SERCH., así con punto tras el nombre, es un veterano grupo barcelonés que en su música exploran ambientes cercanos al synth-pop y el post-punk. El año pasado publicaron su cuarto álbum, POST. Un disco que viene de la mano de cambios en el grupo, tanto en su formación y gestión como en el propio sonido de las canciones, quizás más directas y orgánicas. Para que nos confirme o desmienta esta opinión, hemos hablado con Sergio Salesa, uno de los fundadores del ahora cuarteto.
SERCH. está cercano ya a la década de vida, si no me equivoco, pero solo habéis publicado cuatro discos, con una diferencia de entre dos y tres años entre cada uno de ellos. ¿Es el ritmo en el que os sentís cómodos, o al que os obligan las circunstancias?
Cierto, ese suele ser el tiempo entre disco y disco. Creemos que no es tanto tiempo. Ten en cuenta que una vez publicado, hay un año y medio de conciertos, promoción y videoclips.
Luego todo se calma de nuevo… Nos gusta «formatear» el disco duro y enfocarnos en el nuevo disco, esto lleva un proceso natural y reinventarse. Te diría que estar a gusto con el resultado final a veces conlleva darse cuenta d lo necesario que es reiniciar todo, musicalmente hablando.
Al final somos personas que necesitamos recargar la inspiración, eso no hay que forzarlo.
Ya estar aquí hablando de un cuarto disco, es algo que en los inicios nunca pensé que íbamos a llegar, solo pensábamos en hacer un disco. Estoy muy satisfecho y más después de haber pasado un año y medio confinados en el que muchas bandas amigas se disolvieron. Hemos aguantado y seguimos creando.
¿Cómo ha evolucionado vuestro sonido desde que lanzasteis el disco New en 2015?
Han ocurrido muchas cosas. Por resumir, funcionamos más cómo una banda que antes. En los inicios SERCH. era sólo un proyecto con las canciones de Sergio y los arreglos de Miquel. En este momento componemos todos, Miquel ya no es solo arreglista y productor, Carlos también está componiendo y a mí también me encanta a veces incrustar mis melodías y letras en las maquetas de los demás.
En cuanto al sonido, es más orgánico y no abusamos tanto de lo digital. Quizás las guitarras y el bajo han ido ocupando un espacio que antes no tenían. Me gusta pensar que los temas son más maduros
Teniendo en cuenta que Concept (Flor y Nata, 2020) salió cuando todavía no habíamos entrado en el primer periodo de confinamiento por el Covid, supongo que estos últimos dos años hasta el lanzamiento del nuevo disco no habrán sido sencillos. ¿Cómo ha sido el proceso de composición y grabación del nuevo álbum?
Como bien mencionas, no fue sencillo, para empezar acabábamos de sacar CONCEPT y paralelamente ya había algunos borradores de temas de POST que estaban en el aire, y muy avanzados. También teníamos sobre la mesa una gira de 5 conciertos por el país y entonces nos pilló el confinamiento y se canceló todo. Creo que la historia nos suena a todos. Había que buscar dinámicas para continuar, si esto iba para largo…Aproveché para grabar voces en casa de temas que están en POST, eran los primeros bocetos de voz.
En medio del confinamiento SERCH. aguantamos, hicimos un disco en directo en streaming y también en digital, FACTORY SESSIONS. Lo hicimos en los lapsus en los que se levantaban un poco las medidas y podíamos ensayar. Rodamos también los vídeos de “Pure child” (por separado, estábamos en plena cuarentena) y “Boy after the nightmare”, una colaboración con Sigmund Wilder que fue complicado grabar por las restricciones. Cuando empezó a tranquilizarse un poco la situación pudimos realizar dos conciertos en el ciclo SalaCAT. Luego también tuvimos, por qué no decirlo ya pasado lo peor, una minicrisis interna que casi deriva en la disolución de la banda pero que supimos aprovechar para salir más fuertes y con un componente más, Carlos, que conocí hace 1 año y medio y es una persona de mucho talento. Actualmente estamos trabajando juntos en un proyecto paralelo a SERCH.
