Muchos son los que aseguran que el blues está muerto. Pues desde aquí vamos a demostrar que no. Que está más vivo que nunca, y no solo eso, sino que ha sufrido múltiples mutaciones. Y que blues hay hasta debajo de las piedras. Blues bastardo, quizá. Pero a fin de cuentas, blues.
Hermanos de sangre. Así se definen desde el título de su nuevo trabajo Mike Zito y Abert Castiglia. Zito, nacido en Saint Louis, Missouri, es cofundador de la súper band Royal Southern Brotherhood junto a Cyril Neville o Devon Allman, entre otros. El neoyorquino Albert Castiglia, por su parte, tiene en su currículum el haber trabajado con Junior Wells, John primer o Pinetop Perkins. Juntos han creado estos Blood Brothers que el 17 de marzo convertía en disco las experiencias recogidas en su gira conjunta durante 2022. Producido por Joe Bonamassa Y Josh Smith y grabado en los Dockside Studios de Louisiana, Zito asegura que “este álbum fue genial de hacer y estoy aún más emocionado de llevar esta música a la carretera y tocar para la gente”.
Un trabajo de blues rock más o menos convencional, que nadie espere aquí grandes innovaciones ni mucho riesgo, pero que suena francamente bien. Su inicio, con la stoniana «Hey Sweet Mama» nos sitúa bastante bien. Buen rollo, dos voces sonando al mismo tiempo y Chuck Berry en el horizonte. Se ponen sureños en «Tooth and Nail», donde los Allman Brothers o más recientemente Gov’t Mule parecen haberlos poseídos, no olvidan el soul en «Never Learns» ni el Texas blues en «No Good Woman», y hacen muy buen trabajo con alguna de las versiones escogidas. Y es que el disco se integra por cinco temas propios y cinco revisiones nada convencionales. Entre estas destacan el «My Business» de John Hiatt, extraída de Mystic Pinball (2012) y la ya citada «Tooth And Nail», compuesta por el gran Tinsley Ellis. Aunque servidor recela siempre que ve a Bonamassa por en medio, aquí no hace mal trabajo, y deja que las guitarras de Zito y Castiglia jugueteen, se rindan respeto y se marquen un disco destacable.
Eduardo Izquierdo
