entusiasmo se va a ver reflejado en los conciertos y en el trabajo que les ponemos. Llevaremos nuestra energía habitual, no ha cambiado tanto nuestra forma de aproximarnos a la gente: somos el mismo grupo de amigos de siempre.

 Se os escucha mucho al otro lado del charco, ¿os planteáis una gira por Estados Unidos?

I.: Nunca se nos ha planteado la posibilidad, pero, si saliera una gira por allí, todos diríamos que sí al instante. Sería una oportunidad bestial, ya no solo a nivel musical, sino a nivel personal.

 

Texto: Lola López

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda

Síguenos en Twitter