Efectivamente, antes de publicar vuestro nuevo álbum, POST (Flor y Nata, 2022), el grupo pasó de trío a cuarteto. ¿Con qué objetivo?
El objetivo principal era la necesidad de liberar a Miquel de carga de trabajo. Tocaba en los directos los teclados y las guitarras, todo dependía de él, y se le hacía muy cuesta arriba. Eso fue parte de la crisis interna que mencioné anteriormente. Ahora en los directos y en los ensayos se puede dedicar más a sus guitarras. Disfrutamos todos más, hay menos presión.
También buscábamos a alguien que aportara teclados en las grabaciones, había un desgaste serio en esa área, y necesitábamos un tiempo para que la persona adecuada se cruzara en nuestro camino. Carlos, aparte de tener mucho talento, nos ha aportado ganas y una visión de lo que supone estar en una banda que estábamos perdiendo. También estamos trabajando con un nuevo bajista, Andrea, que está aportando mucha solidez en las bases (Jorge tuvo que dejar el grupo hace sólo tres meses por motivos personales).
¿Cómo han influido esos cambios de formación en estas nuevas canciones?
Creo que hasta el tercer disco estábamos muy encerrados en el núcleo duro de la banda, que éramos Miquel y yo. Ahora las cosas están cambiando. Creativamente, está todo muy renovado. Las mejores canciones que hemos hecho últimamente han salido en el local entre los cuatro. Es genial.
Vuestra música se encuentra firmemente anclada en una época, la del post-punk, la new-wave y el synth-pop de los 80. ¿Qué es lo que más os atrae de esos sonidos?
Era una época que creo que marcó a la banda, esto no te lo voy a negar, pero creo que el brit-pop y parte del resurgir del glam/post punk de grupos de los 90 también. Yo personalmente siempre me he identificado más con grupos como Suede, Pulp, Interpol, Editors, Nick Cave, Pj Harvey, Mark Lanegan o Radiohead que con por ejemplo Sisters of Mercy o Bauhaus. Luego en la banda hay componentes como Carlos o Miquel, que escuchan también cosas de electrónica. Son influencias que hemos escuchado hasta la saciedad; pero intentamos huir de la parte dark y el hiperdramatismo que conlleva algunos grupos del saco de los 80. Creo que SERCH. se identifica más con la parte más emotiva, es lo que más nos interesa. ¿Que somos un poco dark? Quizás, pero lo justo. Tampoco te negaré que todos en la banda somos muy seguidores de Joy Division, Depeche Mode. David Bowie o Iggy Pop, eso es evidente. Pero, vuelvo a hablar personalmente, también me atraen nombres nacionales como Viva Suecia, Elefantes, Carlos Ann, Bunbury, Second, Niños del Brasil, Zahara y muchos otros.
Has mencionado algunos de vuestros referentes, pero igualmente te pregunto, ¿En qué grupos o artistas de aquellos años os fijáis más a la hora de componer o buscar un sonido para vuestras canciones?
Va por épocas. Yo recientemente tenía siempre en mente a Brett Anderson y a Mark Lanegan. Creo que sería un híbrido raro. En cuanto al resto de la banda, tendrías que preguntarles a ellos.
En POST arrancáis con un trío de canciones espectacular: “Only connection”, “Inside life” y “Cloud shapes”. ¿Estáis de acuerdo en que son las mejores del disco, o tenéis otras favoritas?
Todo el disco me encanta. «Hunting Ghosts» y «Eternal» tienen un «rincón exquisito» en mi corazón.
Estar tan anclado a un sonido y una época supongo que tiene ventajas e inconvenientes. No sé si a la hora de conseguir conciertos importantes, incluso presencia en festivales, puede influir para bien o para mal. ¿Cómo lo vivís vosotros?
No solemos pensar en estas cosas. Es posible que eso a veces suceda, pero sería peor tocar en un festival grande solo por sonar a la moda. Creo que si hubiéramos tomado esa decisión, no habríamos sacado ya ni dos discos. Escuchamos muchas cosas, tomamos lo que más nos gusta de la música actual, pero creo que de una manera natural siempre acabamos cogiendo como referencia a bandas actuales que beben también de épocas pasadas. Incluso así, me gusta pensar que SERCH. no suena antiguo. Al menos lo intentamos.
