El ex The Soft Boys es la máxima estrella del próximo BCN Psych Fest que se celebra en la sala Upload de la capital catalana los días 14 y 15 de abril. Un repaso a un músico imprescindible y muy suyo.
¿Es Robyn Hitchcock (Londres, 1954) el artista pop más infravalorado de su generación? El cantante y compositor, guitarrista, pintor y poeta inglés arrastra desde hace décadas la etiqueta de músico de culto que encandila a un selecto grupo de seguidores, entre los que se encuentran muchos otros compañeros de profesión, pero lejos de las cotas comerciales que se esperan de un cancionero que ha alcanzado niveles superlativos. A punto de cumplir 70 años, su carrera en solitario vive una gozosa segunda juventud. El colorido y refrescante Shufflemania (2022) confirma las estupendas sensaciones que nos había dejado cinco años atrás el homónimo LP Robyn Hitchcock, como si el ex líder de The Soft Boys no se hubiera conformado con haber publicado incontables álbumes a lo largo de su vida y tuviera, a estas alturas, algo que demostrarnos.
Ya no es el creativo hiperactivo de antaño, capaz de enlazar tres trabajos en dos años, pero está claro que aún no ha pronunciado su última palabra. Robyn Hitchcock, acompañado de sus últimos secuaces, Los del Huevos Band, será la gran estrella de la próxima edición del BCN Psych Fest que se celebrará los días 14 y 15 de abril en la sala Upload. El certamen catalán ha diseñado un atractivo cartel en una ecléctica aproximación a los sonidos lisérgicos que cuenta con la participación de Levitation Room, Wucan, Ko Shin Moon, TVAM, The Hanging Stars, Melenas, Moura, Large Plants, Moundrag, Solar Corona y Teana. Las entradas del evento, disponibles a través de la tiquetera DICE, se están despachando a gran velocidad.
Algunos de los temas incluidos en su último álbum («The Sir Tommy Shovell», «The Raging Muse», «The Shuffle Man») contienen un armazón musical que recuerda al veinteañero que se abrió camino en plena oleada punk con un particular acercamiento a la psicodelia. Si The Jam picotearon del credo modernista para hacer su propia revolución, The Soft Boys emergieron desde Cambridge con la misión de ofrecer una descarnada y surrealista propuesta que no se parecía a nada de lo que había a su alrededor y que terminó siendo crucial en el devenir del rock contemporáneo.
La fórmula quedó perfeccionada en su segundo LP, Underwater Moonlight (1980), donde convivían pelotazos como el hit new wave-power pop de «I Wanna Destroy You» o «Positive Vibrations» con el pasaje instrumental «You´ll Have to Go Sideways» y piezas más complejas («Insanely Jealous of You», «Kingdom of Love») que reunían una asombrosa riqueza y libertad compositiva. The Soft Boys no encajaban en el ambiente incendiario de finales de los 70 ni tampoco en los ritmos más elaborados y oscuros que se fraguaron a partir de los postulados del post-punk. Fueron un verso suelto en la efervescente escena musical inglesa. Un paso fugaz que, como suele ocurrir en estos casos, se ha apreciado mucho mejor pasado el tiempo.
Los grupos que formaron parte de la corriente de rock alternativa Paisley Underground, desde The Dream Syndicate a REM, han reconocido la capital influencia de la banda. Hace 10 años, en 2013, Hitchcock puso a su servicio a tres exmiembros del grupo de Athens bajo el nombre de la banda de acompañamiento Venus 3. Con el guitarrista Peter Buck le une una profunda amistad, la sintonía es total. En el gremio musical se ha rodeado de conocidas figuras como Johnny Marr, Nick Lowe, The Decemberist, Yo La Tengo y XTC, entre otras primeras espadas del pop. El hombre que soñaba con ferrocarriles en el LP I Often Dream Of Trains (1984) tiene fama de haber creado una imaginería muy suya, debido unos textos que escapan de los lugares comunes. Mientras la voz y la música remiten en ocasiones a Syd Barret, sus letras guardan similitudes con la pintura por su poder evocador, ha zanjado el autor.
Los ejemplos del peculiar universo lírico de Robyn Hitchcock son abundantes y aparecen esparcidos a lo largo de toda su discografía. Tanto en solitario como secundado por los Egypcians, con quienes a mediados de los 80 emprendió una fructífera alianza, el humor de tintes surrealistas siempre han tenido hueco. En el disco Black Snake Diamond Röle, de 1981, el primero tras la disolución de los chicos suaves, el bardo folk-psych de Londres se pregunta con voz chirriante si los policías también cantan. Tal cual, como suena. “Yes, when they´re in the mood (sí, cuando están de humor)”, se responde a sí mismo en «Do Policemen Sing? ».
Durante los 90 y 2000 Robyn Hitchcock no ha parado de publicar álbumes y girar por todo el planeta. Rara vez decepciona en el estudio o encima de un escenario. Aunque no tenga el reconocimiento de algunos sus coetáneos (Paul Weller, Elvis Costello, Nick Lowe), él también está tocado por una varita mágica. Sus actuaciones en vivo son de los que dejan huella y suelen estar sujetas a la improvisación y a los divertidos parlamentos del músico. ¿Y qué es de The Soft Boys? El grupo se ha reunido en dos ocasiones para recordar viejos tiempos en 1994 y 2001, respectivamente.
Texto: Jon Pagola