(Curiosamente, la edición de esta entrevista coincide con la noticia de que SERCH. participarán en el concurso Rising Stars del FIB)
Entonces, ¿no os sentís encasillados de alguna manera?
Para nada, hacemos lo que queremos en cada momento y si nos encasillan no me importa. Hace años decían que éramos muy electrónicos, ahora somos muy post punk. Creo que hacemos lo que queremos, las etiquetas son para quien las quiere poner.
¿Cualquier tiempo pasado fue mejor cuando hablamos de música? Es un debate que empezó ya hace décadas y que no parece acabar nunca. ¿Qué opináis?
Ahí siempre he visto un poco de mentalidad de «padre». Hoy en día creo que hay cosas muy interesantes, otra cosa es que quieras salir de tu «burbuja de confort» para buscar e indagar con las mismas ganas de cuando tenías 25 años. A mí personalmente no me interesa la música mainstream que se hace actualmente, para consumo rápido, ni los grupos que suelen salir ganadores en las ediciones de los Grammy. Todo hoy en día atiende a factores que no son la música. Sin embargo, hay artistas en el mundo alternativo aportando grandes trabajos, solo hay que buscar y seguir teniendo inquietudes.
El synth-pop de finales de los 70 y los 80 abría un mundo de promesas y utopías que finalmente no parecen haberse cumplido. ¿Para vosotros el synth-pop significa también algo más allá de lo musical, o es solo un género que os gusta junto a otros como el post-punk?
Creo que en aquella época la estética futurista correspondía a una visión de historia y cuento para soñadores. Recuerdo los principios de los 80 y el inicio de los videojuegos, el videoclub, Blade Runner, Tron, cosas que no se habían visto nunca. Artísticamente era un momento muy especial, todo estaba acorde a esa atmósfera, lo recuerdo con mucho cariño.
Para nosotros el synth-pop es un movimiento con el que nos gusta jugar de vez en cuando, me encantan esos discos en los que de golpe aparece una joya como “Blue Monday” y dices ¡¡uaaaa!!, también saben hacer esto.
No nos tendría que dar miedo experimentar, incluso tocar pop si las melodías son buenas, nos sentimos a gusto con esas excepciones. Por ejemplo “Good man”, el tema que aparece en POST, es un ejemplo claro de lo que te explico, así como “Boy after the nightmare” en CONCEPT.
¿Hay también algún mensaje futurista o innovador de ese tipo en vuestras letras?
No me planteo las letras como algo de estética cyber o synth, o de una época, tienen que ver más con las emociones y las personas.
Has hablado antes de Interpol y Editors. Representan una segunda oleada de grupos deudores del post-punk, iniciada casi con el siglo, en la que a veces también se os incluye. ¿Os sentís encuadrados dentro de alguna escena, vais por libre, pasáis de modas?
Primero, que te comparen con bandas que admiramos tanto y tan reconocidas, siempre va a ser un halago. Dicho eso, intentamos ir por libre y nadie nos dice lo que tenemos que hacer. Pensar en coger un tren de moda para poder salir aquí o allá es agotador, no me motiva artísticamente y no creo sea bueno para una banda. Creo que si uno hace lo que quiere, estando atento y teniendo inquietudes por la escena actual para mantener viva la llama de la creatividad, es más que suficiente. Estoy contento tan solo con el pensamiento de que miremos atrás dentro de unos años y no nos arrepintamos de ningún disco.
Contadnos qué planes tenéis para el futuro más o menos inmediato.
Primero, esperamos que en semanas podamos publicar el último videoclip y single de POST. Hemos trabajado para el clip con realizadores nuevos y vendrá acompañado de una remezcla muy grande, sólo digo que habrá gratas sorpresas. También estamos trabajando, retocando y regrabando lo que será un recopilatorio de las mejores canciones que esperamos poder editar este año. Va a ser una cosa muy especial, no será lo que cree todo el mundo, habrá cambios. Creo que va a ser muy bueno para todos, y esperamos se comprenda. Aparte, estamos trabajando en los próximos directos que ofreceremos en 2023.
Texto: Fidel Oltra